Aunque la presentadora Eva González reseñara que la elección del joven Fabián, como último finalista, fuera “merecidísima”, algunas dudas sobre la capacidad de este chico son inevitables.
Sólo había que ver, en el último programa, como pelaba una manzana…
Es cierto que Juan Manuel no lo hacía mucho mejor, pero en este caso me tranquiliza saber que la mondas (grosísimas) irán a Caritás…
Ahora que se está llegando a la final, es cuando se ven las claras insuficiencias técnicas de los finalistas. Sin hablar de una “falta de criterio” palmaria, como lo dice Jordi Cruz en algún momento.
¿Son estos tres o cuatro chicos representativos del nivel culinario que existe en este momento en la joven cocina española? Sinceramente, no lo creo. Este constato de una cierta mediocridad nos obligaría seguramente a retrotraernos a fallos cometidos en el multitudinario casting de hace unos meses… Y a estas alturas del partido y como se suele decir de forma manida: “Esto es lo que hay”.
José David estaba a punto de mezclar manzana al arroz de pollo y
Eva cerezas con lentejas. Combinaciones que “algunos cocineros geniales (como Adrià o Gagnaire, este último lo añado yo) podrían hacer que funcionen, pero no creo que sea el caso de José David” comentaba Jordi. Pero, en otro momento, los miembros del jurado criticaban la simpleza de los platos y la falta de riesgo. Difícil equilibrio, visto el nivel culinario de los concursantes.
En todo caso, el riesgo en la creatividad no se puede plantear , de esta manera prematura, en el momento del aprendizaje.
El modo de cocción
Más cuestionable aun fue la elección del modo de cocción de las pechugas de pollo: baja temperatura. Otra vez hay que decir que lo mejor de este programa habrán sido algunos comentarios acertados por parte del jurado. Proferidos con seriedad por parte de Jordi y con una deliciosa y televisiva socarronería por parte de Pepe.
La baja temperatura no es conveniente para este tipo de carne, como lo señaló Jordi. (Recuerdo una pechuga de pichón en algún “dos estrellas” que parecía un “fiambre”. Como aquellos magrets de pato que se usaban para las ensaladas de banquetes de boda.)
“Usar compulsivamente las técnicas de los grandes chefs es, a veces, un error”. Gran frase.
Como lo dice Bruno Goussault, (el “padre”, con Georges Pralus de la cocina al vacío), los alimentos no se tienen que cocer a “baja” o “alta” temperatura, sino a la temperatura “justa”. Y cada verdura, carne (o pieza de carne), pescado , según sus características, requiere tal tipo de cocción u otro.
Estos son los fallos graves de estos finalistas, (y no las equivocaciones propias de los nervios del momento como confundir la sal y el azúcar como en el caso de Eva, dejar que se chamusque la tatin o que las alcachofas se queden algo crudas) : falta de técnica, falta de criterio y, como no podría ser de otra manera, falta de bagaje gastronómico para “crear” platos propios.
Mejor copiar bien que crear mal
Aun con estas circunstancias tan poco favorables, el primer premio será para el ganador , entre otras cosas, la posibilidad de publicar su propio libro de recetas. Una broma.
Los auténticos premios interesantes para estos chavales son los cursos pagados en escuelas de cocina y otros stages formativos y no la publicación de un libro, que será una pantomima teledirigida por algún cocinero veterano para que la cosa no salga desastrosa.
La sobrevaloración de la “creatividad” sobre el oficio (del “arte” sobre la artesanía) es uno de los peajes que se está pagando de todos estos años de “creativitis aguda”. Haber tenido, en estos últimos 20 años, al cocinero más creativo del mundo, ha supuesto un empujón indudable para toda nuestra gastronomía en general y la proyección mundial de nuestra cocina, pero ha provocado también este tipo de “daños colaterales” representado, por ejemplo, en Masterchef por la petulancia voluntarista de un Fabián o de un José David.
El programa y los famosos
Otra vez hemos tenido a “famosos” en el programa. Aunque fueran personas muy respetables en sus diferentes profesiones, su criterio gastronómico es limitado. Sus evaluaciones tienen sólo el valor de unos posibles consumidores habituales de “alta cocina”. Algo que tiene su interés, pero que no ayuda mucho en la apreciación de los platos de los concursantes. “La cigala estaba muy suave” apuntaba El Brujo. “Todo exquisito” repetían los otros, una y otra vez. Todos fácilmente impresionados y pasmados ante tanto talento… Palabras acríticas e inoportunas, que sólo halagaban el ego, ya subidito de algunos de los “aspirantes”.
