Este jueves por la noche el Paseo de Gracia de Barcelona era una fiesta . Fiesta del consumo a través de la Shopping Night pero también de la gastronomía. Evito este tipo de saraos pero si me invitan a participar en una cena organizada por Quesos de Suiza, preparada por Carles Gaig y presentada por la periodista de El Periódico Anna Riera (en la foto), no me puedo resistir. Se trataba de un restaurante por-up, en estos momentos tan de moda, es decir efímero.
Carles Gaig rodeado de su equipo (el pastelero Josep Armenteros con las gafas)
Una entoldado con buena calefacción, una cocina de campaña, Carles friendo buñuelos delante de los comensales y detrás, como decorado de lujo, La Pedrera de Gaudi. Una velada muy agradable que encima tuvo una dimensión gastronómica sorprendente si se tienen en cuentas las dificultades materiales para organizar el evento (felicidades también para Nicola Polinelli!).
La primera cena de las 20h se sirvió en menos de una hora y media, ya que le seguía un segundo servicio a las 22. Unas sesenta personas en total.
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Se empezó con una sabrosa y untuosa crema de boletus (“ceps”) con buñuelos crujientes de Emmentaler AOC.
Luego llegó el plato más goloso de la cena. Los famosos canelones de Gaig con una ligera bechamel de trufa y un sutil gratén de Le Gruyère AOP. Brutales . Hacía tiempo que no comía estos canelones y quizás es la vez que mejor los disfruté.
Merluza al cava, queso Sbrinz AOP , parmentier (es decir puré de patata pero esta vez más sin mantequilla para no recargar de grasa láctea) y una “flor” de Tête de Moine, ese queso que se degusta en virutas que cogen formas de claveles gracias a la “girolle”, maquina creada ad hoc. Ver post sobre Suiza. El Sbrinz es un queso que me gusta mucho y que recuerda al parmesano. De hecho podría ser su antepasado aunque no haya alcanzado la fama del queso italiano.
Un plato rico, con la cocción del pescado en su punto, pero muy en una línea de cocina ochentesca, periodo en el que se cocinaba mucho con quesos franceses (o suizos), pescados incluidos.
Pastel de queso Appenzeller con coulis de frutos rojos . Rico pero de textura excesivamente densa…
Me volví a casa doblemente feliz, por la deliciosa velada y por tener mis necesidades de lípidos y de calcio cubiertas para toda la semana .
TWITTER : @PhilippeRegol