Casablanca es un clásico del tapeo sevillano. Ya conocía su antigua localización , en la calle Zaragoza. Desde el 2005, se encuentra en el emplazamiento inmejorable de la plaza Adolfo Rodríguez Jurado, prácticamente en la céntrica avenida de la Constitución.Algunos como Raimundo García del Moral echan de menos la “excelsitud de antaño” pero creo que aguantan bien el tipo sus aclamadas patatas aliñás o sus fritos como los boquerones y las ortiguillas, perfectos de cocción. En cambio su sabrosa tortilla al whisky con ajos salteados no tiene, ni mucho menos, el punto de jugosidad que sería deseable. Si a Vdes les gustan las tortillas “baveuses” aquí no las encontrarán. Son más bien del estilo “Lego”….
Muy ricos el lomo de orza (llamado así por el recipiente en que se cocina), las coquinas y el salmorejo.
Un detalle de servicio que me gustó. Se enfría previamente todos los vasos o copas con agua y hielo, antes de servir las cervezas o finos.
A 200 metros se encuentra el restaurante La Moneda. Pidan la sopa de galeras a la hierba buena. Una textura de pan de sopa que recuerda el sopako de los vascos pero con unos aromas del Sur. Platazo.
Los más “modernos” se agolpan en las mesas y en la barra de La Azotea (c/Jesús del Gran Poder nº 31) aunque el nivel de cocina presente algunas irregularidades (punto de cocción de la corvina, aceite sintético de trufa, pulpo encharcado de aceite…). Muy jugosos y ricos en cambio los salmonetes con una especie de vinagreta “chimichurri” y el postre de crumble con melocotón y helado de leche merengada.
En mi próximo viaje a Sevilla , me gustaría probar el bar de tapas Ovejas Negras (estuve a punto de ir) o ver lo que hacen los chicos de Gastromium, de los cuales no tengo noticias muy fiables. ¿Se han separado? ¿Alguno de ellos se dedica también al tapeo?
El «lomo de orza» se llama así no por el recipiente en que se cocina, sino por el recipiente en que se conserva.
Una vez hecha la matanza del cerdo, las carnes que no se han embutido, secado, etc., y quieren almacenarse para su consumo paulatino y gradual durante el resto del año, manteniendo el aporte de calorías y proteínas, han de «conservarse».
Esta conserva de carne se hace en Andalucía -también en Aragón, con tajadas, longanizas y costillas- oreando la carne, pasandola por la sarten y guardandolas en recipientes, bien con manteca o con aceite, para ir disponiendo de esa carne según las necesidades o apetencias.
Así pues la carne se saca de la «orza», y por eso se dice que «es» de allí.
Gracias por la precisión. Recuerdo que mi abuela hacía lo mismo. Comíamos pato y cerdo confitados en sus propias grasas durante todo el año. Guardados en terrinas de barro.
Yo creo que La Azotea, dada la relación calidad/precio no está mal, desde luego dentro de la oferta Sevillana está entre los que me parecen recomendables.
Gastromium sigue abierto, aunque con un concepto completamente distinto, más centrado en el tapeo. Mi última experiencia allí, acompañado entre otros por una ilustre bloguera del norte, no fue nada buena. Me han dicho que asesoran también al Sur Tapas, en la pza. de la Encarnación, donde mi experiencia fue bastante irregular.
Uno de los socios de Gastromium, Ernesto Malasaña, está ahora al frente de el Bar Antojo, en la C/ Calatrava, otro de esos sitios del nuevo tapeo sevillano, en el que hay cosas interesantes (como las «cenizas» de bacalao) y otras no tanto. Local muy grande que, a veces, paga el exceso de tamaño en forma de demasiado ruido y cierta lentitud del servicio en horas punta.
Mi sensación general es que, tras un momento de ebullición en el que los nuevos locales de tapas daban mucho que hablar en Sevilla (Simun, Puratasca…) hay ahora una sobreexplotación del modelo que lleva a repetir fórmulas y a que no siempre se encuentre uno la originalidad ni la calidad que espera. No hay quincena en la que no abra un local nuevo llamado a revolucionar el tapeo sevillano. Y eso, ni en Sevilla ni en nigún lado, puede sostenerse.
Mis favoritos, para próximas visitas (aunque la mayoría ya los conoces): Simun, La Azotea, Puratasca, Barajas 20… Aunque, oye, estando Besana ahí al lado, para qué limitarse a Sevilla ciudad.
En cuanto a esa tortilla, que está dentro del estandar sevillano, ya te imaginas que un gallego como yo la usaría más para adoquinar una calle que para otra cosa.
Hola Jorge, mi experiencia en La Azotea ha sido irregular hablando eufemísticamente.
Estamos a mil leguas de La Moraga o de Mil Milagros (que me han dicho que no funcionarían en Sevilla….(?)).
Simun me gustó la otra vez.
No hablas de Ovejas Negras…
Pensé efectivamente en la típica tortilla gallega cuando comí aquellos tochos. también me acordé de las tortillas de Jordi Vilá en Vivanda….
Ovejas Negras lo tengo en mi lista de pendientes. Iré pronto y te cuento.
Y, si, yo también comparto la idea de que las Moragas o MilMilagros en Sevilla no funcionarían. Al menos no tengo la certeza. Voy descubriendo que es una ciudad muy suya en ese sentido. Aunque hace poco me enteré algo del panorama cordobés y hay poco más o menos lo mismo.
Querido Philippe, he visto y agradecido tu diplomacia tras tu ultima visita sevillana. Debemos sEguir sumando ya llegaran los tiempos de restar. Es verdad que Ernesto Malasaña ha abierto un bar cerca de la Alameda, no esta nada mal, la apuesta es arriesgada pero hay fundamentos y la cosa irá cada vez mejor. A parte de los que todo el
Mundo recomienda yo si iría a ver a JUANMA a Ovejas Negras, me encanto. La Mojigata de Rafa Bellido y Fdo. Huidobro tb. Hay que seguirle la pista. Por supuesto Tradevo de Gonzalo Jurado debe estar en todas las quinielas y el Bobo de la Alameda promete pues Rafa Zafra es el encargado de la cocina y Daniel Ramos de la carta de vinos, es decir, Benazuza en estado puro. Cerca de la Azotea Daniel Torres dirige los fogones del hotel que hay en mitad de la calle y merece la visita- hay talento ahí-.seguro se me escapan algunos que ahora no recuerdo.
Un abrazo
Gracias Horacio por todas estas informaciones!!! Ya veo que me falta mucho para conocer el neotapeo sevillano…
A tu disposición para cuando te dejes caer por estas tierras. Un abrazo