3 comentarios el “BAR DE VINS. Fábrica Moritz. (Barcelona)

  1. Estuve este sábado pasado en Louis y me fijé en el bistrot. El Louis, por cierto, está a un nivel espectacular; creo que hay pocos sitios de Barcelona en los que se salga tan contento. No sólo por la calidad de la comida sino por el “ductus” y formato de la misma: raciones muy generosas, de comer durante largo rato, recreándose en la repetición. Estoy harto de platillos y de raciones cada vez más escasas que – paradójicamente – empiezan a justificar la típica crítica paleta a la alta cocina. Aquí sin embargo tardé tranquilamente 20 minutos o más en acabar con las impresionantes manitas (receta signee Pierre Koffmann) o el rape.

    Y lo que ya es el acabose es combinar la monumental carta de vinos del Bistrot con la comida del Louis. No entiendo la necesidad de disociar ambas, aunque el sumiller me dijo que el cliente medio del Louis se veía superado por tantas referencias. No sé…entiendo que la gente dispuesta a sacar partido de esa carta también estamos interesados en hacerlo no con los platos del bistrot, sino con los del restaurante principal.

    • Hola. Disculpa el retraso en publicar tu comentario.
      Muchas ganas de volver a Louis.Y más hoy cuando mi comida en el Bistró no ha sido de las mejores. Acabo de “dejarme un comentario” je je

  2. Hoy he vuelto pero las cosas no han salido igual de bien y mi obligación es decirlo aquí, ya que estoy consciente de que he creado expectativas. En cocina las cosas no salen siempre igual. El trinxat estaba hecho puré y no tenía aquella textura de verduras en pil pil de las dos ocasiones anteriores.
    Probé dos platos diferentes: el cake de chorizo, en el que el membrillo dominaba. Y la tatin de puerros cuyo hojaldre estaba algo caramelizado. No se entiende porqué… Jordi no es un amante de la cocina dulzona.
    Para terminar la ración de babá estaba reducida a la mitad de la que vemos en la foto…

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