8 comentarios el “LA COCINA DE LA CARNE.(Dani Lechuga).

  1. La renuncia a comer carne de caballo no es atavica, porque los celtas la tenian en gran estima, comer corazon de caballo era para ellos ganar en valor en la batalla, por lo tanto muy valorada esta carne

    El problema vino cuando comenzo la Reconquista y el caballo se convirtio en un elemento valiosisimo para la guerra, quedo fuera de la gama de alimentos , producia mulas para el trabajo , caballos para la defensa y la recuperacion de territorio por lo tanto aumentaba el poder del noble. Caballos y aves de cetreria fueron muy altamente estimados y se convirtieron en un tabu que arrastramos
    Los caballos losinos ganaron prestigio en funcion de esto, los caballos asturcones y gallegos tenian identico fin y estaban protegidos por privilegios reales , incluso en tiempo de los Reyes Catolicos acabada la guerra ( se conservan los del monasterio de Oia )

    En dBOTO (http://lapulperia.info) tenemos carne de caballo . Tendremos carne a la brasa (la unica carne que utilizaremos sera de caballo) y estan preparandome corazon de caballo en mojama

    No en todos los paises se tiene este tabu, en Francia sin ir mas lejos se consume mucha . Claro que ellos no tuvieorn una Reconquista que duro siglos !

  2. La prohibición vendría de antes, según dice Dani en su libro. El papa Gregorio III en el 731 relacionaba el consumo de la carne caballar al paganismo.
    En efecto en Francia, su consumo es más corriente y proliferan las “Carnicerías Caballares” (Boucheries Chevalines.De pequeño ya , recuerdo que me negaba a comerla…

  3. Entiendo el reparo en comer potro por ser noble animal cuando se ha crecido y tenido contacto estrecho con caballos. Sin embargo para la mayoría de los urbanitas de hoy puede que el contacto con estos animales sea más bien anecdótico, y resulte igual de emotivo que el contacto con una vaca o una cabra (tanto en el sentido de compasión como en el de indiferencia).
    En cuanto al avestruz, me parece una carne interesante, especialmente sana, y sin el agravio sentimental del ganado caballar. El canguro si que no tiene nada relevante.
    Entre otras carnes poco corrientes en nuestro medio pero consumidas en otras latitudes y culturas hay que añadir: serpiente (Amazonas y Asia), roedores como capibara y lapa (Sudamérica), cocodrilo y variedades de caimán (Amazonas y Australia), tortugas (muchos lugares), reno (Escandinavia y creo Canadá), ballena y delfín (Japón), y un larguísimo etcétera que incluye, perros, gatos, guacamayos, murciélagos…

  4. Gran libro el que comentas. La última vez que estuve en Caldeni, me lo llevé “puesto”. De su libro he cocinado con éxito la pierna de cordero con ajos asados y el rabo de buey al vino. Hay micho que aprender en este libro.

  5. No hace falta tener contacto directo con el caballo para desarrollar este tabú.Este animal forma parte de nuestra cultura, de nuestro imaginario y tiene connotaciones de nobleza que impiden que se reduzca a un simple trozo de carne para ingerir.

  6. En cuanto a los delfines, se podría repetir una argumentación similar, aunque este animal no haya desempeñado el mismo papel en sus relaciones con los humanos.
    Asumo la responsabilidad de que se me tache de antropomorfismo: “cuanto más el animal se parecería al humano, más empatía nos provocaría, y más reparo tendríamos en ingerir su carne”.

  7. En cuanto a los delfines, se podría repetir una argumentación similar, aunque este animal no haya desempeñado el mismo papel en sus relaciones con los humanos.
    Asumo la responsabilidad de que se me tache de antropomorfismo: “cuanto más el animal se parecería al humano, más empatía nos provocaría, y más reparo tendríamos en ingerir su carne”.

  8. Lo de comer una carne u otra es una cuestión netamente cultural. Y la cultura se forma con el paso del tiempo y de las situaciones.

    En Corea comen perro, en México saltamontes, en Venezuela hormigas, en España caracoles, en la India la vaca es sagrada, y así un sin número de ejemplos.

    El apego que se le pueda tener a un animal es circunstancial. Quien no tuvo un pollito de mascota…. tan mono, tan cuco, tan delicioso cuando crece y se hace con patatas!

    Yo particularmente no le digo que no a casi nada. Pero claro tengo mis límites.

    NADA comparable con Andrew Zimmern, un chef que tiene un programa de televisión donde se dedica a surcar el mundo comiendo lo que haría vomitar a una cabra, citando una frase mítica de Rambo I.

Deja un comentario