2 comentarios el “LA BIEN APARECIDA. (Madrid)

  1. Estimado:

    Yerra cuando califica como defecto el que un postre sea dulce. No confunda defectos o errores con el gusto personal de cada uno. Si uno se involucra demasiado con la parte salada (es decir, se pone hasta la nuca de callos y alubias) y necesita refrescar la panza, no es culpa del que oficia los postres.

    Otros, con criterio desde hace tiempo, echamos de menos la presencia del dulce en los postres y nos cansan las preparaciones facilonas a base de frutas y papillas. Supongo que llegamos al final de la comida con el apetito para degustar sabores que van más allá de la menta y la lima.

    Reivindico, pues, el deseo de que los postres sean dulces porque su génesis no es más que esa. Y espero, con fervor, que se recuperen las masas hojaldradas en los desenlaces de las comidas y cenas.

    Otra moda más: la de “no me gusta el dulce”.

    Salud.

    • Querido Pedro. Reivindico los dulce en los postres. Tiene que estar presente al final de una comida. Sin ninguna duda. Otra cosa es lo dulzón. Cuando el azúcar lo domina todo y enmascara los matices cítricos, de hierbas, especias etc.
      Dónde no soporto el azúcar es en la cocina salada. Llega a destiempo. Demasiado pronto y nos quita la ganas de abordar el momento dulce del final con la buena predisposición requerida.
      También reivindico las masas, las farináceas : babá, hojaldre (mejor caramelizado para aumentar su crujiente). Todo es cuestión de equilibrio. Y en lo dulce también tiene que haber. Si no, como la sal, lo puede anular todo. Pero en el campo de lo salado, nos damos cuenta enseguida de su exceso. Mientras que el mundo dulce, parece que hay barra libre.
      Veo que la moda justamente es endulzarlo todo. Desde el primer aperitivo hasta el último empalagoso petit-fours. Y esto , en mi opinión es contraproducente tan gastronómicamente como nutricionalmente.
      Pues mira el post sobre La Tasquita. Justamente después de unos callos bonísimos, qué bien nos sentó ese arroz con leche endulzado en su justo punto…
      Pero evidentemente todo es subjetivo…
      Salud!

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