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EMMA café. (Barcelona).

EL NUEVO BISTRÓ DE ROMAIN FORNELL
Autenticidad gala

¿Crisis? Sin duda. ¿Cómo negarla pero uno se sorprende al ver la apertura de tantos restaurantes y de tantos hoteles en estos momentos, al menos en Barcelona. Se trata de hoteles de 4 o 5 estrellas (el alcalde de esta ciudad reclama aun más de estas categorías para el centro de la ciudad), pero los restaurantes suelen ser de cocina tranquila, confortfood,bistrós, gastrobares,cervecerías. tapeos informales. Quedan más por abrir. Próximamente La Lola de Quim Marqués en Las Arenas, o la cervecería Moritz con Jordi Vilá en la antigua fábrica de la Ronda San Antonio.
De la bistronomía de estos últimos años estamos pasando a la bistromanía de hoy.
Parece que es lo que quiere el público y sobretodo lo que se puede pagar.
Hablando de bistró. Lo que acaba de abrir Romain Fornell (del Caelis) en la calle Pau Claris, en el antiguo emplazamiento del Relais de Venise, es un bistró en toda regla. Su socio es su amigo Michel Sarran, “dos estrellas” en Toulouse. Buena alianza. Han hecho un bistró como dios manda. Nada de veleidades de alta cocina o bistronómica. Se trata de un ambiente francés perfecto y de unos platos típicamente populares “gabachos”, como los tenemos grabados en nuestro imaginario gustativo.
Sólo la pequeña terraza en la entrada del restaurante no deja lugar a dudas. Por poco creeríamos estar en el Barrio Latino.
Al fondo del local unas estanterías con sus panes emulando una verdadera panadería. El decorado está plantado. No llegué a conocer su restaurante en la antigua Maison du Languedoc-Rousillon, pero se puede decir que Romain ha dado en el clavo en cuanto a la ambientación.
¿Y en el plato? Carta apetitosa, sugerente. En la mesa mantequilla bien sûr… Tomamos unas ostras (Sarlut), unos macarrones de bogavante (12 € 50), un poco pasados de cocción pero bastante ricos, un buen steak tartar(15 €) y un fantástico “onglet” (entraña) con salsa de chalotas (12 €). Tiernísima la carne (a veces suele ser algo fibrosa) y excelentes patatas fritas (variedad “agria”). Lo mejor.
De postre, recordando a Escoffier, un delicioso melocotón Melba (6 €). Sugerí al cocinero que, de seguirse sirviendo en copa, se cortara a trozos para poder comerlo mejor. El cocinero es un francés rosellonés, Daniel Brin, que ya estuvo trabajando en el 2007 en la Maison du Languedoc. (Romain estaba en Paris, trabajando en otro proyecto).
Sólo se sirven vinos galos. Me parece muy bien pero el vino a la copa del Rosellón que se proponía el martes era demasiado alcohólico. Una overdose de etanol en el paladar. Si justamente lo que me gusta de los vinos franceses es que es posible encontrar vinos de 12 º sin demasiado cuerpo ni alcohol y fáciles de beber. Son perfectos para este tipo de cocina….
Muchas ganas de volver para probar la ternera con la salsa «secreta» de laurel del restaurante «L’Entrecôte» de Toulouse, quiches, crêpes Suzette etc…Por la mañana desayunos con croissant de Lenôtre y por la tarde , las meriendas con la pastelería “ibidem”. Unos pequeños lujos a nuestro alcance…
Buena relación calidad precio y otra ventaja muy importante: ¡está abierto cada día!
EMMA
c/ Pau Claris nº 142
(justo encima de Aragón).
93 215 12 16
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