Observación Gastronómica 2

Para cerrar esta crónica de Paris sólo me queda hablar de un par de visitas más. Pero no son restaurantes. Se trata del salón de té Lenôtre situado en uno de los pabellones de los jardines de los Campos- Elíseos. Nunca había entrado. Ayer miércoles, de casualidad, hacía justo cinco años que el gran pastelero Gaston Lenôtre fallecía.

Degustación de un milhojas XXL (así se llama en la carta de postres) (15 €). El hojaldre estaba horneado hasta el límite de cocción posible . Cosa que se puede apreciar por su color. Pero en boca, estaba perfecto. Una pena la crema pastelera que desmerecía: textura harinosa. ¡En Lenôtre!…En cambio, bastante bueno el babá, bien emborrachado, con el punto justo de almíbar y ron. Esta vez sin nata .

No tuve tiempo de visitar la tienda de un pastelero japonés que tiene muy buena pinta  http://www.sadaharuaoki.com/ Veo en su web troncos de Navidad paralelepípedos , dacquoises con sabores nipones : yuzu, té verde, sésamo. El ADN galo de la pastelería revisitado (re-lookado, como dirían los franceses) con nuevos sabores, nuevas formas y una nueva estética :” macarons y chocorons”, (macarrones envueltos en chocolate…)

Charcutería de Gilles Vérot. El año pasado había probado sus “cochonailles” en el restaurante Terroir Parisien de Yannick Alleno y me había prometido hacerle una visita. Un festival el escaparate. Todo muy tentador . Terrina de conejo perfecta, “ pâté en croûte” (una elaboración que voy persiguiendo bajo todas las formas, calientes o fríos). Aquí con con foie-gras. Lo envasan al vacío para viajar. Degusté estos productos en casa. Bastante conseguido, el pâté pero con el eterno problema de la masa algo cruda en su parte interior. Terrina de conejo brutal y un salchichón riquísimo.

Cuando se pide el salchichón al dependiente, éste pregunta al cliente el punto de curación deseado (nivel). Detrás en la foto, Gilles Vérot atendiendo en la tienda. 

Venden también el jamón ibérico Bellota&Bellota.

Aprovechar la visita a esta tienda para acudir a la Grande Épicerie de los vecinos grandes almacenes Le Bon Marché. No es Harrod’s pero casi.

Como siempre hay que dar una vuelta por la plaza de la Madeleine, uno de las concentraciones gastronómicas más densas del planeta

con la tienda de chocolates de Patrick Roger con sus escaparates siempre espectaculares o con el restaurante Lucas-Carton. Sigue en la carta el famoso foie-gras en caldo chino de Alain Senderens, uno de mis recuerdos gustativos más impactantes. Estuve a punto de volver a este lugar sólo por este plato. Pero Jérôme Banctel, quien fue el chef de la casa durante 7 años bajo la tutela de Alain Senderens ya no dirige los fogones. En estos últimos meses pasados los platos estaban elaborados por una empresa de catering… Hoy se anuncia un nuevo acuerdo entre Senderens y la propiedad y la inminente llegada de Julien Dumas, como chef ejecutivo. El histórico chef del primer equipo de la Nouvelle Cuisine volverá a controlar cada plato de la carta. Buena noticia.

Me gusta también entrar en Prunier, Hédiard y evidentemente en las dos manzanas de Fauchon.

Sólo compré una latita de rillettes de sardinas, pero me llevaría media tienda.

Mucha cola siempre en la tienda de las mostazas Maille. Botecitos con centenares de sabores. La mostaza como “souvenir”.

Todo no es gastronomía. Visita a los Impresionistas del Museo del Quai d’Orsay…

Dos días y medio no dan para más… Fin de las crónicas parisinas.