


Interrumpo mis crónicas vasco-navarras para publicar una pequeña reseña sobre otro restaurante nuevo en el área de Barcelona, concretamente en Gavà Playa.
Esta vez no es un proyecto pequeño como lo solía reflejar en mis posts de este año pasado (cocineros que se atreven a montar sus pequeños negocios), sino un lugar de envergadura que amplía considerablemente el ya importante grupo de restauración que tiene Óscar Manresa en Barcelona, ya sea en solitario (Torres de Alta Mar, Kauai etc), ya sea en asociación con Romain Fornell.
CATALINA se encuentra justamente a solo 200m de chiringuito Kauai que visité hace 12 años , invitado por Óscar quien me recuerda comentarios que le hice entonces sobre una hamburguesa de pato con foie…(¡qué memoria!)
Es sábado por la noche (mal día para largas conversaciones) y solo pude intercambiar unas palabras con Óscar y Andrés Conde , el jefe de cocina, ex Tickets y Disfrutar. Le comenté a Óscar que aun recuerdo la visita que hice, en este mismo emplazamiento, al restaurante Las Marinas de Pepe Tejero, por los años 93-94. Me lo recomendó entonces Jean-Louis Neichel que se podía encontrar comiendo allí casi cada domingo con su mujer Evelyne y sus trillizas. Y seguro que no fue ajeno en que se le otorgara la estrella a su amigo Pepe. No recordaba lo magnífico que era el espacio, evidentemente totalmente transformado por el nuevo interiorismo. Ni recordaba el magnífico parque, ahora plagado de pequeños chiringuitos, mesas y tumbonas para las copas que siguen las cenas y pensando en futuros eventos. Con su espaciosa terraza, con posibilidad de cierre con cristaleras para el invierno, es realmente un espacio que invita a recuperar esta zona un poco olvidada por la clientela de Barcelona. Es un restaurante de verano que huele a vacaciones en la playa (aunque que estemos a solo 20mn de Barcelona) y para los días de invierno soleados.

Llevan muy poco tiempo abiertos y ya se llena la terraza, con un aforo de 50 personas con mesas bien separadas, pero con algunas mascarillas de los camareros medio caídas (los tiempos vuelven a ser difíciles en Barcelona con muchos negocios temporalmente cerrados por casos de covid en los equipos de los restaurantes: mascarillas FFP2 y distancias con el comensal MÁS QUE NUNCA).
Melón con ginebra
Mejillones al Jerez(15€)
Excelentes!
“Gazpacho” de jalapeño con fresitas y sésamo negro (12,5€)
Muy “dabiziano”. Rico, pero algo subido de picante. Las fresitas de guarnición no son de mi devoción. Creo que deberíamos llamar estos “gazpachos” que no llevan tomate, ajo, pepino, pimiento etc…: sopas frías. O bien hacer el mejor gazpacho o salmorejo que se pueda que también sería una buena solución en una carta que no busca mucho la originalidad sino platos-standars de la cocina ochentesca.
Navajas con meunière
Deliciosas. De hecho, es una meunière algo mejorada…pero la cáscara del bivalvo con puré de hinojo, servida al lado, no aporta gran cosa. (En la foto no es la ración. Era justo para probarlas.)

Bogavante relleno de setas y salsa holandesa
Tal vez la salsa salió demasiado líquida y no pudo gratinarse. Pero el punto de cocción estaba perfecto y el relleno muy rico.
Óscar me confiesa que quiere proponer una cocina de producto y le entiendo perfectamente. Sin muchas complicaciones, y más en plena temporada, En invierno, tal vez se podría aprovechar el talento de Andrés Conde para añadir platitos más “gourmets”, pero la cuestión no es complicar por complicar, sino cuidar más la sencillez. Las verduras torneadas que acompañan el bogavante azul (12€ los 100gr) tendrán su encanto vintage pero no aportan gran cosa gustativamente, a pesar del trabajo que dan. Pensé, al degustar al bicho, que se sirve con una especie de americana, en un buen arroz pilaf (con brunoise de verduritas ¿por qué no?) que podría absorber la salsa y casaría más con la degustación del crustáceo.
Châteaubriand con salsa de vino
Mi acompañante se inclinó por un châteaubriand con salsa de vino tinto (50€ para dos personas). Reconozco que es recomendable reducir el consumo de carne, por salud y por el medio ambiente y soy más defensor del consumo de la casquería que del culto a la chuleta y a la hamburguesa que veo, con preocupación, aumentar día a día entre la clientela y las propuestas de los cocineros mediáticos.
Casi deseaba más probar el gratén delfinés (“gratin dauphinois”), que había visto anunciado en la web, que la propia carne. Pero ya no se encuentra: la clientela se volcaba más en las patatas fritas. Puse, sin saber, a Andrés en un compromiso ya que tomó la iniciativa de improvisar uno al momento (son más 30 mn de preparación). Así que no le tendré en cuenta su sabor algo soso.
