Después de una copiosa comida en el bistró Tengo, se me antojaba una cena ligera. Es muy
Se trataba de hacer un pequeño paseo “aperitivo” desde el Hotel De las Letras (me parece que va a ser mi hotel escogido para mis estancias en Madrid, por lo céntrico y cómodo que es) hasta la calle Velázquez donde se encuentra el Kabuki Wellington.
Comida en la barra, sin la presencia de Ricardo Sanz (era lunes).
Se empieza con el invariable aperitivo de la casa: dos trocitos de papaya y piña servidos sobre hielo pilé y como unas “rilletes” muy sabrosas de atún con ponzu y sésamo negro.
Pido un plato que no estaba en la carta pero que me habían recomendado : el lomo de atún (¿picante?) con huevo roto y patata canaria . Riquísimo. Suelo comer con palillos pero en este caso pedí una cuchara. No pensaba dejar los apetitosos jugos y la yema líquida en el fondo del plato.
Últimamente pide cucharas a los camareros. No sé quien decide los cubiertos en un restaurante, si el cocinero o el servicio de sala, pero algo está fallando. Te traen cuchillos cuando no hay nada para cortar, y faltan siempre cucharas cuando nos encontramos en cada momento con platos caldosos, salseados o simplemente jugosos. Resultado: estas esencias sápidas se quedan al fondo del plato y van directo a las picas…
Pido un nigiri de anguila (Unagi): sabor a fango del producto . Puede pasar con este tipo de bicho.
Ante la imposibilidad de tomar medias raciones de makis, me inclino hacía los de cangrejo Soft Crab y aguacate . Buenos.
Pero lo que más me gustó fue la sopa de pescado que me tomé al final .Caldo limpio, ligeramente picante con el pescado crudo que se cuece suavemente. Cebolleta , algún shiitake y espinacas .
Postre agradable de plátano, crema de lima, gelatina de coco y otra de café. Combinación de sabores ganadora .
Pero lo reconozco. A Kabuki, hay que ir con ganas de disfrutar del menú degustación que ronda los 100 €.
KABUKI WELLINGTON
C/ Velázquez nº 6
91 577 78 77
TWITTER : @PhilippeRegol