12 comentarios el “La crítica “impresionista” de un periodista francés en Barcelona

  1. Hola, lo primero celebrar que estés de vuelta, doy por cierto que todo ha ido muy bien.
    Respecto del post pues lamentablemente es así como se nos ve en la France, sorry, con esa mezcla de cuñadismo, chauvinismo, upnose, paternalismo incluso y snobismo. Por ello, y ya lo he dicho más de una vez, a pesar de ser bilingüe francés, hace tiempo que evito visitar Francia y mucho menos sus restaurantes. Nada que ver con la calidad (y precio) que se pueden obtener aquí, Italia o Portugal.
    Por otra parte, como bien dices ellos creen que son la cocina, cuando la verdad es que, en general, les damos mil vueltas, y lo que se lleva ahora allí es la cocina mediterránea, vaya descubrimiento!!! Basta con recordar algunos de tus propios post respecto de algunas “aberraciones” que viviste este año en algunas de tus excursiones a tu país.
    En fin, críticos como el que citas no le hacen ningún bien al turismo y la gastronomía de nuestro país, y tampoco a Francia, pues demuestran a las claras el desenfoque de la realidad de las cosas que padecen (lo puedo elaborar más pero no es este blog para ello, con lo que les está pasando en los países francófonos por ejemplo)
    Me podría extender más pues está semana visite Sevilla por trabajo, llena de franceses y sus tópicos allí donde fueras a comer (obviamente además quejosos, como no puede ser otra claro).

    • Hoy este crítico ha ido a Xavier Pellicer.Y le gustó.Aprovecha incluso para criticar a los cocineros franceses que no están en su restaurante.La cosa mejora…

  2. De los 3 restaurantes que visitó François Simon , qué % estaban en tu lista ¿? . . La única manera que acepto para recomendar a alguien es por analogía . Es decir , sólo opino si se coincido en la apreciación positiva de al menos 3 restaurantes que hayamos ido y 3 negativas . Sino , es perder el tiempo en una conversación Dunning-Kruger ( el cuñao pedante ) . Excelente y divertido artículo/entrada ( me niego a llamarle post 🙂 )

    • No sécquien eres, pero gracias!
      Hoy he añadido un párrafo ya q ha publicado hoy sobre Xavier Pellicer.Quedan más restaurantes, eso sí más interesantes q los primeros.

  3. ¿Crees que Simon en Francia es lo que son Capel y García Santos actualmente en España?

  4. Y lo que me sorprende más es que en sus vídeos todo tiene un aire sucio, de tasca barata, algo que no se ve en sus vídeos de los restaurantes menos snob que visita en Francia. Cuando enfoca el salmonete se ve un manchurrón en la plancha y no enfoca el maravilloso salmonete, en el de las flores de calabacín los utensilios también los enfoca porque no relucen. Aceptar que la creatividad en BCN deja de ser hexagonal pero sigue siendo buena cocina les molesta a los franceses. La condescendencia…Al final el chauvinisme le sale por los poros a Francois….sin querer y lo refleja en las imágenes.

    • Tal vez tienes parte de razón, pero en cambio le encanta Japón o Corea(creo q su esposa es japonesa) y allí lo aplaude todo.Lo ultra popular de una taberna como el diseño gastro más top.
      Realmente lo importante es q sus “críticas” dependen de sus humores.

  5. Ya quisiera tener el pamplina condescendiente este un Suculent, Ultramarinos Marín o una Cosmopolita en París sin que le cueste un riñón

  6. Pingback: ALKIMIA nov 2023 (Barcelona) | Observación Gastronómica 2

  7. Se me había pasado este artículo y hubiera sido una pena, me he divertido bastante. Vengo a través de tu mención a Simon en tu artículo sobre Alkimia.

    Habiendo vivido en España (incluyendo Barcelona) y ahora en Francia, percibo varios matices más desde mi punto de vista.

    Uno es la visión francesa de la alta gastronomía, que claramente sufre del efecto Dunning-Kruger y sobre todo de ignorancia. La ignorancia e incomprensión no solo viene de un sentimiento de superioridad cultural/gastronómica, sino también de la barrera lingüística. Que los franceses hablen inglés a duras penas y que a los españoles les cueste tanto comunicarse en inglés y francés no ayuda. Escuchando a Albert Adrià hablar en francés durante Omnivore este verano me dolía un poco el alma. Que la primera línea de vanguardia española (en el fondo Ferrán, Albert, Andoni, Oriol) le haya costado vender su filosofía en francés se nota. Y es así como Santi Santamaría, cuyo francés era bastante mejor, conseguiría esparcir una aversión hacia la vanguardia española que la gastronomía francesa adoptaría en gran medida como forma de protegerse ante el gran trauma de que le haya salido un competidor [1].

    Por otro lado, hay que advertir que el antiintelectualismo se ha expandido por todas partes. Francia es de los pocos países donde la cultura sigue siendo símbolo de estatus, pero las cosas van cambiando. Un discurso gastronómico mas sencillo, de pulsiones, se alinea más con con la corriente actual que asocia la educación como clasista, la gente con estudios como elitista. El éxito de la revolución del vino natural y la bistronomía (no en el sentido de Camdeborde, pero en el actual) en París estos últimos años viene acompañado de pequeños movimientos anti-establishment, una suerte de lucha contra las formas burguesas y/o elitistas.

    Simon, adalid de muchos desde Le Baratin hasta Camdeborde desde el principio, ahora ha tomado esta postura anti-elitista también. Que simplifique su discurso no sorprende. Seguro que recibe más likes y follows que nunca. Hasta se ha hecho detractor de los mismos rankings (su artículo del domingo pasado) que en su momento presidió.

    [1]: Como nota curiosa y divertida, el chef de cerca des Invalides dice de su odiada y mal nombrada cocina molecular: “De todos los estudiantes que he tenido, no hay uno solo que toque eso.” Habría que avisarle de que Toutain (ex-souschef en su restaurante) pasó por las cocinas de Mugaritz. Como comparación, tu amigo que visitó a RíasKRU (también pasado por cerca des Invalides), cuyo inglés es muy bueno, siempre ha sido más abierto con las vanguardias del sur.

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