La cocina de Xavier Pellicer ahora en el Raval barcelonés
Carmelitas Vermutería
Carmelitas Tapas
La alianza del cocinero Xavier Pellicer y del gastro empresario Guido Weinberg se refuerza. Ahora ya son socios en este nuevo proyecto que se ofrece en el antiguo local de las Carmelitas de la calle del Carmen, en el Raval barcelonés. Por fin este magnífico espacio ha sido recuperado y acondicionado para recibir, en este caso una vermutería con su barra central y mesas circundantes y, en el local adyacente que se comunica pero tiene su entrada en c/ Dr Dou, un neo-café donde se puede realmente comer tapas y platillos. La estética de los dos locales no es tan diferente y Carmelitas Tapas se podrá ir confundiendo en el futuro con Carmelitas Vermutería, en lo que será EL CARMELITAS.
Un éxito asegurado para este nuevo lugar en el que Guido (propietario del Barraca, Barracuda , Tribu Wok y Woki Organic Market) sigue apostando por conceptos centrados en lo orgánico y lo gastronómico. Defiende esta línea por convicción personal pura y su alianza definitiva con Pellicer entra en esta lógica.
Como brazo derecho directo para la dirección diaria de los fogones del Carmelitas, Xavier Pellicer cuenta con la solvencia del italo-brasileño Rafael Vertamatti.
Platos de inspiración catalana, francesa, italiana, vegana y asiática, en la línea world food que nos envuelve, pero en este caso con el sello eco-gastronómico de prestigio de Pellicer.
Con un ticket de unos 25-28€ sin bebidas y horarios de cocina de 8h a 11h (12h los fines de semana) y bocatas y platos de cuchara desde las primeras horas de la mañana para los dependientes hipsters (que pueda haber…), trabajando en la vecina Boquería.
Éramos cuatro en la mesa y pudimos degustar un poco de todo.
Empezando por la imprescindible ensaladilla rusa: sabrosa a tope, untuosa, para comer a la cuchara. La clave está en gran parte en la mahonesa (con mostaza de Dijón, su justo punto de acidez,y ventresca y su aceite). Con las mahonesas de un simple aceite emulsionado que se hacen por aquí, tenemos las ensaladillas que tenemos a veces…
Muchas ensaladas en la carta. Me parece bien pero que el “follaje” no anule los ingredientes principales. Si no, todas se van a parecer. Cuestión de montaje y de proporciones.
Una buena versión vegetariana de la ensalada Waldorf con manzana osmotizada, nueces caramelizadas, apio. (6,90€)
Una excelente remolacha escalibada con salsa de yogur especiado.(6,50€)
Una burrata ecológica con salmón marinado y tomates secos.(10,50€)
Ensalada de vieiras (un poco perdidas debajo de tanta rúcula) con shiitakes y chutney de mango.(11,50€)
Canelón vegetal Bio: ratatouille y hierbas de Provenza en un rollo de calabacín. El toque provenzal de cuando Pellicer trabajaba con Jacques Maximin.(7,80€)
Un tataki de atún. No podía faltar… pero aquí tiene una gracia especial a parte de la buena calidad del bicho. Está rebozado en una costra de cereales y hierbas. Alioli suave.(11,80€)
La deliciosa y contundente Cocotte de Tartiflette de patata, panceta ahumada y queso . Ahí pasamos a la Saboya.(12,50€)
Luego los papardelle al estilo Paad Thai. En su punto y sabrosos, pero que “dulceaban” un poco para mi gusto. De Tailandia a Cataluña.
Un poco de picante les iría bien como también al meloso y goloso “cap-i-pota” , para mojar pan. .(10,50€)
Por cierto, los panes son excelentes. Y no pertenecen a ninguna panadería “de moda” de Barcelona, sino a un “Forn” del barrio de Gracia: Jaume de Montserrat. Buena baguette con tomate y ¡¡ qué textura la de los molletes!!! (no hay foto).
Para terminar lo salado, una picanha al romero con una deliciosa salsa de vino tinto y chalotas glaseadas. Un corte de carne brasileño para una preparación típica de bistrot gabacho. Otra vez habrá que mojar pan… Delicioso.(15,90€)
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Terminamos con el póker de flanes: vainilla, coco, naranja y café. De textura perfecta.
La crema de fruta de la pasión.
Y la coca de pan con chocolate medio fundido, sutil pizca de sal y aceite. (Una versión muy mejorada (en parte por lo rico que está la coca del Forn Jaume ) del pan/aceite/choco/sal que se encuentra ya en todas partes, a veces con enormes escamas de sal.
Y todo esto ,y más platos, todos muy atrayentes (como el jarrete de cerdo lacado , con patatas, etc…) se cocina en unas pequeñas instalaciones y con un equipo reducido de 2-3 cocineros.
¡Esto sí que tiene un gran mérito!
CARMELITAS
Tapas y Vermutería
c/Carme nº 42
93 461 59 11
De lunes a domingo. Tapas de 8h a 00h.
