
¿Otro post sobre ELS CASALS ? Pues sí, lo siento…
Simplemente una pequeña actualización invernal de su carta de temporada.
Es un lugar que me relaja sobre todo cuando se pasa allí un par de días y se disfruta de comida y cena. En cuanto al desayuno, mejor evitarlo si se piensa almorzar luego…
Tres comidas dan la oportunidad de probar varias cosas.



Tres platos no me entusiasmaron : el pâté en croûte sigue con una costra demasiado gruesa y un relleno un poco mazacote, el bacalao de los callos estaba seco y demasiado desalado y el ciervo , muy crudo, algo dulzón con su toque de ratafía. Lo mejor era la guarnición de patata machacada. Esa patata estaba para comer una ración entera.
Pero todo el resto estuvo muy bien y, en algunos platos, magnífico!

La tostada con trufa
Este año es precoz y buena. Me gusta cuando lleva un poco de lardo.

La sobrasada con pan tomate
Un clásico de la casa que me gusta siempre repetir.

La sopa de verdura con trocitos de tocino
La quise repetir al día siguiente, esa vez sin el huevo pochado ni la trufa. Muy pocas veces se encuentran sopas en las cartas. Me refiero a sopas calientes. Esta es una simple sopa “pagesa” que te comería casi cada día.

Alcachofa rellena de butifarra de perol sobre un ligero puré de patata
Sencillo y delicioso.

Calabaza al horno con queso fresco y sésamo, alga frita y cacahuete
Un platito un poco “fine dining” como lo dice de broma Oriol. Ha sabido dar a esta hortaliza un poco dulzona unos matices que la “levantan” muy agradablemente.

Guiso de corzo
Otro plato como de casa de comida ilustrada. De primero la sopa y de segundo ese guiso, y comes feliz. Esto a veces es difícil de encontrar en un menú en Barcelona. Lo bueno de Els Casals, y más cuando te quedas un par de días, es que todos los estilos se mezclan y que los platos que se sirven para los menús de los huéspedes del hotel (escasos después del puente) se pueden intercalar con grandes platos de cocina de caza o de más nivel.
Els Casals es un restaurante de estrella michelín atípico.
Ejemplos:

La liebre guisada con su rilletes, su solomillo y su ravioli de los interiores
Un platazo monumental que se desmarca de la liebre a la Royale, con una salsa tal vez menos densa pero igual de sabrosa y que reivindica una autonomía de los diferentes cortes y retales del bicho. El filete, por ejemplo, se puede servir justo marcado por el calor de la parrilla, adquiriendo un reconfortante matiz de brasa. La rillete es un deshilachado que podría recordar la liebre del Senador Couteaux, la espaldida se presenta “rústicamente” con su hueso, y el ravioli, justo al dente, introduce estos bocados de hidratos que agradece el paladar en medio de tanta suculenta proteína.
Al día siguiente…

Corteza con jamón

Judías blancas con butifarra negra y espinacas tiernas
El canelón de la casa con bechamel de trufa, rábano, apio y manzana
Otro plato que invita a la gula.
Por fin…
La becada asada con topinambos risolados
El plato que por si solo merece el viaje. Cocción impecable de la pechuga. Y esos topinambos iban más allá de una simple guarnición para salir del paso. Casi les daría la importancia que se merecen sirviéndolos a parte en un cuenco.
Postres de estas tres comidas:

Membrillo en varios estados
Les daría una cocción a los dados de esta fruta, servidos aquí prácticamente crudos.
El sorbete sabía a mango…

El flan de la casa con su nata montada
Textura de 10. Con un poco menos de caramelo, no pasaría nada.

“Coulant” de avellanas con helado de ratafía
¡Aquí sí pega perfectamente la ratafía!

Bueno, al final ha sido un post… Pero he intentado no enrollarme mucho. Solo dar algunas pistas a los que tienen la intención de acercarse a esta casa esta temporada. Los días entre semanas son ideales por la tranquilidad que se respira en el hotel.
Para los que quieren también tranquilidad en sus comidas, como es mi caso, se puede comer en la zona de los desayunos.
Oriol se tuvo que marchar a la noche hacia Andorra con Óscar Villalba , su segundo de cocina que lleva diez años con él. Está empezando, por primera vez, un pequeño asesoramiento en un hotel de Andorra, en el municipio de Encamp : LES PARDINES 1819. Un proyecto modesto en la que se implicará a fondo y que dará a su fiel segundo la oportunidad de un puesto de responsabilidad.


ELS CASALS