Hace un año y medio visité La Castanya, donde estaban instalados Nicola Drago y Matteo Bertozzi, (en el centro), dos cocineros italianos defensores de la línea Slow Food. Aquí mi post.
Hace un par de meses , han cruzado la Rambla y se han instalado en el carrer Nou de la Rambla, una calle un poco más “hipster” que la agobiante calle Escudellers. Para situarnos, se encuentran ahora a 100m de La Fonda España, del bar Cañete, del Suculent o de Frankie Gallo Cha Cha Cha, la pizzería trendy de los de Xemei. El nombre del restaurante también ha cambiado y , de connotaciones “catalanetes” que tenía el anterior, se ha pasado a este provocativo y más “modernet” : My Fucking Restaurant.
El sitio ha sido reformado (antes se llamaba Moix , restaurante que fue aplaudido por algunos medios digitales barceloneses, pero no llegó a convencerme en mi visita del año pasado). Su comedor da a un pequeño patio en el que se ha instalado un huerto urbano de plantas aromáticas.
Releo mi post del año pasado y veo que se mantiene la línea de una cocina que fusiona lo italiano con toque más personales, a veces con acertado desparpajo como en el caso del
“taco” crujiente de parmesano con una deliciosa caponata y más aun con
“Las bravas que soñaban ser patatas”, una interesante masa frita de harina de garbanzos, tradicional de algún región italiana, aquí tratadas como unas “bravas”. Adictivas a pesar del exceso de picante que Nico me ha prometido reducir un poco.
En esta misma línea también es interesante la polenta frita condimentada con dippings de pesto rojo y verde, sobre crema de parmesano y con dados de scamorza.¿ Por qué no usar directamente una crema de scamorza y prescindir del parmesano?
Me gustó la idea de un calamar con “bagna cauda”, una receta popular turinense a base de aceite, anchoa, leche, mantequilla. Pero quedaría por afinar un poco la cocción del cefalópodo. Tampoco sé si es necesario versionar la receta. Aquí poca gente conoce la original y tal vez agradecería una sencilla pero buena “bagna cauda” clásica.
Se siguen sirviendo la croqueta de pollo sin bechamel, muy cárnica de textura y
la croqueta de “osso bucco” con gremolata de cítricos (ajo, perejil y limón). Eché de menos la bomba de arroz con boloñesa que me había gustado en mi primera visita.
En cambio volví a degustar el excelente steak tártar de vacuno ecológico. Muy bien condimentado. (No hay foto , ver post del año pasado).
Nico y Matteo son cocineros con personalidad y muy “lanzados” a la hora de plantear su carta. No quieren tener una carta de restaurante de cocina italiana al uso. Huyen de las pastas y de las pizzas y muchos de los platos son sin gluten.
Siempre les gusta arriesgar y jugar. Pero no siempre aciertan como con la presa a baja temperatura (ya empezamos mal) con toques de cacao, ricotta y demi-glace de mandarina. Dulzón a pesar del presunto amargor del cacao.
Buena tortilla de parmesano, con su teja crujiente del mismo queso
y rico de sabor el arroz bomba “a la llauna” de costilla, mejillones y alioli, un poco pasado de cocción, defecto que prefiero a un exagerado “dente alla italiana” .
En cuanto a los postres, estoy convencido de que la pastelería italiana es lo suficientemente diversa y rica como para poder inspirar a Nico y Matteo otra cosa que una ganache de chocolate con crumble de romero. Correcta pero un poco cargante si no se toma para compartir.
Me encantó el vino que eligió Nico para la degustación. Un tinto (a pesar de su nombre), natural y de baja graduación de Moisés Virgili (Tarragona). Cabernet, Garnacha y la uva blanca del Xarel.lo.
My Fucking Restaurant
c/ Nou de la Rambla nº 35
Abre a partir de las 17h de la tarde. Barra con tapas y cócteles. Cierran martes y miércoles.
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