La semana pasada estuve comiendo en el flamante restaurante ENEKO de Bilbao. Se encuentra en el último piso del Palacio Euskalduna, en el espacio que ocupaba el antiguo Echanobe, de Fernando Canales, restaurante que visité una vez hace unos 20 años.
El espacio ha sido oportunamente reformado. Ahora con menos cortinas, menos opulencia burguesa y más naturalidad en los materiales. Las vistas sobre la ría siguen siendo, evidentemente, magníficas.
Eneko Atxa
ya tenía Azurmendi, su tres estrellas de Larrabetzu, para un público más internacional y visitas esporádicas de su clientela vasca y española, y ahora dispone de su restaurante gastronómico, algo más asequible, en el centro de Bilbao, a la disposición de los bilbaínos para el día a día, o , al menos para visitas más frecuentes.
Digo “algo más asequible”, porque el nivel culinario ( y los precios) son indudablemente de alta cocina. La vajilla, el emplatado fine-dinning (con, tal vez, un exceso de flores), la calidad del producto, el servicio del vino llevado por Julio Barluenga (a quien conocí en Noor el año pasado), hace de este nuevo restaurante, recientemente abierto, una propuesta elegante que aspirará pronto a un reconocimiento michelín.
Comí a la carta, pero tuve que pedir algún plato más (algunas raciones eran bastante escuetas…)
Excelentes aperitivos .
Foie-gras y naranja, brioche de setas y kaipiritxa (bombón al txacolí)
Buena mantequilla de boletus, al lado de una mantequilla emulsionada (prefiero la mantequilla tal cual). Buen pan.
Morcilla hecha en casa, caldo de alubias de Arraño, berza y flores ligeramente picante.(22€). Sabores correctos, sin más.
Mucho mejor el magnífico
bogavante
perfectamente asado al sarmiento, jugo gelatinoso de ave y buñuelos de sus interiores.(42€). Delicioso.
Espléndidas también las
kokotxas de merluza al pil pil
(38€), servidas con unas patatas sufflés rellenas de puré de ajo asado. Siempre he pensado que las patatas sufflés adquirían todo su sentido rellenas de alguna elaboración cremosa o untuosa. Aquí no habían perdido en absoluto su crujiente y me supieron a poco.
Postre de Intxaursaltsa ( la típica salsa de nuez vasca) con avellanas de chocolate en trampantojo y chocolate caliente (11€). Tal vez faltaba un poco más de helado para equilibrar las proporciones y tener en cuenta que el sabor del helado es más tenue que el del potente chocolate. Flores meramente decorativas.
Servicio muy cuidado de coctelería y de café.
ENEKO
Bilbao