Hace casi cuatro años visité el primer restaurante de Rafael Campos y Ronit Stern , TOTO, diseñado por Lázaro Rosa Violan. Proponía (propone aun) una cocina viajera , mediterránea, algo italianizante y de proximidad.
La filosofía de la pareja no ha cambiado en este aspecto en el nuevo local que acaban justo de abrir en el chaflán Rosselló/Enric Granados (a 30 m, por cierto, del ínclito y mal llamado “restaurante de Messi”, el Bellavista), pero esta vez Ronit ha querido tener más protagonismo personal en la cocina, aunque el día a día esté gestionado por el argentino Nil Cáceres.
Si en Toto, el trabajo de interiorismo era apabullante, en la línea más barroca de Lázaro, aquí el cuadro es “minimal” y reducido a una informalidad de café nórdico. El espacio de esa antigua tienda de accesorios de coche (de ahí su nombre) ha sido muy bien aprovechado y su apertura casi total a la calle es ya una invitación a entrar.
Una pequeña barra funcional para el servicio de sala , un bodegón de verduras que esconde la mesa de trabajo del cuarto frío y 7-8 mesas . Más espartano , imposible.
La cocina, como he dicho, se pasea entre Italia y Medio Oriente, con incursiones hasta en la Europa del Este (he visto un goulash en la carta), lo que justifica el nombre de “Cocina no tag” (sin etiqueta), como Ronit ha querido calificarla.
Lo voy repitiendo a menudo. Si para mí la excelencia culinaria depende casi al 80% de mi satisfacción con el plato, existen nuevas tendencias de cocina urbana (lo hemos visto recientemente con mis post del Bar Brutal o La Castanya), en las que importan mucho más “ingredientes”: el ambiente desenfadado o hipster, los vinos (muchas veces naturales), la coctelería, es decir : la impresión de estar tomando algo con tus colegas con el plus de la degustación de unos platitos, a los que no se prestará más atención, en el momento de su degustación, de la que se merecen. Para mucha gente, el “restaurante gastronómico” ya no mola. Y es cierto que existe todo un estilo un poco viejuno que todavía existe pero que rechaza una parte de las nuevas generaciones. Pero esto sería otro debate.
En Auto Rosellón no encontrarán cocina de alto vuelo ni ningún virtuosismo técnico, sino unos productos de proximidad, algunos ecológicos, tratados generalmente con acierto aunque con algunos recargamientos evitables o pequeños titubeos técnicos.
Nos centraremos en los platos del menú degustación (compartidos con un acompañante). Menú de una excelente relación calidad/cantidad/precio, por cierto.38€! (Entre paréntesis, precios de las raciones sueltas)
El arranque es muy agradable con las crudités (rábanitos e hinojo) y una excelente “bagna cauda” piemontesa, especie de salsa de ajo, anchoa y leche (a veces mantequilla) que tendría su origen en la “anchoïade” lengadociana o provenzal (5,5€)
No entendí muy bien el servicio de los bagels de Jerusalem, presentados con un mojo de garbanzo, tomate y tahini y zaatar con aceite de oliva (5,50€), pero nos hizo función de pan durante la cena.
Buen tartar de gambas de Palamós (era lunes y no había otro pescado disponible en la lonja) aderezado con una salsa de rábano picante, pepino y brunoise de apio. Tal vez haría falta bajar la cantidad de aliño.
Excelente ensalada de tomates de Barbastro con mozzarella. Me sobraba el rico melocotón de viña en conserva casera que le acompañaba. En El Brutal, también encontré la ensalada de tomate con nectarina. El buen tomate de temporada lo tiene todo, lo dulce y lo ácido. No le hace falta esta prolongación dulzona de su propio dulzor.
Muy bueno el pulpo con salmorejo y patatas a la sal de muy buena calidad Menos piñones…(13,50€)
Tártar de solomillo sobre tostada de mantequilla de trufa (16€) Estaba correcto pero, fuera de temporada no estoy muy a favor del uso de la trufa, al menos que sea una elaboración propia conservada por la propia casa (como en el caso del último degustación de Alkimia) pero aun así, no lo encuentro necesario).
Una pregunta varias veces reiterada : la regulación sanitaria prohibe hacer mahonesa con huevos frescos, pero ¿ por qué tantos tártares con yemas crudas?
Berenjena a la llama con salsa de yogur y queso feta. Avellanas, menta y semillas de tomate (11€). La buena berenjena de temporada tal vez no necesita de tanto acompañamiento. Algunos puntitos de salsa, y dos avellanas concassés serían aquí suficientes.
Cordero asado con hummus (16,50€). Textura un poco pastosa del cordero, acompañado de la textura “puré” de garbanzos… Reducir la cocción? Cambiar la guarnición?
“Tarta rota” (6€). Me gustó mucho en su sencillez la crema de ricotta con nectarinas asadas pero que mantenía su textura crocante. Fruta crocante y Galleta crujiente.
Arroz con leche con caramelo salado (5,5€). Bien aromatizado, pero su caldo cremoso (que se sorbe agradablemente),está desligado del cereal, que permanece solo, demasiado tiempo, en la boca.
Mousse (o más bien ganache) de chocolate con nata montada y frutos secos…(6€)
Una mousse es mucho más aireada.
AUTO ROSELLÓN
Abierto cada día de 8 a 1.
Desayunos.
Brunch sábado y domingo