Ocho meses después he vuelto a L’Artesana de Poble Nou. (Ver mi post del 4 de octubre ).
Después de tanta alta gastronomía europea, es bueno volver a esta “alta cocina” de barrio que tanta satisfacción nos da a veces.
Este proyecto de dos jóvenes cocineros asociados se ha integrado perfectamente a esta zona tan dinámica que es el Poble Nou. No tan hipster como Sant Antoni, con propuestas gastros más dispersas ( el barrio es enorme), pero con el encanto de una vida de pueblo grande justo en medio de rascacielos y de edificios significativos como el Hotel Melia, Mediapro, Ed.RBA, Torre Agbar…
En unas de estas calles vecinas al eje vertebrador del “Poble” que es su Rambla, se sitúa L’Artesana, con su concurrida terraza que da a una explanada. Ahí se propone una mezcla de menús económicos al mediodía con una propuesta más bistronómica por las noches, en la que se mezclan, a su vez, platos de tapeo tradicional con platillos algo más refinados y , como lo veremos, hasta ligeramente lúdicos, como su versión de “albóndigas con sepia”.
Héctor y Pau han sabido sumar esfuerzos, conocimientos y estilos gracias a su respetivos bagajes que van de Gresca a Monvínic.
El resultado es una cocina fresca, apetitosa que se degusta muy agradablemente mientras se conversa entre amigos, pero con algunos platos que te incitan ya a pensar en volver. Es bueno que un restaurante tenga al menos un par de platos por los cuales volverías. Es lo que me pasó con la brandada de bacalao que degusté en septiembre y con la que me he vuelto a encontrar, pero esta vez añadiría la papada con navajas, ahora perfectamente resuelta con este “hilo conductor” de jugo teriyaki, que echaba de menos en mi primera visita.
Los postres aun son mejorables. Falta una propuesta dulce a partir de frutas de temporada (tal vez la mejor estación del año con sus cerezas, fresones, albaricoques, nectarinas, melocotones…). No entiendo cómo se puede desaprovechar la temporalidad de las frutas en algunas cartas de restaurantes que proponen, en plena primavera, postres con manzana o piña! La temporalidad que se entiende para las verduras, las setas, los pescados, la caza…también tiene que aplicarse a las frutas, que deberían ser el principal ingrediente de los postres.
Recomiendo compartir platillos, aunque, cuando lleguéis a la brandada, lamentaréis no haber pedido una ración entera para cada uno….
Rica la croqueta de carne de cocido.
También la ensaladilla, aunque se parezca a la de Gresca: es decir que un poco más de “caña” en el aliño de la mahonesa no quedaría mal, empezando por trocear y repartir la piparra, por ejemplo.
Rösti de patata con brandada de bacalao y huevo poché. Digno de un restaurante estrellado.
Una pena que se haya cortado la holandesa de los espárragos blancos. Otra prueba de lo que decía hace poco en tuiter: que a veces se hacen espumas de holandesa por facilidad (más que por buscar delicadeza) y por miedo a que se rompe la fragilidad textural de una de las mejores salsas emulsionadas que existan. Una holandesa bien hecha es el mejor acompañamiento para unos espárragos. Por cierto, no sé porqué no se encuentran holandesas de mantequilla noisette…
Colmenillas a la crema (con más jugo de carne que crema, y los jugos de esta casa son excelentes, siguiendo el método “Gresca”), sobre un brioche empapado. Delicioso! Pero porqué no un buen pan? En todo caso, no me molestó ese ligero dulzor.
Perfecta la papada con navajas, con la mezcla de teriyaki y de aliño acidulado del bivalvo. Otro motivo de visita.
Albóndigas con “sepia” . Un plato ligeramente lúdico en el que la albóndiga es una especie de pelota alargada de carne de sepia, pan, y tinta, (aspecto de morcilla) mientras que el equivalente de la textura de la sepia se encuentra en forma de unos tendones de ternera, con buena mordida. (En general, se suelen cocinar demasiado los tendones, con resultados texturales demasiado blandengues). Este versión de un plato tradicional es realmente conseguida. Solo eché de menos un poco más de jugo en el plato.
Los callos siguen siendo un imprescindible de la casa. Para los amantes de los sabores potentes. Terminaron en cuarta posición en el concurso que organiza cada año el asturiano Pedro Martino del restaurante Naguar de Oviedo…
Demasiado dulzón el emborrachado del babá casero. Menos almíbar, más ron (y que sea sin quemar), y con un poco de chantilly, el postre ganaría. Lo más difícil está hecho ya que la masa del babá está muy conseguida.
Cannoli de crema, pistachos y chocolate Correcto.
L’ARTESANA de POBLENOU
c/ Joan de Malta nº 148
Recomendable, con el buen tiempo, cenar en terraza.
Solo cierran los domingos. Abren a las 9h de la mañana.
93 002 20 39
Muy buena recomendación. me atreví a probar una liebre a la royale, estaba impecable.
También probé unos calçpts caramelizados estupendos y una torrija sensacional. Precios contenidos lo que se agradece. por poner un pero falto un poco de empatia con el servicio.
Totalmente de acuerdo con tus comentarios!