Para terminar , dos comentarios sueltos
Un comentario sobre un reproche que hacía Pepe hacia la salsa de salmonete de Eva “Está muy especiada . No sabe demasiado a salmonete. Sabe mucho a hierba y se pierde el sabor del pescado”. ¿Tal vez un toque mozárabe por parte de la cordobesa?
Pero aquí no estriba la cuestión sino en el significado de lo que representa una salsa. Un fondo, un fumet, una salsa no tienen por que saber a ningún producto en concreto. Es la resultante alquímica de la suma de todos los ingredientes (verduras rehogadas o doradas, retalles de carne o espinas de pescados, bouquets aromáticos, vinos reducidos etc). Es entonces normal que el sabor a salmonete no aparezca como tal, sino un sabor de conjunto de todos aquellos ingredientes convenientemente tratados.
Pepe El Goloso
Me gusta la manera con la que Pepe Rodríguez prueba los platos. A cucharada limpia y golosa, cogiendo una buena cantidad de “materia” y juntando en este bocado todos los componentes del plato. Así se tendría que disfrutar de la comida, y así se tiene consecuentemente que probar un plato. A veces nos pasamos, degustando poquito a poquito, cogiendo un poco de allí o de allá, con la boca pequeña y con lenta afectación. No hablo de comer las sopas haciendo ruido ni de devorar un plato en 30 segundos, pero sí de abordar la comida con más “gourmandise” y menos paripé.
Un fenómeno sociológico
Más de 4,1 millones de telespectadores en este penúltimo programa de MasterChef y 22% de audiencia. Nuevo record. Ya sé que algunos amigos cocineros no pueden con este reality, pero no se puede negar que este interés del público tiene algún significado y que los sociólogos tendrán que analizarlo.
De verdad, Philippe, no acierto a comprender como das tanta cancha a un programa que no tiene ningún valor gastronómico. Nada de lo que apuntas como positivo es relevante, ni tan solo interesante. Y olvidas mencionar la “saludable” imagen de Jordi Roca soplando ( y llenando de gérmenes) una manzana de caramelo para enfriarla, ¡viva la alta cocina!. El tipo de los chistes machistas será un garrulo pero es mucho más pulcro y también más didáctico. Baja de la nube.
Le doy cancha por varios motivos. Primero porque lo entiendo entretenido. Segundo, por que me divierte ver un reality donde han desfilado muchos cocineros de primera línea y porque el programa es para mi un pretexto para hablar de cocina, como a mi me interesa: técnicas, estilos de cocina, construcción de platos, tendencias etc.
Y para terminar, como lo digo al final, porque es todo un fenómeno social, al cual no podemos dar la espalda. Hay un antes y un después de MasterChef en la percepción de la cocina en televisión.
Arguiñano más didáctico? Sin , duda, lleva 30 años haciendo lo mismo. Imagino que los que lo miran sabrán hacer ya una porrusalda o una vichyssoise…
En cuanto a la técnica del azúcar soplado (técnica muy antigua de la pastelería internacional), he visto que se utilizaba una pera para soplar el aire. No he querido hablar de este postre en el post porque no me convence. Es muy muy dulzón. Tal vez me hubiera gustado más con granny smih. Además me cansan los platos que son “declinaciones” o “texturas de” . aquí todo es manzana+ manzana+ manzana.
Pero creo que está bien enseñar esta técnica por televisión delante de 4 millones de personas. ¿O prefieres Gran Hermano?
Sí pero Jordi Roca no utilizó una pera sino su linda boquita. No hay acritud en mis comentarios y comprendo que a muchos les pueda entretener pero me sorprende tanta defensa desde un blog de calidad de un programa que, por muchos cocineros célebres que aparezcan, es telebasura. Y respecto a Gran Hermano, no, tampoco me gusta. De hecho no veo diferencias entre uno y otro.
No se porque pero me da que encantadisimo suele ser siempre muy critico con tus post a priori…ihihi
Mientras se hace la crítica con respeto….
(Te veo fino observador…je je).
Pepe merece mención a parte (por gran profesional y lo que sin ser demasiado observador, deja entrever de su personalidad, bonachona), pero Jordi, a mostrado la cara de muchos profesionales de la cocina, me explico….
Creo que es obvio que Jose David, era el más técnico, el de gusto más refinado, y quizá a nivel intelectual coquinario, el que más conocimientos tenia (cocineros, restaurantes, recetas, etc…)
Muchos profesionales se olvidan de cuando empezaron, y parece que en vez de ser maestros y enseñar como pulir este potencial, clarísimamente, y especialmente se han dedicado a machacar moralmente a este fulano. Poniendo a prueba su stress no con una finalidad constructiva, si no por torpedearle….
Clarísimamente se veian todas sus influencias en sus platos, Martin, Jordi Cruz,….
