
Hace un año abrió LA FONDA PEPA . Otro restaurante que no había podido visitar antes. El modelo se repite. Dos socios deciden dejar sus trabajos anteriores en cocinas ajenas para juntar esfuerzos y erigirse en “cabezas de ratón”, es decir para hacerse dueños de sus pequeños negocios. Es lo que pasó también en Taberna Noroeste y otros.
Aquí se han aliado el mexicano PACO BENITEZ (ex Lluçanés, Caelis y L’Eggs de Paco Pérez) y PEDRO BAÑO, ex profesor en la Escuela Hoffman para abrir una taberna, aparentemente de toda la vida, pero con ese plus gastronómico que marca la diferencia. Gastronomía humilde, bistronomía o taberna refinada, al menos en el plato, ya que se pretende ir al grano y no perderse en emperifollamientos. Pero en todos estos sitios, hay características comunes como el buen producto, una técnica asegurada y un buen hacer general. Incluso queda espacio para deslizar, en un par de platos, algún producto que añoran de cuando oficiaban en locales de alta cocina, como unos gramos de melanosporum, utilizados con parsimonia, pero con atino. Es como enviarnos un pequeño mensaje simbólico: “somos taberna, pero nos podemos permitir estos pequeños lujos”. En esta Fonda, la “tuber” llega sobre unas ricas alcachofas con panceta Maldonado, y “decoran” una chantilly que acompaña una excelso flan al tomero.

Vale la pena comer en el patio, decorado casi “a la cordobesa”, con estufas para los días de frío (que, por cierto, no acaban de llegar del todo, al menos en Barcelona). Estas mesas de la terraza interior, estaban vacías, a pesar del buen tiempo. Comodidad absoluta.
Espero que las administraciones prohíban fumar en estos espacios al aire libre, ya que sabemos desde ayer, gracias a un estudio de la Asociación Española de Neumología, que el humo de los cigarrillos o de los vaporizadores, pueden transportar los virus hasta los 8 metros… Con covid o sin, nunca es agradable comer con una mesa de fumadores al lado.
Pero, lo repito: me encontré muy a gusto en esta agradable terraza que también debe tener su pequeño encanto las noches de verano.
La carta se escribe cada día y ofrece además sugerencias añadidas.
Había leído que algunos la encuentran corta, pero me pareció más que suficiente. Y esta variabilidad es lo propio de una “fonda”.
Pedro me propuso hacer algunas medias raciones.


Croqueta de rostit y jamón
De las mejores que he comido últimamente. Buen equilibrio entre la cremosidad de la bechamel y el sabor cárnico. Su buen tamaño permite esta perfecta fluidez interior. Creo que está entre los pocos bocados fijos de la carta.

Terrina de patata con Comté y sopa de cebolla reducida, huevos de codornices y cebollitas encurtidas
¡Muy sabrosa! Con su patata como “hojaldrada”.

Alcachofa con salsa de yema curada en soja, panceta Maldonado y trufa

Tripa de bacalao con chorizo
Buen sabor, pero eché de menos unos trozos de tripas más grandes, para conseguir más mordida.

Arroz de pato y alcachofa
(Me olvidé de hacer la foto). Era un bomba de Illa del Riu (Delta del Ebro): excelente selección de la gramínea, pero una pena que le faltara al menos dos o tres minutos de cocción…

Flan de romero
Lo dicho en la introducción. Una de las mejores texturas de flan que haya comido. A pesar de su fragilidad, mantenía perfectamente la forma.¡ Y qué agradable el ligero aroma de romero infusionado!

Muy buenas trufas para el café

FONDA PEPA