Vermutería de 12h a 00h.
No me lo puedo creer… Una novedad con comida normal y “comible”…
Ahora en serio: …. pinta muy bién..!!
Saludos!.
Todo rico. Menos una ensalada de escudella que no me convenció nada…Ni tenía foto y opté por no sacar este plato. Aprovecho para mencionarlo aquí. Salut!
Buenas noches Phillippe,
Espero que puedas ver esto a tiempo. Voy mañana a Vilanova i la Geltrú y me pregunto si tienes alguna referencia reciente en ese pueblo.
Muchas gracias y perdona el asalto.
PS: estuve el otro día en el Matis Bar, sitio del que era escéptico. Me animé por tu recomendación y salí muy contento. Los macarrones con sesitos en particular no se los salta un gitano.
Buenas noches. Ja ja . Tienes unas expresiones…
Carmelitas también es recomendable. Son sitios donde se puede comer bien por 30€.
No me muevo lo suficiente por las comarcas… Por Vilanova no me sale nada…je je. Sorry.
Espero que Pellicer haya mejorado tras su paso por Barraca. Habré ido media docena de veces (al Barraca) pero los tres últimos arroces (sí, tres) que comí tenían toda la sal del Mediterráneo y parte del Cantábrico (los camareros asintieron pero nada hicieron por compensar tamaño despropósito). Por si fuese poco, el pescado servido al comensal que me acompañó la última vez había pasado en el horno más horas de la cuenta. Una lástima pues el sitio (ubicación + decoración), su carta de vinos y la propuesta de arroces de calidad parecía una propuesta ganadora. Pero no (en calidad), supongo que sí (en público).
Gracias por hacer un seguimientos de estos restaurantes, por que para mí es imposible acudir tantas veces al mismo restaurante ( al excepción de 4 rest. gastros de la ciudad, claro.
Hoy he vuelto sólo por mi cuenta. Eran las 5 h de la tarde. Servicio un poco lento…Algo de espera entre plato y plato. 35 € ensaladilla, ceviche de emperador: demasiados tomates cherry pero bueno. Albóndigas con tallarines de sepia (estos más decorativos ). Pedí un mollete como pan. Pero este sólo se suele poner para las hamburguesas. Crema fruta de la pasión. Tinto de la casa que pedí que se me refrescara un poco. Una buena solución para comer a estas horas intempestivas.
Hola Philippe, no se qué opinarás al respecto, pero creo que en Barcelona cada vez se come más “pesao” y se complican mucho platos que, por el producto ya de por si excelente o muy bueno, no tocaría para nada complicar: pancetas, salsas a diestro y siniestro, introducir siempre algún toque de butifarra negra en el puré de patata (claro, un buen puré de patata qué es sin la butifarra negra?), y podría hacerte una lista interminable. Se trata de restaurantes buenos, algunos incluso muy buenos, y actualmente en el candelero. Platos que solo con verlos el estomágo grita “ni te atrevas a meter dentro eso, chaval!”. En serio, habría que inculcar a los cocineros (sobre todo los jóvenes, los mayores ya los veo más irrecuperables en este tema), que “less is more”. Por cierto, menos el PORK (imagínate!), no he encontrado aún ni un solo restaurante en Barcelona donde disfrutar de una “ensalada verde y punto”, buena, sencilla y siempre apetecible…
Hola, Lo difícil a veces es hacer algo excelente con un par de ingredientes. es cuando el cocinero empieza a poner boletus, foie, reducción y cosas de este tipo.
La ensalada verde de Pork, hablé de ellas un par de veces. Es una lechuga que llega de Euskadi y que se aliña a la perfección. Es muy difícil encontrarla fuera del País Vasco.
Hola otra vez Philippe. Entiendo la excepcionalidad de la lechuga del Pork, pero en Catalunya hay muy buenos productos vegetales y aún así cuesta encontrar un plato de “verdes” como dios manda, y sin que se les añada extras ibéricos. Ojo que no soy vegetariana, ni ganas, ni tampoco una fanática salutista, pero salgo mucho a cenar fuera y más de una vez se aradecería iniciar o finalizar con platos ligeros de verdad, que puedan ser compatibles con otros más de sustancia. Parece ser que para el chef no queda bien introducir este tipo de platos. Es la gran asignatura pendiente de la oferta gastronómica actual, según mi modesto parecer. Un saludo!
Hay algunas propuestas veganas interesantes como Teresa Carles en Gravina con Tallers (pendiente de visita…).
Comí esta semana en Barraca. Un plato de mejillones con (mucho, muchísimo) lemongrass, un arroz para tres (absolutamente nada del otro mundo), una botella de Miranius y un helado, 100€. Muy difícil de justificar, aún con producto ecológico. Salimos con la sensación de haber caído en una “tourist trap”. Lástima, porque poca gente admira a Pellicer como lo hago yo…
No muy barato sin duda.
Estamos a la espera ahora del restaurante gastronómico que abre Pellicer en la calle Marimón. Es un no parar…