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DUENDE Pierre Gagnaire (Nîmes. Francia)

No sabía si publicar estas fotos sobre el menú de Duende. La luz era muy mala, también el «fotógrafo». Además no me atreví a presentarme con boli y papel y pasarme toda la noche apuntando la locura de ingredientes que componen todos estos platos. Los que quieren pueden usar la app de traducción sobre las dos cartas que publico. Al final pensé que era mejor esto que nada…

Es una cocina que me apasionó a principio de los años 90 y fui cuatro veces a Saint-Étienne. La primera en el antiguo estudio de fotografía transformado en restaurante, el día que convencí a Pierre Gagnaire para que bajase a cocinar en el humilde Aram de Alex Montiel, y donde hice un pequeño stage en el 92. (Aquí lo cuento todo). Luego visité la gran y fastuosa mansión Art Déco donde Gagnaire consiguió las tres estrellas y donde se arruinó . Y luego dos o tres veces más en París, en el Hotel Balzac (uno de las cenas era para hablar de su posible instalación en un hotel en Barcelona.Hotel, situado en el Barri Gòtic, que no llegó a restaurar nunca. Además estuve en las dos cenas que ese cocinero sirvió en la primeras Jornadas de Vitoria (en este post cuento muchas cosas de aquella época, para los que se interesan por la historia gastronómica de este país...) y luego las cenas que se sirvieron tanto en La Broche , el dos estrellas de Sergi Arola y en el Tragabuches de Dani García , ambas en los años 2000 y en las que estuve de co-organizador. Durante mucho tiempo, en este país, se me consideró como «manager amateur» de Pierre Gagnaire y de Pascal Barbot, y se solicitaba mis servicios (siempre por amistad) cada vez que se les quería invitar a cocinar (aquí pondría algún emoticono de risas…).

No haré muchos más comentarios sobre los platos que los que hago en mi post de instagram que sigue. El mejor plato fue de la pasta con erizos , casi un plato del Coure (otro imoticono de risas se impondría) y el peor resuelto, por la incomprensible dureza de la carne, el mar y montaña de cordero lechal con gambas de Palamós. Un mar y montaña a la catalana en toda regla.

Tuve que hacer las fotos depositando cada plato bajo la ténue luz de esta lámpara, que coloqué al lado de mi mesa.

Mantequilla «demi-sel» particulamente cargada de carotenos por la alimentación de las vacas y un pan extraordinario, de acidez y humedad de la miga.

Se presenta la pieza en la sala y se emplata en cocina.

(En la foto la gamba de Palamós parece un langostino. El francés no los distingue, al menos al nivel lexical, y los llama «crevette», «grosse crevette» o directamente «gamba»):

La textura del soufflé estaba maravillosa. No había necesidad de añadir nubes y lokums.

DUENDE

Web

Hotel Imperator

Recomiendo el hotel que tiene mucho encanto y que no es excesivamente caro (200€ aprox.)A 300m de los monumentos galo-romanos de la ciudad.

Nîmes

Francia

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