Y en vez de celebrar su interés y ganas de saber ( Jose Manuel es el profesional que todos ellos quieren para sus cocinas, tu curra pero no pienses demasiado, un Jefe de partida, un 2º, pero cultura gastronómica 0 patatero), su dedicación etc…. Jordi Cruz se ha dedicado a meterle una candela que deja entrever una memoria nefasta (cuando el empezaba, que libros de cocina leia y a que chefs admiraba) y un nivel intelectual discutible (gastronomía a parte).
Da la sensación de que Jordi, solapadamente y sin hacer falta, puesto que es un reputado Chef, no ha dejado de medírsela con el Chaval (ingeniero informatico), para demostrarle que el sabe más (obvio), que el es un crack (lo es), etc….
En fin la educación se aprende en casa y el instinto de enseñar también.
Fabian dura en un restaurante lo que un caramelo a la salida de un colegio, Eva tiene carácter pero profesionalmente no me da la sensación de que aguante mucho en el sector, y como he dicho Jose Manuel hace un buen Jefe de Partida por ahora, con proyección a Sous Chef.
José David, debería hacer unos cuantos stage en Ricard Camarena, las Rejas y Casa Marcial, para olvidarse de tanta pijada y su instinto es bueno, le recomiendo monte su garito.
Un saludo Philippe!!!
Gracias porn el Blog.
No es la primera vez que la primera vez que aplaudo tus comentarios. Con lectores como algunos de vosotros, este blog resulta muy interesante. je je.
Estoy de acuerdo contigo con el trato a José David. Gustó mucho al principio. Sirvió de (mal) ejemplo para exorcizar los demonios de la soberbia, inherentes a la juventud de los concursantes, y se desechó en este último tramo del programa ya que no era concebible que llegara a la final, por sus irregularidades (es capaz de lo mejor como de lo peor). Si consigue meter sabor a sus platos, como dices, puede ser un cocinero a seguir.
Eva tiene un sentido innato de la cocina y podría tener un buen futuro.
Y a Fabián, estamos de acuerdo, le falta un hervor.
Pero en general, el nivel no es muy alto. El relevo culinario de este país no está en MasterChef… A ver TopChef…je je
Es que antes se hacía con la boca… En esto la técnica del azúcar soplado ha mejorado. Imagino que Jordi quiso enseñar como se solía hacer antaño.
En cuanto a la comparación Gran hermano versus MasterChef. Usaré una metáfora política. A veces, estoy tentado en decir que PP y PSOE es lo mismo, pero es un juicio demasiado superficial y acabo rectificando…
Buen post y buenos comentarios. me ha gustado mucho lo que ha dicho Hedonista-ilustrado. Estoy muy de acuerdo con él. Al final, al chico que expulsaron lo ponían demasiado como mal ejemplo, como el “malo” de la película.
No habéis comentado que dos de los finalistas tendrán como premio un año de contrato de trabajo en sendos hoteles. Uno en México y otro en Londres. Y no desde abajo, sino como jefes de cocina!!!.
Si a Fabián o a Eva les toca esa lotería, en una semana están de vuelta a España, extraditados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, sin posibilidad de recurso… No dudo que cocinen, pero no tienen por ahora ningún tipo de capacidad de llevar una cocina, ni el día de descanso.. Por carácter, experiencia vital y tablas.
Comparar a Master Chef con Gran hermano, es como comparar agua con aceite. Que se hable de cocina siempre está bien, que Cocineros conocidos en el mundillo sean conocidos por el gran público está bien, que se vena técnicas diferentes de cocina está bien,etc
Saludos
Totalmente de acuerdo Javier. Se puede criticar muchas cosas del programa y no he dejado de hacerlos en estos 6 posts que le dedico, pero pocas veces en TVE, y no digo ya en prime time de una cadena generalista, se había hablando tanto de cocina y gastronomía.
Es cierto lo que dices de los premios. Estos chicos están un poco verdes, por ser suave, para trabajar como jefes de cocina. A Fabián le enviaría para empezar a la pica, a limpiar pescado y a subir las cajas de frutas y verduras que han llegado del mercado. Le sentaría bien…
Pero, vamos a ver. ¿Estos chicos no son simplemente aficionados a la cocina?. Evidentemente no se les puede juzgar con el mismo baremo que a unos profesionales, ¿no?.
Por eso digo que el error viene ya del casting de hace unos meses. Aun así lleva ya unos meses estudiando cada día en la Cordon Bleu de Madrid, no?
Este programa es una continua banalización de la cocina.libro de recetas?contrato como jefe de cocina?no es una broma,es un insulto. Es una falta de respeto a todo el oficio.ser jefe de cocina no se consigue despues de un casting y 10programas.
Es un programa de entretenimiento. Programa “serio” de gastronomía igual no tendremos nunca, ni el La 2 a la 1h de la madrugada!