Está claro que en Catalina es recomendable pedir las piezas de pescado para dos, como el rape a la brasa que veía circular entre las mesas, o el rodaballo (aunque sea de piscifactoría, por un motivo de regularidad en el tamaño…) hecho a la manera de Elkano. Me quedan muchos platos por probar para la próxima vez.
También los postres son para compartir. Pero casi prefiero las raciones individuales, y más en estos momentos.
Tarta de queso con Comté e Idiazabal,y coulis de frutos rojos (12€)
Flan con nata (12€)
Muy meloso, recordando el que se servía en Casa Leopoldo (por cierto, me dice Óscar que Romain Fornell sigue usando el local de centro de producción y, entre los dos, no tienen visos de abrirlo próximamente).
CATALINA
Abierto cada día, mediodía y noche!
12 euros un flan…
Ración.para 2
Robo
Que cómo fue mi experiencia en el restaurane Catalina de Gavà? Empiezo por lo positivo que acabo antes, los segundos excelentes. Tanto el chuletón como el rodaballo buenísimos. El resto de la velada se movió todo entre la decepción y la tomadura de pelo. Es una lástima preparar una de cena de compromiso para 6 personas que hacía un año y medio que no nos veíamos y el servicio, las raciones y decenas de detalles más, protagonizarán nuestra conversación. Iré por orden… La camarera que nos sirvió el vino se entrometido bruscamente en la conversación, de forma graciosa seguramente, pero no toca… Un vino, por cierto, que no está a la altura de lo que un menú de 65 euros promete.
Las raciones del pica pica eran ridículas y emplatadas en una sola bandeja, que ausencia de medidas covid a parte, era muy incómodo estar moviendo los platos de aquí para allá para alcanzar una miserable sexta parte, por ejemplo de un hummus que no superaba en tamaño a una canica.
Más detalles, ni una triste botella de agua en la mesa, la copa de vino es de menú de bar normalito, el cuchillo para la carne, por tierna que estuviera, era más para untar mantequilla que para cortar una costilla. Los platos retirados los dejaban en una mesa-bandeja a menos de un metro a la vista de los comensales y allí se iban apilando. El chuletón sin guarnición alguna, y el rodaballo lo que partir las comensales. La tarta, mejor dicho tartita, era en principio una para los seis con lo que quedaba una ración un pelín mayor que un quesito de El Caserío y teniendo que elegir entre chocolate o cheescake. Supongo que el camarero nos vio la cara y nos trajo las dos para degustarlas. Qué atento, dos quesitos de pastel para no perder la línea… ah, por cierto, sin cuchillo para hacer porciones. Se ve que teníamos que ir metiendo las seis cucharas de la boca al pastel.
Acabamos con los cafés. Yo creo que si lo traigo yo, tiro menos en el platito y a aviso que a torpe no me gana nadie.
Algún chupito? No no…para qué? Supongo que un menú de 65 euros por cabeza, no se merece que nos lo ofrezcan.
La cuenta la tuvimos que reclamar dos veces y al final me tuve que dirigir yo mismo a la barra a liquidarla porque apremiaba el toque de queda. Cuenta que por cierto reflejaba la paga y señal en una letra tan pequeña que ni el camarero había visto y tuvo que comprobar que estaban pagados los 195€ de la reserva. El 50%, ahí es nada por cierto…
Una lástima que un local tan bonito y con tanto potencial decepcione tanto y me haya hecho quedar mal ante una cena de compromiso.
No logró reanimar mi estado de ánimo ni el gran Eugenio en el hilo musical de los servicios.. Y os aseguro que no es por el dinero. Ese menú por la mitad de precio estaría más ajustado a la relación calidad precio, pero me hubiera ido con la mochila cargada de los mismos decepcionantes detalles. Ver como tus invitados, que no pagan, se enojan tanto o más que el que paga es una sensación bastante desagradable.
En fin… como sigáis así os auguro un futuro aciago como negocio. Apuesto que el año que viene, si seguís así, habréis bajado la persiana. Darwinismo puro…
Saludos
Bufff qué pena! Espero q Óscar lea esto…
Tienen q mejorar muchas cosas. Tampoco nos ofrecieron agua, recuerdo.
Algunos de los fallos, los achaqué a la recien apertura.Pero espero q vayan corrigiendo pronto.
Volveré en cuanto pueda.El sitio me encanta y Andrés Conde es un buen cocinero.Tiene la obligación de hacer mejor las cosas.
Gracias por tu comentario!
Deje un comentario que no se porque no se ha publicado.
Estuvimos el lunes pasado en este a Restaurante, a pesar de que amigos nuestros nos dijeron que no les había gustado, el sitio es maravilloso igual como era cuando se llamaba Las Marinas del Sr. Tejero, pero pienso que el Sr. Manresa no está a la altura, los mejillones que Ud. probó no sé cómo eran, pero los que tomamos nosotros estaban muy secos y no tenían ninguna gracia. El servicio fatal iban súper despistados y había un señor un poco mayor que rayaba la antipatía. El rodaballo correcto, el arroz de rape y calamar, con poco rape y no fue un gran arroz. El postre de fruta cortada al momento con un cuenco con pie enorme lleno de hielo muy aparatoso con poca fruta y no muy buena 15€. El precio en general me pareció caro por lo que nos sirvieron. El Sr. Manresa se paseaba por allí, pero al salir nos cruzamos con él y ni nos saludo. Espero que cambien de actitud porque ahora que empiezan tendrían que cuidar un poco más a los clientes.
