El Mas Coquells a 10mn de Figueras. La pequeña ermita donde se sirven pequeña cenas.
Mientras volvía del Ampurdán (Empordà), leía un artículo que demostraba que la egolatría desmesurada de algunos cocineros no tiene límite.
Jóvenes “artistas” o “científicos” de la cocina pretenden determinar nuestras emociones en la mesa, cuando se sabe que la emoción radica casi siempre en las cosas más sencillas. (Si tenéis 5 mn no os perdáis ESTO).
Me lo acaba de confirmar mi corta estancia en el Mas Coquells. Una masía centenaria cerca de Figueres que alberga una pequeña casa rural con 5 habitaciones y sobretodo una cocinera japonesa llena de humildad y de sensibilidad.
“Los Secretos de Toshiko” no es ni siquiera un restaurante al uso. Es una pequeña sala abovedada donde Fede , el gerente y anfitrión (arriba en la foto) recibe afectuosamente a los pocos clientes que llegan a este recóndito paraje del Empordà. Curioso encuentro entre este ex economista reciclado en la hostelería y esta señora ex esposa de un director de cine japonés medio desconocido. Extraña sinergia también entre estas paredes antiguas de la Cataluña profunda y estos platos japoneses heredados de la madre y de la abuela de Toshiko.
Nada del otro mundo, sin duda, si nos referimos a lo estrictamente culinario. Pero esta simple ensalada de pepino o estos yakisoba de verduras del huerto ecológico de la finca circundante, cocinados uno por uno con sumo cuidado y parsimonia por esta apocada cocinera, adquieren en este austero marco rural, una dimensión casi mágica. La cocina es excelente sin duda pero no existiría ningún motivo gastronómico especial para hacer este viaje, si no fuera por esta particular exclusividad de este delicioso y singular ritual.
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Ensalada sunomono con pepino, wakame, jengibre y sésamo. Yakisoba con verduras al dente y kikurage (seta). Pollo teriyaki . Tempura de sepia, langostino, berenjena, alcachofa (¿es temporada?) y seta japo que no recuerdo. Caldo dashi, mirin, daikon rallado, soja, jengibre.
Sólo los moshis de té verde y fresa/nata no están elaborados por Toshiko
Toshiko prepara estas cenas durante casi todo el día, eligiendo únicamente el pescado de la costa que le gusta, las mejores verduras del huerto de Mas Coquells, y el pollo de un corral vecino. La filosofía del km O aplicada a rajatabla aplicada a estos platos de una sencillez apabullante pero llenos de delicados matices como el suculento caldo dashi con jengibre y daikon que sazona la tempura y que se invita a beber después.
Es muy recomendable pasar la noche en el Mas. La sobremesa a la fresca en la silenciosa terraza (éramos sólo 7 huéspedes esa noche), el descanso en la confortable pero rústica habitación, el paisaje desde las ventanas
y el campestre desayuno con embutidos de la zona, merecen esta desconexión por unas horas. Hasta los croissants estaban excelentes.
Todo esto suena a publirreportaje y lo asumo. Confieso mi reticencia cuando me llamaron para esta pequeña experiencia. Pero ya degustando el segundo plato del menú, me rendía a la amabilidad, humildad y buen hacer culinario de esta mujer.
Precio de la cena, unos 40 €. Precios de temporada alta: Habitaciones de 105 € (individual) a 145 € y 165 € (las doble), con desayunos.
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@SecretosToshiko
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