Son aficionados a la cocina. Gente con otros trabajos, gente autodidacta. Gente en la que podemos reflejarnos las personas normales y no los divos redichos y petulantes como usted.
Que se hable de cocina y se fomente la afición a los fogones no estorba a nadie. A nadie al menos de los que somos “simples mortales”.
Gracias por los calificativos…Llevo 6 post defendiendo este programa y su valor didáctico, pedagógico. También aplaudiendo sus audiencias y criticando la falta de comprensión por parte de algunos medios gastronómicos, que desprecian este tipo de sano entretenimiento.
Simplemente quería decir que en nuestro país, se ha apostado por concursantes de perfil bajo, cuando en otros países ha concursado gente más formada. Nada más. Este nivel bajo de la semifinal, no lo digo yo, sino lo constata el mismísimo jurado.
Buen post, Philippe. Yo vi el programa por primera vez, aprovechando una estadía de 3 semanas en Barcelona, y espero ver mañana la final. Me sorprende un poco que des tan poca importancia a temas como poner sal en vez de azúcar, pues los nervios son justificables pero errores de ese nivel no creo que sean admisibles (es como un estudiante de selectividad que confunde una suma con una resta, y alega que no le quiten puntos porque solo estaba nervioso…)
Siendo como es una pura diversión televisiva, es un programa que puede atraer muchas miradas hacia la alta cocina. Creo que es el mejor mensaje.
El programa hubiera sido otro si en el casting se escoguera aprendices muy avanzados y con un cierto currículum detrás. Supongo que se quiso poner a chavales muy inexpertos, aunque interesados en la cocina, para darle más “espectáculo” al asunto: fallos garrafales, aciertos mezclados con errores de bulto, angustias… En esto sí hay un parecido con GH: no se trata de buscar “los mejores”, si no de los que pueden dar más juego en la pantalla.
Y me encantó tu comentario sobre los bocados de Pepe: también me fijé mucho en eso, en la forma de coger cucharadas llenas de producto e introducirlas como un rayo en la boca: sin oler, casi sin mirar, con ganas… en fin, lo contario de lo que hacemos muchos en un restaurante. Interesante…
Un saludo.
Si. Evidentemente son errores de bulto, pero más graves son los fallos técnicos o de concepto de los alumnos. Efectivamente,la torpeza de los chicos eran más televisiva que sus aciertos, y esto es la TVreality. No lo pongo en duda. Aun así, el programa tiene mucho más de positivo para la gastronomía en general (que no pasa por su mejor momento, como negocio) que de negativo.
Por cierto, me olvidé de comentar que lo que me sacó de quicio a mí fue el talante y la presencia de Eva. Sorry, pero no concibo en la cocina a alguien tan caótico y tan desordenado: esos trapos por aquí y por allá, el suelo como un basurero, incapacidad de ubicar las cosas en su sitio… Me recordaba a esos oficinistas con las mesas llenas de papeles, carpetas, manchas de café en la mesa, y con la cabeza tan desorientada como su propio lugar de trabajo. El orden es para mí una virtud im-pres-cin-di-ble, y yo haría pagar mucho más caro eso que un plato mal resuelto. Al menos en un programa como este.
Otro saludo más.
Si. Con Eva hubo un momento “pesadilla en la cocina”, muy bien visualizado gracias una cámara perfectamente “mala intencionada” que no dejaba pasar ni una. Je Je.
Vaya, nunca había visto tantos comentarios para un solo post Philippe . Si que la televisión tiene arrastre.
A mi me encanta Master Chef, claramente no es un reallity profesional como Top Chef, pero me gusta mucho por que refleja el cariño y la pasión que puede haber tras un plato. Me ha despertado cierta emoción, lo confieso.
No son profesionales ni tampoco simplemente novatos, por los que hay que juzgarlos en esa medida. A veces el jurado no lo hace, pero es parte del espectáculo.
Lo que menos me gusta del programa es Samantha, tengo la firme sospecha que no es cocinera y ni siquiera modula bien para estar en televisión , no me gusta como prueba los platos y está muy debajo de sus compañeros cocineros de verdad. Ni siquiera hace creer el cuento de la comida para caritas.
La escena del montaje del coulant, notable!, ya sabemos que un coulant si hace una buena ganache no hay mucho riesgo, pero no me digáis que no se os acelero el corazón.
Saludos Phillippe!
Claudio
Totalmente de acuerdo contigo, Claudio. También en el caso de Samantha, a la cual me he referido ya un par de veces. Tiene una empresa de catering, creo, de la cual no me han hablado muy bien, hace unos días en Madrid. Igual ha sido la cuota femenina. No se entiende su elección.
Mañana la final, con la presencia de Ferran Adrià!