Paco Morales. Hotel Ferrero. Bocairent.

Ñoquis de queso emmenthal, juliana de espárragos, tomillo limonero. Pasta representando una loncha de falso emmenthal. Trampantojo. El queso no está donde se espera que esté.
Visitamos Ferrero hace unos meses.Paco Morales promete…
Massimo Bottura preparando la “saraghina” (pescado azul ) con un velo ahumado. Bottura es un gran defensor del producto y trabaja codo a codo con slow-food (por ej. la recuperación de la raza bovina blanca de Módena) pero su cocina, a veces algo enrevesada, pasa siempre por una justificación intelectual, artística o cerebral.
José Luis Navas, el cocinero de La Espadaña (un restaurante que hace tiempo que quiero visitar) de Jaén preparó

platos de casquería, sin ninguna concesión a la estética. El que osaba hace unos años cocinar un rodaballo con coco y menta, reconoce ahora que se está aproximando a los sabores y productos de su tierra.

Otra visita pendiente la de El Choco del cordobés
Kisco García. Un restaurante de barrio que se ha acercado poco a poco a la nueva cocina andaluza. Cocinó una papada con arroz.
Quique Dacosta y su jefe creativo
Juan Fra Valiente expusieron

el falso hígado de rape

y Corales,
que comentamos en este blog hace unos meses. Como novedad para mi,

el falso Callo (sólo de aspecto) ya que se compone de agua de tomate tratado con la técnica del falso bizcocho, untado con un caldo gelatinoso de garbanzos y esferas de garbanzos reconstruidas. Quique y Juan Fra ahondan en la elaboración de una metacocina en que nada es lo que parece. Pero en su restaurante la gamba sigue siendo la misma de siempre y con el “chuletón” de Denia, sólo se juega con la palabra. De momento…
Ángel León desmintió los rumores de cierre de Aponiente. Dice haber tenido una temporada pletórica, rechazando gente en cada servicio. Le sigue interesando trabajar con su concentrado de plancton, la casquería del mar (huevas de lisa etc) pero también en una línea de lo que llamo la
trash cooking (guisos con pieles de pescado, cartilaginosos como callos).
Se le encargó a
Andoni Luis Aduriz trabajar con el hilo conductor del cacao. El cacao como condimento, como suele decir Barbot.

Plato de estofado de cebolletas con caldo al tuétano, hierbas salinas, setas y nips de cacao.

Y un plato de pichón con su “cocción” sangrante tan provocativa que le conocemos. Arenas de kaolín/cacao, mazapán de castaña, lima con microplane.

La nota de humor de la mañana la puso el nipo-peruano
Toshiro, felizmente sereno a primera hora de la mañana… En un castellano próximo al de Mariano Ozores tuvo a bien explicarnos la receta auténtica del cebiche (con boniato, maíz, cilantro, pimiento…)

El argentino
Fernando Trocca dijo que la cocina argentina no existía. Como consecuencia se limitó a preparar un asado de tira con chimi churri: ají molido, pimiento rojo fresco, cebolla, perejil, ajo, aceite, salmuera , pimienta, tomillo, orégano, vinagre. Interesante pero…

El franco- mauriciano
Antoine Heerah de Le Moulin de la Galette nos habló de los nuevos cítricos ( productos Bachés cerca de Perpiñán, el
Santiago Orts francés). Ya habíamos hablado aquí del caviar de limón , de los sudachis etc (ver
post Rodrigo de la Calle). Interesante su pepino amargo (margoze)que prolonga el yodo para condimentar la ostra Gillardeau. Pero por favor ¡que no se le ponga escamas de sal! La sal natural de la ostra es más que suficiente. Se lo comenté en el back stage al cocinero pero no parecía convencido…
En muchos platos presentados hubo un abuso de las escamas de sal (maldon etc…) ,

a veces ni siquiera bien repartida, e incluso para salar algún guiso,

cuando estas castañuelas (glándulas salivares del cerdo, deliciosas por otra parte) tenían que haber sido saladas después de dorarlas y antes de guisarlas. De hecho las probé y no necesitaban sal añadida. Salarlo todo con escamas sistemáticamente y indiscriminadamente se ha convertido como una moda absurda.

Este uso enfervorecido de la sal maldon sólo se puede comparar con la “
incontinencia floral” que nos invade…
Sólo animo a los jóvenes cocineros, que asisten a los congresos,a que lo vean todo con mirada crítica. Una demostración en un escenario por parte de un “gran “ chef no es ninguna garantía de nada. Hasta aquí puedo escribir…
Cerdo ibérico con navaja a la parrilla (Atrio).

Riquísimo (lo probé) este plato de
Alfonso Castellano de Estado Puro, el gastrobar de
Paco Roncero en Madrid. Una duxelle de boletus y panceta ahumada, untuosa y muy sabrosa, entre hojas de pasta filo.
se ven unos excelentes chefs con tan exquisitas recetas esperamos sigan teniendo un gran exito