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GRESCA febrero 2012

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La cocina de Rafa Peña es una de las mejores de Cataluña. Es cocina del sabor, sin ninguna duda, pero con este plus que marca la diferencia. Personalísima en sus planteamientos. Elegante y depurada en sus construcciones. Casi de una estética zen en algunos casos.

En el plato está justo lo necesario. No aparecen chupitos ni platitos aparte, ni gesticulaciones agobiantes, ni manuales de instrucciones para degustarla. Laconismo y parquedad. En una palabra, es una cocina que trasmite seguridad por parte del cocinero que la ejecuta.

Esto debe ser el quinto post sobre este cocinero que era totalmente desconocido cuando empecé a hablar de él en los comienzos de este blog, hace casi 6 años.

Renueva su carta un par de veces al año, a un ritmo prudencial pero seguro. Pero cada día propone un menú diferente de muy buen nivel por algo menos de 19 €. Casi son platos de carta encubierta. Así que no se le puede etiquetar como “bistrot”. Ni los manteles, ni la buena vajilla, ni el servicio (dirigido por su mujer Mireia), ni sobretodo su cocina refinada merecen este calificativo.

Snack de galleta de parmesano con pimentón.

Esta vez encontré el foie-gras en escabeche bien equilibrado de acidez. Incluso el puerro, ligeramente escalivado, conservaba su crocante pero sin lo desagradable de su fuerza en crudo.

Bueno el plato de calamar con tomate raf, almendras tiernas, flores de almendro y tomate,

pero le preferí la tortilla de finas hierbas. Deliciosa. En realidad se trataba de un revoltillo envuelto en una fina lámina trasparente de panceta Maldonado. Semillas de tomate, coca de cristal.

Curiosa (¡y muy rica!) la “lasaña” de queso Comté que tapa un guiso de setas con un excelente jugo y unos finísimos germinados de puerros.

Excelente el bacalao a la llauna con judías del ganxet. Rompiendo la forma habitual de presentar este plato. Pero se agradecería un elemento gustativo inusual, diferenciador para que el trabajo sobre la forma no se quedara a medio camino.

 

Brutal el pato “coll vert” asado. Nabo y pencas de acelgas glaseadas. Huevas de maruca (tipo de botarga). Contrastes de sabor muy interesantes.

¿Hoy en día quién se atreve a asar una pieza entera? ¡Máxime en la exigua cocina del Gresca!

Espectacular la liebre a la Royale (en “efiloché”) con tiras de pan de centeno y hojas de hierbas aromáticas, no decorativas sino funcionales ( menta, ajedrea, salvia, flor de romero…).

Sorbete de limón en forma también de “lasaña” sobre una crema de maría luisa, con moras y oxalis. Un buen postre refrescante, servido en una pizarra helada.

Según la Michelín, todo esto no se merecería n¡ un Bib Gourmand…

Menú degustación 50 €

GRESCA

c/ Provenza nº 230

93 451 61 93

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