Cuentos infantiles y gastronomía van unidos de la mano últimamente. Hasta en el mundo del bocata Premium se recurre a los cuentos de Perrault. El de la abuelita, la caperucita y el lobo feroz sirve como hilo argumental de la carta de LA CAPUTXETA , el nuevo concepto de bocatas gourmets que ha abierto hace algunas semanas Marc Cuenca, el alma de los Tres Porquets e hijo de los de Can Pineta. En este caso también se intenta tejer una “gastronomía de barrio” que , aquí no se aleja de los cruces entre la Rambla de Poble Nou y la Diagonal. Frente a la saturación gastro del Ensanche , se agradece que se abran negocios , al menos interesantes y divertidos como este en los barrios.
De un antiguo local amplio y luminoso para sushi se ha pasado a una taberna para degustar bocatas. Y el espacio de la antigua barra de sushis ahora es una barra de pase que deja ver la cocina. Arriba los paneles detallando cada bocata , buscando una estética de fast-food pero en más cálido.
El pan . Lo más importante de un bocata es el pan. Aquí son del Forn de Sant Josep. Toda una referencia . Emili Feliu ha creado un pan de una textura excelente, bien mullida para que la mordida sea cómoda y agradable. Casi ergonómica. Sin leche y sobre todo sin que se aprecie dulzor alguno.
El otro pan de la casa, es la deliciosa coca de Concept Pan. Crujiente por fuera y tierna por dentro.
Ideal para El Ibérico (¡Guijuelo de bellota!)
y el “Canta “Bro”, con atún y pimiento asado.
De momento Marc descarta recurrir a la típica baguette.
El vino
Joan Valencia, el bodeguero de Cuvée 3000, es el socio habitual de esta familia , a parte de su alianza con los gemelos del Xemei (valga la redundancia). Estos negocios le divierten (Tres Porquets,, Bar Brutal ) y le permiten extender su campo para seguir haciendo proselitismo de los vinos naturales. Tomamos un espumoso muy apropiado de 10,5º después de un vermut natural fantástico, con su agradable matiz amargo, que elaboran los “italianos” de Partida Creus.
Después de la bandeja del vermút con sus anchoas El Xillu, sus aceitunas rellenas de anchoa troceada, de la “secallona” y de unas chips artesanas, seguimos con la degustación de bocatas.
Al de solomillo y pimientos fritos (Josete) le falta un poco de sabor (el solomillo es textura y los pimientos se apoderan del conjunto). ¿Qué tal una “foyot” hecha con mahonesa? Es decir maho + glace de carne.
En cambio, el bocadillo de calamar (El Madriles) está brutal con su rebozado de tinta y su toque de lima. La maho de plancton se podría apreciar un poco más. Pero está genial . Una buena versión que mejora el clásico.
No desmerece El Farra con su butifarra de payés ecológica, con queso de Brie fundido y pesto. Un maridaje curioso pero bastante acertado. Se puede pedir el punto de cocción de las carnes, butifarra incluida.
En fin, una selección de 24 bocatas que va desde el Gallego (con lacón) hasta el Donald (aquí nos salimos un poco del cuento oficial de la Caperucita…) de magret de pato con alioli de membrillo (como en Berga), pasando por el Filemón (otro cuento infantil ) de mortadela, brie y anchoas o el Tres Porquets que lleva evidentemente “porchetta” y mostaza de naranja.
Los precios van desde los 5 hasta los 7 €
¡Si todas estas referencias infantiles sirven para que se “enganchen” los niños y los adolescentes a estos bocatas de calidad, y dejen de lado la comida basura, bienvenidas sean!
De acompañamientos la ensalada del “ huerto de la abuelita” con hortalizas ecológicas (6 €)
y las patatas bravas (“las del lobo feroz” un poco picantes ) (4€) y las “mansas” (la de la Caperucita”), muy suaves con maho y ketchup.
En los postres, como es habitual , la oferta decae bastante: las bombetas de chocolate (2,50€) y pasta filo (una especialidad de Can Pineda que tiene su origen , creo, en la Escuela Hoffman), helados artesanos (3€) y una copa de yogur griego con fresas .
No! Hoy no diré que hace falta un postre de fruta más refrescante…
Por poner un pero. . . encuentro a faltar la dirección, por lo demás llevaré a mi hijo que es un entendido en bocatas para si abandona los bocatas basura por los de calidad.
Vi el local hace unas semanas, pasando con la moto por delante y ya me habia olvidado de indagar. Me han entrado ganas de probar el de calamar. El del Sagás (que hace tiempo no lo tenian) de calamares también está muy rico, aunque se queda en poca cosa.
