3 comentarios el “SEMANA DEL PINCHO 2008 . PAMPLONA

  1. Completamente de acuerdo en que en estos certámentes de pinchos (y en muchas barras) cada vez se olvida más el pincho propiamente dicho y se tiende al plato en miniatura, casi siempre impactante (en ocasiones diría que más pirotécnico que otra cosa) e incómodo de comer. De los comentados en el post me quedo, por la descripción y la foto, con la combinación cerdo/viera del segundo premio y con esa magnífica alcachofa. No sé si serán pinchos en el sentido estricto y yo también creo que ese abuso del foie (como de los boletus, por ejemplo) últimamente está perdiendo todo el sentido, pero las ideas me parecen estupendas. Saludos.

  2. Como siempre Philippe, tus apreciaciones son muy acertadas y enriquecedoras para el futuro de este concurso. Sólo que hoy por hoy, tal y como es el concurso, no me parece justo que se premie a los que cumplen el precepto de pintxo estricto. Entre otras cosas porque las normas del concurso no establecen ese criterio. Y creo que no se puede premiar con una norma no escrita, ni divulgada.Por otro lado, habrá que reflexionar sobre lo que es un pitxo, lo que fue y lo que queremos que sea. Si limitamos el pintxo a lo que se pueda embrochetar con un palillo o comer con la mano, limitamos muchísimo el concepto y teniendo en cuenta la diversidad de los tiempos que corren, habría que ampliarlo a vasitos, cucharas y otros formatos más o menos novedosos (en barra de bar). Sé Philippe, que donde los demás vemos vanguardia en el día a día, tú ves algo descubierto hace muchos años, pero la realidad cotidiana de la calle es esa. Quizás fuese interesante que, de los dos platos que se presenta, uno fuese un pintxo y otro un plato de cocina en miniatura. Tampoco hay que olvidar que este concurso tiene una función primordial de cara la cocina creativa, ya que la socializa y la acerca al gran público, que muy raramente iría a un restaurante que sirviese ese tipo de cocina, pero que en esta semana del pintxo, está abierta a que le sorprendan con recetas más vanguardistas. No hay que olvidar que el perfil del cliente de Pamplona, es el de alguien con gustos muy conservadores y con poca tendencia a la innovación. También es interesante destacar la identidad del pintxo pamplonica, que no es la misma que la del donostiarra o el bilbaíno. Aquí le llamamos pintxo a una ración de tortilla de patatas (que se comen con tenedor y como buenamente se pueda en la barra o en una mesa), también englobamos en ese concepto a los fritos (un concepto muy típico de esta ciudad), donde a mano y con servilletas se comen croquetas, jamón y queso, preparados de masa con pimientos y carne (frito de pimiento), rabas e incluso los tigres que se degustan con cuchara. ¿Cutre? Posiblemente, pero hay bares que con una receta exclusiva de uno de esos fritos, consiguen que sus locales estén hasta la bandera con un público que va exclusivamente por esa elaboración (el moscovita del bar Temple o el frito de huevo del Bar Río). Y ya por último, creo que todo el debate abierto sobre el concurso (jurado, selección, formato de los platos, etc.) puede ser muy positivo para que éste pueda crecer y convertirse en un certamen de referencia. Gracias por todo Philippe (y siento mucho dejar semejante ladrillo de texto :P)Un beso, Cristina

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