


Era una apertura esperada desde hace meses. Ese nuevo BAROZ estaba destinado a sustituir el Marea Baja de la Torre Colón por un espacio destinado a los arroces.
Como siempre he pensado que el Marea Alta es de uno de los restaurantes más emblemáticos de Barcelona, también tengo que confesar que un sitio donde se sirven cócteles y tapas (por muy buenas que sean) no es una propuesta atractiva para mí. Y reconozco que una coctelería como la de Marea Baja tenía todos los ingredientes para triunfar, empezando por las maravillosas vistas sobre la ciudad.

Lo que sí me parece mucho más interesante, es este nuevo “Bar” que nos propone el director de orquesta (o maestro de ceremonia, como lo he llamado en otras ocasiones), Enrique Valentí .
En resumen: una casa de comidas con vistas, evidentemente “informal” ( la palabra es ya inevitable), con carta corta y muy atractiva, con horarios amplísimos y precios muy asequibles.
Si algún tipo de clientela se ha podido sentir cohibido a la hora de visitar con frecuencia el Marea Alta, más allá de celebraciones familiares o de llevar visitas de fuera, (reserva recomendada, precio que rondan los 100€, fine-dining inesperada en un sitio como este…), aquí todo será mucho más fácil y ágil. Desde las 13h hasta las 23h y cada día de la semana, este “Bar” (ya veremos en los platos, que se trata de una auténtica propuesta de restauración gastronómica) estará abierto al público con toda su carta disponible, y sin necesidad de reserva previa. Una oferta que no se veía en Barcelona desde la apertura hace 8 años de la Fábrica Moritz.
Casi lo veo como un “servicio público” de restauración tanto para turistas (seguros de poder encontrar un maravilloso restaurante con vistas abierto a cualquier hora) como para los propios barceloneses, y sobre todo para sector de la restauración, deseoso de almorzar, merendar salado o cenar a horas intempestivas.
Otro de los “ganchos” de este Baroz sería su carta de arroces, de momento secos, pero que incluirá rápidamente algún caldoso, “meloso” o al menos un poco más untuoso, como lo fue durante un par de años ese arroz de sepia de la carta de Marea Alta, que tanto me gustaba. Abogo por su rápida recuperación. ¡Mirad !
Aperitivos, entrantes, guisos, arroces y postres vintage sería un poco la estructura de ese “Bar” que va mucho más allá de un simple bar, como también lo fue el Barbas de la Rambla de Cataluña que lideró durante unos años el propio Valentí.

El equipo de cocina sigue capitaneado por el francés Arthur Sotto (ex Gagnaire) quien forma un tandem inmejorable con Enrique. En los arroces, sigue el menorquino Gerard Trilles, pero ya se fue el cocinero japonés Hideki Yoshioka.
Ayer era el primer día de apertura, y mi valoración tendrá que tener en cuenta esta circunstancia: el arroz salió riquísimo pero un poco crudo. Siempre topamos con este miedo que tienen los cocineros a que se les pase el arroz (en el sentido literal de la palabra). No veo otra manera de explicar esta “hipercorrección” que consiste en dejar muchas veces pastas, verduras y arroces demasiados crudos, como si se tratara de curarse en salud. En este caso, influyó también la falta de práctica con las cocinas y las “paellas”. Un par de días y todo estará solucionado.
El resto de la carta está ya a un nivel excelente. Y probé la mitad de los platos, con la frustración de no poder acabarlos. Cada uno de ellos me pedía una cucharada más.
Empecé con una “salva” de aperitivos que recuerdan un poco los de Marea Alta :

Mejillones, anchoa, matrimonio, chips de la casa, sardinillas y un pan con tomate
que hubiera aplaudido el gran Leopoldo Pomés quien nos acaba de dejar…(autor de un “pequeño gran” libro sobre el tema).

Pâté de pollo de corral en escabeche
Entre pâté y « royale » fría. Delicioso !

« Pizza » de tomate con stracciatella
Era difícil hacer algo diferente con estos productos tan manidos y presentes en el 90% de las cartas del mundo. Pues ahí se consigue! Hojas de orégano, tomate crudo y cocinado : todo el sabor de una Margarita.

Este plato se anuncia como :
“ Mitad empedrat, mitad esqueixada”
Pero es un empedrat de judías de Santa Pau en toda regla, ya que el empedrat es justamente una esqueixada con alubias.Un poco más de tomate y algo de cebolla o cebollino no le hubiera sentado mal. Veo que estamos haciendo gazpachos sin pepinos o sin ajo, esqueixada sin cebolla, sin pimientos y casi sin tomates…pero en la fine-dining encontraremos bocados que se degustan en 10 segundos que llevan 15 ingredientes…
Era la segunda “ensalada de cuchara” que comía en una semana! (Ambas deliciosas, por cierto). Y evidentemente en plato hondo. La cuchara y el plato hondo invitan a la degustación golosa, como lo seguiremos viendo en los platos siguientes.

