Observación Gastronómica 2

Agradable sorpresa en el Alba Granados

Es el segundo restaurante del pequeño Grup Alba (el otro es Alba París del cual hable hace unos días) que ostenta la familia Claver y donde oficia la hija Carlota, joven cocinera formada en la escuela Hofmann. Su brazo derecho desde hace poco tiempo es el joven Antoni Marrodán, con buen curriculum: entre otros Fouquet’s, el emblemático (y carísimo) restaurante de los Campos Elíseos, y Chez Drouant, el glamuroso y decimonónico bistrot que dirige el ex tri estrellado alsaciano Antoine Westerman.

Carlota parece disculparse al avisarme que en el Alba de la calle Granados, se hace ante todo cocina tradicional. Ningún problema. A mí me gusta simplemente la cocina bien hecho y la coherencia. Pero matiza enseguida : “Le ponemos nuestros toques, como por ejemplo, en la ensalada xató”. Adelante con los “toques”. Lo tradicional “puro y duro” no existe. Tampoco la cocina creativa al 100%.

Lo importante es disfrutar sentado en la mesa.

El marco es agradable. Más espacioso y moderno que el Alba París. Muy atractiva su terraza-jardín bien acondicionada. En el interior, cocina vista, espacio abierto y paredes algo recargadas con recortes de prensa enmarcados (un poco autobombo…).

Se agradecen los manteles. En estos momentos de ahorro, la calidez del trapo es un plus.

Se empieza muy bien con un pequeño aperitivo de berenjena : humo, pimentón de la Vera, dados de gelatina de rúcula y pasas de Corinto.

Muy bueno también el boquerón relleno de piquillo.

Me hacen probar las tres croquetas de la casa. Empezar con la de carne y virutas de foie-gras (la más delicada) y terminar con la de compango (la más sabrosa) de claros tintes asturianos (Carlota pasó por Casa Gerardo y algo le quedó…). En medio la de jamón (8 €).

La ensalada xató, como lo hemos adelantado, se presenta de una manera curiosa en forma de “makis” de bacalao que encierra el atún, la anchoa, la aceituna de Kalamata y algo de escarola. En la cumbre, un romesco, algo light. Sugiero cortar más finas las láminas de bacalao (buen producto) e intercalar algo más de escarola entre los rollitos (11 €).

Ricos también los raviolis de Fourme d’Ambert (queso azul del centro de Francia)  con una crema de calabaza. Buena combinación. Sustituiría el aceite de trufa por un toque de especias (¿comino, ras el hanout?) (8€, media ración).

Un plato nuevo a punto de entrar en la carta: un bacalao en tempura con mahonesa de jengibre y lima. Sugiero introducir cebollino abundante a la maho. Por encima, un polvo de piñones y naranja confitada podría ir bien. Ya que el tallo de cebollino y las láminas de kumquat sólo hacen función de “decoración”. Otra vez buen producto y buena cocción (14,5 €).

Llega la carne de vaca frisona danesa de 6 años. Excelente materia prima. Con una textura melosa espectacular (25 €). Cocción perfecta. En principio el comensal debe acabar su cocción encima de la plata de barro candente que se coloca en la mesa. Desisto de esta operación por dos motivos. La cocción de la carne me parece óptima y la cantidad de sal que se reparte en la plata de barro me asusta. Una carne de esta calidad no necesita tanto cloruro de sodio, aunque se presente en forma de escamas. Me quedé con las ganas de probar la guarnición de gratén dauphinois que imaginé excelente , conociendo las formaciones “afrancesadas” de Antonio y de Carlota.

Los postres son sencillos, en coherencia con el resto de la carta pero encontré excelente el mató con helado de miel y romero, rica galleta sablé y toques de naranja confitada (6,95 €). Recuerdo algún atractivo flambeado de mango, un borracho etc… Apetitosos todos.

Muy correcta la tatin que se ofrece desde un espectacular carro de tartas caseras.

Postres emplatados, flambeados, carro… Me gusta la importancia que se da al momento del postre en esta cas.

ALBA GRANADOS

De 13h a 16h

De 20h30 a 12h

Domingo, de 13h a 16h

c/ Enric Granados nº 34

93 454 61 16

Cerrado domingo y lunes.