FINCA EDÉN EN BENICARLÓ
Paraíso de la biodiversidad
Detrás de estos tomates o estas berenjenas, se esconde la curiosa historia del alemán Martín Bopp y de su compañera suiza Cécile Schonholzer (clicar aquí), que dejaron sus respectivos países, hace unos años, para instalarse en Benicarló (Castellón)con el objetivo de recuperar especias de verduras perdidas o desconocidas en nuestras regiones. Cuatro años después pueden presumir de haber conseguido la producción de 150 categorías de tomates diferentes,
otros tantos de pimientos y ajíes,
30 de berenjenas, judías indias, coliflores moradas, amarillas o azules etc… Y todo siguiendo los preceptos de la agricultura ecológica.
Cécile y Marín son mirados aun con desconfianza por los payeses de la zona, pero han conseguido seducir a Josean Alija o al mismísimo Ferran Adría quienes cuentan entre sus fieles clientes. (Valentí Prior quien ha sido la persona que me informó de este acto me comunica que aun no son clientes fijos. Están probando los productos….) Y desde ahora, también Rafa Peña del Gresca quien se ha entusiasmado por estos productos.
Tomate piña amarillo, Ruso negro, Rosa de Bulgaria, Zuercher original, Afganistán, Corrogo de África, tomate verde (pero perfectamente maduro…), “Cor de bou”,
tomate de colgar etc son algunos de los tomates que hemos probado. Martín nos comenta que los tomates de color rojo son una creación relativamente reciente (200 años). Los originales son de color rosa, marrón, verdes, negros. Y son , según él, los mejores.
Curiosísimos los fisalis con un sabor a queso de cabra (¡Sí, a queso de cabra! ¡buenísimo!) o a piña…
Aquí está su web para cualquier contacto. Precios de productor. Un productor dispuesto a encontrar clientes cocineros en Barcelona.