Hace un poco más de seis meses que Jesús Lastra y Alejandro Peñas han abierto este bistró-bar en el barrio de Salamanca. Ya desde la calle, el local invita a entrar. Amplios ventanales y espacio luminoso. Moderno, pero cálido a la vez. Pizarra con la carta del día, mesitas, barra y mesa colectiva dan el tono de la informalidad que se pretende trasmitir. Desde las 8 de la mañana, se ofrecen desayunos con bollería de calidad. Y en comidas y cenas, carta fija a la cual se añaden algunas propuestas del día.
Jesús y Alejandro tienen un buen bagaje culinario a sus espaldas. Zuberoa, Las Rejas, Per Se, La Terraza del Casino y algún restaurante en Francia del cual Alejandro no se olvidó de llevarse una impresionante “crème brûlée” hecha “comme il faut”.
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Hace unos días , tuve la ocasión de probar algunos platitos entre los cuales destacaré un excelente humus con pan sardo que, si se pasa dos minutos a horno medio previamente, gana en crujiente (9 € la ración entera) . Comino bien marcado, pero a mí no me importa. Una riquísima ensaladilla rusa (11 €- 6,5€).
Unas alitas de pollo muy ricas (12 € la ración) y unos callos bastante notables, pero que se deberían servir aparte ya que. al presentarles en la misma bandeja que la ensaladilla, se van enfriando.
Correcta la mozzarella fabricada en la sierra madrileña (de vaca), pero un poco recia la textura de las patatas bravas.(no hay foto). Además, reconozco que estoy acostumbrado a la “herejía catalana” de la condimentación de las bravas: salsa brava + alioli. Este último le da una untuosidad necesaria, a mi parecer, a este tipo de plato. En Tengo sólo se sirve con la salsa de pimentón , que sería en principio la manera “ortodoxa ” de servirlas en Madrid.
Correctas las manitas de cerdo (plato un poco caro , 19 €) pero con una guarnición que no nos convenció : un excelente puré de Granny Smith a la mantequilla noisette que serviría de muy buena base para un postre.
Pequeños financiers para el café.
De hecho, como era el último plato, aparté el puré mientras comía los pies y lo degusté al final como un pre postre antes de la deliciosa “crème brûlée”, que por sí sola justificaría la visita a Tengo (5,5 €).
TENGO
c/Juan Bravo nº 41
Madrid
Abierto cada día. Ver horarios en la web.
91 016 72 98
http://www.tengorestaurante.es/tengo/