Muchos saludos
Lo había aprobado.Estoy a favor de publicar los retornos, incluso cuando soy negativos.
Aportan y ayudan.Gracias
El lunes pasado estuvimos cenando el este Restaurante, fuimos a pesar de que algunos amigos nos dijeron que no les había gustado. El sitio es encantador con unos jardines y terrazas preciosos, pero ya era así cuando se llamaba Las Marinas y lo llevaba el Sr. Tejero. Comimos los mejillones, no se los de Ud. pero los que comimos nosotros estaban secos y no tenían ninguna gracia. El rodaballo correcto, el arroz de rape con calamares con poco rape y no era ninguna excelencia. La fruta cortada al momento en un cuenco con pie súper incómodo lleno de hielo, con poco fruta y nada sabrosa 15€ y no había para dos personas.El servicio muy despistado en general y un señor un poco mayor rayando la antipatía. El Sr. Manresa se paseaba por allí y al salir nos cruzamos con él y no siquiera nos saludo. El precio caro por lo que comimos. Deseo que tomen nota de las quejas para hacer mejor las cosas porque de momento no tratan al cliente para que desee volver.
Un saludo
No sé porqué pero hice un comentario que no se ha publicado
No puedo dejar mi comentario porque le doy a publicar y no me deja
Gracias Sr. Regol
Tuve la oportunidad de comprobar lo que parecía era un hecho. La apertura del Restaurante Catalina en el espacio del que había sido Les Marines.
Es un espacio estupefacto! Maravilloso entorno, cuidado, varios ambientes para vermut, almuerzo, cena, cocktails, con música de ambiente en un entorno para las mejores sobremesas.
Calidad extraordinaria , carta innovadora sin sorprender en su gastronomia autóctona.
Un Restaurante TOP en un entorno 10!
He vuelto esta noche…Un lugar magnífico y la cocina más que correcta!
Hi vaig dinar dijous (02.12.2021).
Habitual del desaparegut Las Marinas, tenia curiositat per veure cap a on va aquest nou projecte, per altra banda situat en un espai fantàstic.
Vins de menys de deu euros a minorista, presentats a trenta a la carta, navalles ben cuinades amb un puré de fonoll interessant (llegeixo que a en Philippe no el va convèncer, però jo agraeixo les propostes per servir producte d’una manera diferent de la que habitualment ens arriba a la taula).
Anxoves en salaó només correctes, uns ceps amb ou d’ànec molt fluixos (ou ferrat massa fet, ceps amb un punt agre decebedor), arròs de cigales amb molt bon punt de cocció, molt bo i el millor plat del dinar, i una taula de formatges, per postres, irregular.
€80/cap que no em convencen (cost de l’espai inclòs). Servei atent, sala (interior) mal condicionada (cal corregir els temps de reverberació, que incomoden els comensals tot i no estar la sala plena; no hauria de ser difícil de millorar).
Vaig menjar bé? Sí. Vaig menjar car? Molt. Els propers €80/cap els invertiré en un altre lloc? Segur.
Molt de marge de millora, si és que el projecte ho pretén.
Senyor Regol, hi vàreu tornar, oi? Quin parer en tinguéreu?
Hi vaig tornar un parell de vegades.M agrada molt el lloc.La cuinna, depen dels plats.Molt bé la cua de rap a la brasa.
La cuina perfecte, però té molt que desitjar el servei de menjador. Dissabte dia 30 d’abril vàrem anar a celebrar un aniversari i el primer que ens va passar (no agradable) va ser que al dur-nos el aperitiu obsequi del Restaurant, li va cauré al cambrer un troç de síndria a la taula i en lloc de dir-nos “disculpin els en porto un altra, va dir, veritat que no els sap greu que m’hagi caigut” ??? no és el correcta d’un Restaurant.
Vàrem portar un pastís d’aniversari nosaltres i havía una fusta especial amb una dedicatoria emotiva que sense saber el motiu, resulta que es va extraviar, a ón …….. vés a saber, però si és cert que es va entregar junt amb el pastís.
Tema pastís, un altra i va ser que al dur-nos les capsetes per emportar-nos el que havía sobrat, directament el cambrer agafa un cullera que havíem fet servir nosaltres, i va posar-lo a la capsa, imperdonable.
Sap greu que poden disfrutar d’un menjar i lloc especial, en trobis amb aquests incidents que fan que marxis amb “mal rotllo”
Una mica fort el que comentes!!!Quina pena de servei!
Que vaya a servirle a su madre, y me falta un conocido adjetivo!!!