¿A qué se debe el éxito de Xemei,(ver antiguos posts), esa taberna de cocina veneciana, situada en la ladera de Montjuic? Mientras muchos restaurantes del Ensanche en esta noche de jueves habrán hecho tal vez“un 0”, como se suele decir en el argot hostelero, Xemei estaba a tope, terraza incluida (para los fumadores). No será el confort de las instalaciones, el que atrae a la clientela. Mesas de madera sin mantel (es la última moda pero aquí, ni se pretende), comedor ruidoso y precios relativamente elevados. Carta bastante reducida y sencilla.
¿La cocina? Platos de la tradición veneciana como el hígado de ternera, el bacalao mantecato o el tiramisú mezclados con algunos clásicos de la geografía italiana.
La mozzarella (15 €) o a veces la burrata, ambas impresionantes con unos tomatitos de colgar buenísimos,(inevitable rúcula, aquí por imposición del guión) y las pastas siempre cocidas en su punto y perfectamente cocinadas. Desconfío de las cartas con demasiados platos. Aquí se proponen dos platos de espaguetis, siempre riquísimos:
los de negro de sepia (15 €),
y un plato de agnolotti de ternera (como mini raviolis, caseros) en salsa de espárragos (parecida a un pesto suave). Buenísimos (15 €). (en las fotos, son un tercio de ración)
Insisto en el punto de cocción de las pastas del Xemei. Es perfecto. Al dente ma non troppo. Y no como muchas veces pasa en Italia (sobretodo en el Sur), demasiado crudas.
Estos son tal vez los dos puntos fuertes de la casa: mozzarella (o burrata) y pasta.
El punto más débil. Algunos entrantes como la ensalada de alcachofas y sepia, mal aliñada y condimentada (15 €).
Rico el pulpo asado, aunque tal vez algo gomoso, servido con unos puerros escalivados y un delicioso, pero demasiado escaso, puré de berenjena (19 €).
Sepietas a la plancha con polenta (18 €).
Zamburiñas al horno (10 €).
Postres caseros bastante correctos.
Buena textura del tiramisú que sigue haciéndose, desgraciadamente, sin alcohol.
Ricas la tartaleta de fresa, con una pâte sucrée bastante fina y la pannacotta con confitura de moras (6/7 €).
Está claro que esta propuesta ha cuajado perfectamente con el gusto de un cierto público que quiere comer comida italiana bien elaborada en un ambiente informal. Gente del sector, periodistas, pijos con ganas de encanallarse por Poble Sec o faranduleros, acuden con frecuencia a Xemei. Y hasta se puede coincidir alguna vez con un Mauro Uliassi (2 estrellas en Senigalia), de paso por Barcelona con algún crucero para quien suele cocinar.
Por algo será…
XEMEI
Passeig de l’Exposició nº 85
93 553 51 40
Hola Philippe, has estado o ya has oido hablar de COMPARTIR que han abierto Oriol Castro y Eduard Xatruch????
Un saludo
Si. Por supuesto! Voy muy muy pronto…
Una idea por que el Xemei siempre, siempre, está lleno, podría ser por que hace una cocina reconocible y mucha gente esta harta de los inventos y mariconadas varias que pueblan las cartas de los restaurantes regentados por cocineros seguidores de una cocina postbulliniana…
Podría ser, no ?
Este pasado mes de Abril he visitado varios restaurantes y todos los que estaban llenos a reventar , hacen una cocina sencilla, bien elaborada y precios razonables : Hostal de la Plaça de Cabrils, Fonda Europa, Coure….
Si. Podría ser….El Tickets también está a tope. Cocina reconocible con algún toque bulliniano genial como las esferas de aceitunas y ya está…
La diferencia de los citados con el Tickets es que un tanto por ciento muy elevado de su clientela es extranjera. Tambien podría ser, no ?
Salutacions.
No conozco la proporción pero seguro que sí. La marca «bulli» atrae a gente del mundo entero. Y ahora más con el 41º Experience.
Se confirma, Ca Sento hecha el cierre. Una estrella menos en el panorama Levantino y no es la primera que desaparece…La cosa está complicada
Para los que buscan platos reconocibles, crucen la calle y entren en la Perla. Pocos arroces como los de esa casa. I si pagan los precios del Xemei no lo verán caro. Quizás su punto débil.
Si buscan platos «reconocibles» nada como cruzar la calle y entrar en la Perla. Sabores de antaño con la rusticidad que requiere ese viaje al pasado. Si están dispuestos a pagar lo que cobran en Xemei, no creo que se sientan defraudados. Quizás es un pelín pricey, pero a veces apetece arrearse un estupendo arroz o un suquet como los que bordan en esta casa.
Realmente una pena. El panorama gastronómico valenciano es de una instabilidad preocupante. A ver si pronto Vicente Patiño y Ricard Camarena nos desvelan sus próximos locales de destino. Hay rumores pero hasta que no nos lo digan ellos personalmente, no se puede decir nada.
Quizás no tuve suerte la noche que cené en xemei, pero a parte de la burrata, nada estaba a la altura. El pulpo, recomendado especialmente por el camarero, estaba incomible. Vaya, que con lo que pagamos nos fuimos con la sensación «d’aixecada de camisa». Necesitaria motivos muuy de peso para volver a pisarlo…
El pulpo está gomoso, efectivamente.
Pero la pasta, la bordan.