El luminoso “rooftop” del Hotel Casa Luz


Hacia un tiempo magnífico este sábado pasado en Barcelona. Un día para aprovechar la terraza de CASA LUZ. Un rooftop, como se suele llamar, que domina la finca del hotel homónimo, y cuyas vistas dan a la Plaça Universitat. De hecho, del otro lado, hay otra terraza más grande y con más plantas que da a la ronda. Ambas son una delicia y de las mejores terrazas que he visto hasta ahora. Y que conste que no pretendo hacer ranking de restaurantes con terrazas, ni cosas por el estilo…

CASA LUZ abrió en julio del año pasado, como me lo explica Joan García , el director de sala (que ya me conocía del restaurante La Barra de Carles Abellán). Trabaja ahora para su hijo TOMÁS ABELLÁN quien ha creado su propio grupo (con Bar Alegría y Savia, un restaurante que llamaría “vegetaliano”, situado en la c/Casanova y que no he visitado).
En Casa Luz, lo más interesante, a parte del magnífico emplazamiento, es que se ofrece una carta corta, sencilla, pero de perfecta ejecución. En cocina, una joven mujer de origen argentino, con solo dos ayudantes un chico en la “plonge”, es capaz de sacar un servicio de más de 50 personas.

ESTEFANÍA SACCO viene de L’Abac pero ha sabido adaptarse a estas circunstancias. Tanto al volumen de comensales como a las reducidas instalaciones de cocina. Esto es ya un clásico en la restauración: el interiorismo se preocupa de la parte visible de los restaurantes, pero se descuida del espacio y de las comodidades en las cocinas.
Creo que se ha sabido diseñar una propuesta adaptada a estas limitaciones, atractiva para una clientela que no busca grandes complicaciones culinarias, sino platos bien elaborados y con excelentes productos, mientras se contemplan las vistas. Misión cumplida.

“Matrimonio” de boquerón y anchoa

Ostra al natural
Pan con tomate
Impecable, con pan del Forn de Sant Josep, excelente, esponjoso y con mucha miga.

Coca de atún con aguacate


Tartar de tomate feo de Tudela en conserva
Un plato que había comido hace años en Espai Kru y que me parece un acierto. Es como un trampantojo visual y gustativo. Aliño prefecto. Picante justo. Se sirve con tostadas de pan hiper crujiente y mantequilla ahumada.

Trinxat con butifarra de perol y gambas
Una especie de mar y montaña espontáneo. Costra muy agradable y col aun “viva” pero sin ser cruda. Otra vez me sobraban los brotes decorativos. Un poco más de cebollino y el toque de verde preceptivo estaría cubierto…
Calamar relleno de cebolla caramelizada y salsa de yema
Un plato que ya había degustado en La Barra de Carles Abellán y que me gustó. Todo está en la calidad del cefalópodo y en la cocción.
Tal vez sería interesante equilibrar su dulzor con algo de picante o un poco de acidez. ¿Qué tal, como ejemplo, unas alcaparras o unas gotas de vinagre de estragón en la salsa?


Brioche con helado de avellanas a la plancha
Nombre ligeramente engañoso ya que deja entender un contraste caliente/frío mucho más marcado de lo que es. Pero, una vez apartado el exceso de azúcar glace, estaba rico. Y con una copa de moscatel para empaparlo, aun mejor…


Vino gallego recomendado por el sommelier accidental, siguiendo la carta elaborada con Antonio Lopo, ex sommelier del Comerç 24.
Muy buena atención por parte de la camarera Lili Martínez.
(Invitación).
CASA LUZ