“Monkey Town es un proyecto transversal que mezcla gastronomía y videoarte. El concepto es de Montgomery Knott, de NYC (el proyecto nació allí, pasó por Denver y ahora llega a Barcelona).
Se trata de una instalación de cuatro pantallas de 7×7 que forman un cubo dentro del cual hay mesas con espacio para 32 comensales. Dentro del mismo se sirve un menú -en el caso de Barcelona, es de Sergi de Meià– que consiste en 3, 4 o 5 platos, dependiendo del día. Durante las dos horas que dura la cena hay proyecciones de varios videoartistas y una performance en vivo”.
(Extracto de la nota de prensa).
Ante mis preguntas sobre Ultraviolet Shanghai (del cual me dice Montgomery no haber oído hablar, cuando yo creía que Paul Payret era el precursor de este tipo de eventos…), El Taller de Paco Roncero y su Sublimotion Ibiza o El Somni de los hermanos Roca, me contesta que lo que hace no tiene nada que ver. Él empezó con esto en el 2003. Como diferencia, destaca que no hay ninguna relación temática entre los contenidos de los videos y el “concepto” del plato. De hecho se trata de una decena de videos mientras se sirven sólo cinco platos.
Acepto las diferencias entre estas diferentes propuestas: unas son más desenfadadas como la que vi presentada en Omnivore Paris sobre UltraViolet de Paul Payret, otras más pretensiosas como El Somni pero todas estas gastro experiencias tienen en común,(tras justificaciones varias de “experiencia total y transversal”) la distracción del comensal de lo que viene a ser el meollo de la gastronomía : el plato.
Lo he explicado en otras ocasiones. La atención sensorial por parte del cerebro es limitada. La gastronomía ya convoca, a parte del gusto/gusto retro nasal/olfato (nuestros sentidos más débiles), otros sentidos como la vista o el tacto. Si encima se le añade video arte, música, efectos especiales o alguna performance en directo como ocurrió ayer (digna de una vedette del Molino metiéndose con les espectadores) ya podemos imaginar en qué queda la experiencia gastronómica propiamente dicha.
¡ Si justamente, para concentrar nuestra atención en una degustación particularmente placentera, tenemos tendencia a cerrar los ojos y en concentrarnos en nuestra percepción del sabor!
En estos casos de experiencias multisensoriales, la gastronomía tiene todas las de perder…Y de hecho, siempre pierde. Aviso para los cocineros tentados por estos experimentos…
De hecho, el reducido tamaño de la mesa de unos 30 o 40 cm2, para dos personas ilustraba la importancia que se le daba a la cocina. Platos fríos, raciones pequeñas, pollo recalentado. Además de unas condiciones de confort rudimentaria: bancos estrechos y duros, sin aire acondicionado, para más de dos horas de “cena-espectáculo”. Pero más sofisticación en la propuesta culinaria no cambia lo que realmente es el fondo de la cuestión. La gastronomía tiene sus propios recursos para aportar al comensal todas las sensaciones placenteras que se espera de ella. La principal, lo repito, es la gustativa pero también el aspecto visual de los platos (ayer casi era una experiencia “Dans le noir”) o la agradable conversación de los compañeros de mesa (ayer imposible por la potencia del audio). Conclusión. O se va a cenar o se va al teatro o al cine.
Y entramos en otro tema colateral. No se entiende como un cocinero como Sergi de Meià, (con su cocina más bien tradicional de producto de proximidad y de temporalidad) y el pastelero Josep Almenteros (al mando de los fogones ,ex Gaig) se hayan metido en esta aventura, en la que imaginaríamos, al menos en el caso de Sergi, otro tipo de cocinero más proclive a estos experimentos (Arola, Freixa etc…)
Los platos:
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Crema de coliflor con flores y verduras. Calabaza y cordero a la morisca (cocina del siglo XVIII, el mejor plato)
Mollejas, crema de acelgas, verduras en escabeche. Pollo eclógico con setas y aromáticos
No me quedé para el postre.
Para cualquier tipo de información sobre el concepto, los horarios o los precios (eso sí , muy razonables) , consultad la web http://www.monkeytown5.com/cas/
En una nave modernista de Poblenou (Calle de Cristóbal de Moura, 126)
Sergi de Meià me acaba de comunicar que deja este proyecto, por motivos personales que no tienen nada que ver con mi post.