El nombre , CACHITOS,podría asustar a algunos y la localización en plena Rambla de Cataluña no tranquiliza para nada. Hace tiempo que este paseo y la Rambla propiamente dicho han adquirido una fama “gastronómica” ganada a pulso. Si no fuera por la recomendación de un amigo del sector, nunca me hubiera acercado a este espacioso local diseñado por la interiorista Estrella Saletti. El diseño pocas veces ha sido lo que principalmente me ha movido a la hora de elegir un restaurante.
Pero en este caso, hay que reconocer que los amantes de los espacios llamativos y con cierto empaque cañi/barroco tendrían ya un motivo suficiente para una visita. Varios niveles, barras, mesas colectivas, mesitas bajas como mandan los cánones de la nueva informalidad e incomodidad restauradora, pero también mesas con manteles ante un lujuriante jardín interior y profundas butacas invitando a degustaciones de cócteles y a charlas íntimas hasta en recónditas salitas, conforman esta somera descripción de un decorado singular.
Sorprende que en este marco se esconda un cocinero con larga experiencia profesional, amante de la cocina “sin tonterías” (como diría David de Jorge), basada en los mejores productos (marisco de Laureano, sólo por dar un ejemplo) y gran ejecutor de arroces valencianos. José Miguel Manzanal es todo un personaje. Originario de Palencia pero con buen parte de su carrera en Valencia, perfecto conocedor de la gastronomía del Levante pero curioso empedernido, es capaz, todavía a sus años, de irse de stage una temporada a Dos Palillos o a Koy Shunka para aprender algunos secretos de la cocina asiática, o de viajar a Alba a buscar tartufo. Pero al mismo tiempo, dirige con mano firme las cocinas de este gran barco que es Cachitos donde puede dar de comer a mucha gente. Cocina franca, eficaz, sabrosa, sin florituras fashion propias de estos locales. Un poco a la imagen de este personaje un poco cascarrabias pero generoso. Tan generoso que de tanto querer agasajar a nuestra mesa, no pudimos acabar los postres, por cierto seguramente lo más flojo de toda la comida.
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Jamón de bellota con coca de pan con tomate. Es así , lo recuerdo, como nos gusta comerlo en Cataluña , en contra de las opiniones de los puristas.
Almejas enormes al natural, pero al vapor.
Buenas croquetas de pollo y de jamón (2,10 €). Buen buñuelo de bacalao con patata (2,50€)
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Huevos rotos con patatas pajas y chorizo (8,90€).
Tripa de bacalao sobre puré de patata natural. Aconsejé que se diera más protagonismo a este puré. En forma de volcán y con mucha menos salsa.
Deliciosos guisantes con butifarra de un pueblo cerca de Balaguer. Casí le sobraban las espardeñas.
Riquísimo canelón de faisán con una sabrosísima salsa suprema al foie y generosas láminas de trufa blanca (las últimas) y negra. (9,70 €)
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Magnífica centolla al natural (fuera de carta).
Muy buen arroz de alcachofas y chipirones, con el grano perfecto.
Y deliciosas mollejas de cordero con salsa cantonesa (algún recuerdo de su estancia en Dos Palillos).
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Probé dos tartas de queso. Ninguna me convenció, tal vez en gran parte por la masa hecha a partir de galletas.
Buenos canutillos rellenos de crema.
Una propuesta gastronómica honrada en plena Rambla de Cataluña…en un marco singular , (que gana bastante iluminado por la noche) , no es tan frecuente.
Carta extensa. Menú a 17 € al mediodía. Degustación a 50 €. Y precios razonables.
CACHITOS
Rambla de Cataluña nº 33
93 215 27 18 Reservas 662 475 145