Dani Lechuga acaba de reabrir con fuerza y ánimo su restaurante BARDENI , después de unas vacaciones, que le han ocupado haciendo reformas (más reformas), esta vez en su Caldeni de siempre. Pero esta parte del negocio que era, de hecho, su pequeña casa madre, no volverá a la formalidad gastronómica de antes. Dani se ha cansado de aquel estilo de servicio y de menú-degustación, con reservas que a veces ni aparecían y clientes que se eternizaban de la silla y confundían casa de comida con pub nocturno.
La agilidad con lo que todo fluye ahora en su nuevo BARDENI (decorado en plan “ design povero” por Lázaro Rosa-Violán) , le ha abierto los ojos. La gente llega sin reserva, llena las mesitas y hasta la barra , disfruta con la cocina de Dani, prácticamente la misma que en el antiguo “gastro” pero a mejor precio y con más informalidad (palabra clave para entender la gastronomía de estos años 2010).
La otra parte funcionará como restaurante “supletorio”, las noches de mucha afluencia o bien como “mesa de la cocina” o mesa privada, hasta 20 personas. Eso sí, con previa reserva y pensada para clientes de confianza.
En el Bardeni, ambiente “carnicería” con esos azulejos blancos y la nevera de carne . Aquí habrá que cambiar el nombre de “pizarra” por el de “baldosas” para nombrar las cartas que se escriben en la pared…
Un equipo de cocina reducido ( los fieles de siempre), un servicio de sala amable pero ágil que, como decimos aquí, “va per feina” (es decir no está en la “tontería”) son lo que hace posible esta nueva etapa de Bardeni sin Caldeni. Pero los amantes de la carne y los habituados de esta casa se sentarán igual de cómodo, o más que antes.
Dani mantiene sus platos de siempre, sencillos, sabrosos y sobre todo sus fantásticas carnes que le han dado , con justa razón, su fama.
(Muchos de los platos que veremos se compartieron entre dos personas).
Entre los “hits” : el delicado ramequín de pulpo, huevo y rica Parmentier (individual).
el espléndido steak-tártar , sin duda uno de los mejores de Barcelona,
o su canelón de rabo con queso comté y jugo de carne. De hecho , el jugo de carne es un poco el hilo conductor de muchos de los platos.
Uno de los pocos momentos vegetales de la carta : el agradable surtido de tomates de temporada.
También en los entrantes, tenemos el carpaccio de lengua (aquí nos referimos al corte fino) y langostinos que necesita un pequeño lifting gustativo. ¿Una buena tártara , bien potente de alcaparras?
Pero llegamos pronto al territorio principal de la casa. Formidable el entrecôte de Angus Premium (en la foto media ración). Tres semanas de reposo. Impecable de grasa infiltrada (el “persillé” de los franceses) y deliciosa su grasa externa. Nada que envidiar a los tan aclamados wagyus (que hay de todo…) , se lo aseguro. 32€ la ración entera. Se acompaña con una patatas “ratte” en salsa Café de París.(Un poco de sal a la patata , por favor).
El onglet (aquí en ración entera) sobre un insulso puré de raíz de apio. Acompañamiento desacertado. De hecho me pregunto cuando un puré de apio bola es acertado. Los cocineros franceses lo meten en todas partes. Elaboración un poco viejuna.
Siempre le recomiendo a Dani que centre sus guarniciones en la patata. Entre las diferentes variedades de este maravilloso tubérculo y las infinitas elaboraciones clásicas que se han hecho a partir de él, se abren posibilidades de grandes guarniciones . Más allá de la suflé (en pleno come-back), está el gratén dauphinois (Dani lo tiene pero se le olvidó ponérmelo), la dauphine (esos buñuelos 50% patata,50% pasta de palo), la rösti…, por no hablar de un bueno y simple puré o de unas patatas fritas “comme il faut”.
En este onglet, por ejemplo, 30% menos de carne y 4-5 patas Dauphine con un poco de jugo, sería el matrimonio perfecto, para que el paladar descanse ante tanta proteína animal.
También podría echar de menos algo más de verde en la carta de Bardeni. Pequeños boles con lechuga romana y cebolla, o berros, bien aliñados, podrían completar la propuesta.
Excelente la costilla a baja temperatura y glaseada. Aquí también tuve que pedir un poco más de trinxat (que estaba delicioso). Buena textura, aun un poco firme. La carne no tiene porque deshacerse después de unas cocciones a veces interminables ( parece que hay competencia entre quienes hacen la cocción más larga…). Muy agradables los toques refrescantes de chile serrano en la salsa.
Postres emplatados en medias raciones. Creo que todo no se puede compartir…como lo vimos con el pulpo.
Sorbetes de manzana y fresones.,(artesanos como todos los postres). para bajar un poco la comida.
Realmente deliciosa la versión de una Selva Negra (al menos así la interpreté): bizcocho de chocolate, sorbete de cereza y chantilly de chocolate blanco (un poco de kirsch?).
Y excelente torrija con el contrapunto ligeramente ácido de un helado de yogur.
BARDENI
Caldeni
c/ Valencia nº 452
93 231 45 11
Cerrado Domingo y lunes