Tártar de gamba blanca, como un cóctel de gambas
Efectivamente, todo el sabor vintage de una deliciosa salsa “golf”, que el cliente va repartiendo a su gusto entre los otros ingredientes. La chiffonade de lechuga ya estaba perfectamente aliñada previamente. Toque “healthy” del aguacate.


“Huevo bravo”
Otro entrante de cuchara también riquísimo ! Un huevo mollet (pronunciar “molé”) con migas y salsa picante.

Mejillones “como se comen en casa de Arthur”
perfectamente cocinados, es decir justo abiertos. Tal vez mejorarían con algo más de acidez de vino blanco, más sabora a chalota y menos nata…

Guisote de garbanzos con berberechos y hierbas frescas
Otra vez ese agradable matiz picante en el velouté que le acompaña y que no se puede quedar en el fondo del plato. Y la presencia protagonista de las hierbas aromáticas, que van más allá del tradicional perejil picado que se espolvorea más por rutina que por convicción en este tipo de platos marineros. ¡Y sigamos usando la cuchara!

Arroz bomba de sepionetas
El marisco jugoso, juste depositado en el último momento. Arroz rico de sabor, pero, como hemos dicho antes, un poco crudo y laborioso de masticar.

Sandía al vino tinto
Copa Brasil
(Faltan aun los granos de café decorativos)
Limón “givré”

(con menos tropezones de limón confitado sería perfecto).
¡Ya tengo ganas de volver a este Baroz! Ese es el pensamiento que uno tiene que tener cuando sales de un restaurante! El vaso de gazpacho, la croqueta fría, los calamares a la andaluza con salsa especial , el tártar “tonnato” o el arroz con pollo y cigalas serían motivos más que suficientes para una próxima segunda visita, pero os lo contaré por twitter…

Carta de vinos inexistente: un blanco, un cava y un tinto, y como guinda sangrías!
Ambiente musical también vintage (Último de la Fila, Alaska…). Mesas ligeramente sobre elevadas (aquí se justifica para disfrutar del skyline de la ciudad), pero con asientos muy confortables.

BAROZ
Torre Colón
Barcelona
93 631 35 90

Hola Philippe, la verdad tiene todo muy buena pinta, aunque no sé si la ubicacions/acceso es la mejor para este tipo de oferta, y pienso que las visats no lo son todo…,
ahora bién lo que no entiendo y menos en una arroceria, és tan difícil hacer arroz para uno? , y sí vas solo? i/o los gustos no coinciden con tu acompañante?, no sé a que se debe pero es bastante habitual!!
Alkostat costó también al principio, pero ahora se llena.
En cuanto al arroz, no será el plato obligatorio. Una persona sola también podrá comer con un par de entrantes y un guiso. si quiere. Lo importante es que esté rico. Y lo es.
Ya veremos.
Ojalá muchos más restaurantes con horarios dilatados que al final solo se puede comer a las 2 y cenar a las 9.
Totalmente de acuerdo!
Habíamos reservado para las 15:00 y cuál fue nuestra sorpresa al escuchar que teníamos que esperar en la terraza exterior (17 de noviembre a 11 grados), y no nos garantizaban el tiempo, nuestra mesa reservada estaba ocupada! Una vez en la terraza y después de 45 minutos de espera y viendo cómo se iba llenando la terraza con gente que como nosotros teníamos reserva: cuatro parejas y un grupo de cinco, no éramos los únicos !, y no sin una una insistente queja accedieron a darnos mesa. Después de esta larga espera, tardaron 15 minutos más en tomarnos la comanda, eran las 16:00.
Y la comida … pedimos un arroz de gamba roja (50 € / 2 personas), las gambas muy rojas y con muy buena pinta pero el gusto, inexistente, y al arroz le faltaba fondo, en definitiva, GUSTO!
Lo mejor, la mousse de chocolate, buenísima! pero claro, el restaurante se anuncia como una arrocería.
Hay mucho por mejorar: la gestión, la cocina, sobre todo el arroz.
Juzgad vosotros mismos.
Espero haberos servido de ayuda.
Por supuesto que estos comentarios críticos son de mucha ayuda! Y los responsables lo leerán. Y tomarán nota!
50€ para 2 personas es mucho…
Mi arroz de gambas tampoco me convenció. Muy poco gustoso y algo pasado de cocción.
Supongo que tuvimos mala suerte o no acertamos el día, fuimos el día de reyes a comer y estaban un poco sobrepasados, esperamos mas de 20 minutos entre plato y plato.
Fueron muy amables, eso si, y nos invitaron a los postres y los cafés.
Dicho esto las vistas espectaculares y el conjunto del lugar muy agradable.
Los entrantes y los postres de buen nivel.
Voy a volver.
Tienen mucho éxito, me parece. Y esto dificulta algunos servicios, imagino.