GASTRONOMÍA CANALLA EN LA ZONA FRANCA
Barcelona es una fuente inagotable de restaurantes por descubrir. La Granja Elena era una de estas asignaturas pendientes que me quedaba por visitar. Es ya cosa hecha. Cada vez que me hablaban de este restaurante me lo describían alejado del centro, perdido en una barriada de la Zona Franca, casi inaccesible. La verdad es que esta taberna, este bistró a la catalana está a sólo 5 mn de la plaza de España y bien merece esta pequeña excursión.
Empezó como granja (bar de desayunos y pastas), para luego transformarse en charcutería hasta que en el 1974 la familia Sierra lo enfocara como casa de comida. No será hasta que Borja , uno de los hijos, cogiese las riendas de los (pequeños) fogones cuando la casa adquirió relevancia gastronómica, gracias a su bagaje adquirido en sus stages en restaurantes como Zuberoa, por ejemplo. Casa totalmente familiar en la que los hermanos llevan la sala y la atención al vino mientras que Abel, el padre, sigue haciendo de anfitrión y de entusiasta amante de los vinos (hablamos de Senderens que justamente el día de nuestra visita hacía los honores de la Contra de La Vanguardia).
El ambiente es muy tabernero. Recuerda un poco a un bistró parisino con sus pizarras con todos los vinos recomendados, su barra y las mesas minúsculas.
Desde los pocos metros cuadrados de la cocina-vista, salen platos de bistró o de cocina popular puestos al día. Un cierto eclectismo culinario que va desde una tosta de boquerones en vinagre , mejillones en escabeche y sofrito hasta un buen arroz cremoso con foie-gras (foie un poco blando)y colmenillas pasando por una auténtica tortilla de bacalao y setas de San Jorge perfectamente “baveuse” (jugosa) al estilo de las sidrerías donostiarras. De las mollejas de ternera con perrechicos y terrina de patata, nos sorprendió su textura granulada que recordaba más a unas huevas de merluza que a la glándula de marras…
De postre, un excelente requesón de Fonteta con frutos secos garrapiñados. No ponen pegas a la hora de hacer medias raciones, lo que permite probar varios platitos.
Probad para picar las croquetas, “cárnicas y sabrosas”.
Desde las 7 de la mañana, de lunes a sábado, la casa funciona también como bar donde se toman los famosos desayunos de cuchara (“de forquilla”) a los que acuden, ente otros, trabajadores del vecino Mercabarna. A la noche permanece cerrado. Los sábados solo funcionan los desayunos. Y cierra los festivos.
Muy recomendable para salir un poco del Ensanche…
GRANJA ELENA
Passeig de la Zona Franca nº 228
93 332 02 41
para salir del ensanche hay que tener la cartera llena también con esos precios, tortilla 20€, arroz 22€,…., y esto que el local es incómodisimo, ahora, se ha de respetar que casi siempre esté lleno, tendrá su público
Barato , no es. Por esto recomiendo hacer medias raciones (son grandes) y sale a cuenta.En nuestro caso, no llegó a los 50 €. Eso sí, siendo razonables con el vino…
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