Para suplir el tema postres de este local, muy cerca esta el Palazzolo, una pasteleria siciliana, donde hacen unos cannoli notables, que los preparan al momento
Bocadillos excelentes, de manufactura impecable, con mucho sabor y como bien dices “cómodos y agradables” (puede que demasiado, “muy al gusto de todos”, pero como te decía, irreprochables). Probamos el Tres Porquets (Porchetta bien crujiente) y el de Ternera con Verduras. Vivo cerca y me divierte y gusta mucho el concepto. Lástima que en la visita tenían un problema de cocina y/o de servicio.., era un caos: tardamos hora y media para tomar ¡¡¡dos bocadillos!!! (al final, desistimos de tomar los postres a la casi media hora de estar pedidos). Pero seguro que ha sido algo puntual, ¡nadie es perfecto!
Ayer, Onze de Setembre estuvimos comiendo, teniendo en cuenta la presión exterior por conseguir una mesa puedo decir que fué bastante bien, por no decir muy bien,
El Madriles (bocatacalamares) extraordinario, el de jamón muy bien, la ensalada correcta y el servicio muy bueno, teniendo en cuenta el día tan especial con gente entrando continuamente a que les dieran de comer como fuera
Buen lugar para repetir con mas calma……
Hola Francesc. Me alegro. Yo también intenté comer por la zona, pero viendo que Tres Porquets ya no aceptaban reservas. Decidí comer en casa.
Cuentos chinos fuimos a cenar porque me habían hablado bien del sitio y lleve a gente y quede fatal la camarera creo que tendría comisión por vender tapas como 20 veces niño a la mesa a preguntar si queríamos tapas dada su insistencia tuvimos que pedir y luego pedimos unos bocadillos pues tardaron para preparar los bocadillos bastante rato y encima otra vez vino la camarera a preguntar di queríamos más tapas porque los bocadillos tardarían y no entiendo porque en el local no habían más de 20 personas fatal los bocadillos nada del otro mundo venden humo servicio horrible y camarera pesadísima.si lo que quieren es clientela de fuera pues la tendrán porque no vuelven yo por mi parte soy del barrio de toda la vida y no volveré y las 20 personas que me acompañaban menos en fin nada recomendable
No eres la primero persona que se queja.El problema a veces es que no se mantiene el nivel del arranque.Aquí queda tu testimonio.
Ayer fuímos a comer, el menú mediodía (11 euros) y lamentablemente corroboro lo que aquí se está diciendo. La camarera, en primer lugar no nos ofreció el menú que se anunciaba fuera, dejando únicamente la carta sobre la mesa; una vez nosotros le preguntamos por el menú, jugó desde el minuto 0 a no dejar claro que incluía el mismo y que no y a ofrecernos “extras” (sin así denominarlos) contínuamente (íbamos con dos niñas). Al final, sólo en los postres, acabamos pagando 9 euros de “complementos” de más. Lo de menos es el dinero, lo que más me irrita es que considero que no es una actitud nada ética. El cliente debe saber y decidir en todo momento lo que se quiere gastar, y más si se va a un restaurant de “bocadillos” y, además, a la opción del menú mediodía. Local medio vacío…, y no me extraña…, creo que lo que están haciendo es un auténtico suicidio. En el mismo post, Philippe, los dejé muy bien anteriormente, a pesar de que tardamos hora y media para comer…, ahora mi mujer y yo tenemos clarísimo que, aún siendo vecinos del local, no volveremos nunca más.
Con los restaurantes que nos decepcionan, ya sabemos lo que tenemos que hacer. Lo mismo que con los políticos que te defraudan…je je.
Cuentos chinos fuimos a cenar porque me habían hablado bien del sitio y lleve a gente y quede fatal la camarera creo que tendría comisión por vender tapas como 20 veces niño a la mesa a preguntar si queríamos tapas dada su insistencia tuvimos que pedir y luego pedimos unos bocadillos pues tardaron para preparar los bocadillos bastante rato y encima otra vez vino la camarera a preguntar di queríamos más tapas porque los bocadillos tardarían y no entiendo porque en el local no habían más de 20 personas fatal los bocadillos nada del otro mundo venden humo servicio horrible y camarera pesadísima.si lo que quieren es clientela de fuera pues la tendrán porque no vuelven yo por mi parte soy del barrio de toda la vida y no volveré y las 20 personas que me acompañaban menos en fin nada recomendable