El Pan está de moda. Quiero decir: el buen pan empieza a encontrarse ya en muchos sitios. La industria panificadora lo ha conseguido. Muchos consumidores se han cansado de los panes industriales y de los que , detrás de un look artesano (no diré nombres) ofrecen unos productos totalmente inconsistentes e insustanciales. Cuidado con quedarnos en las simples aparencias.
Ciudades como París están plagada de buenas panaderías como la cadena Paul que hace un pan bastante correcto ( también presente en Barcelona). Y las panaderías Kayser o Poilâne son de un nivel aun mejor.
En Barcelona hace ya unos años que Barcelona-Reyjavik, Turris o Baluard triunfan. Pero también existen otras panaderías, algo menos conocidas que hacen un pan excelente como el Forn de la Trinitat, el Forn de Sant Josep (c/ Roger de Lluria) o el Forn Solá. Y ahora estamos a la espera de la inminente apertura de la tienda Triticum en la Fábrica Moritz.
Justo acaba de abrir en la capital catalana una tienda-restaurante de la franquicia Le Pain Quotidien que, desde su fundación en 1990 no ha dejado de expandirse por el mundo. En Madrid está cosechando un claro éxito. Ya veremos que tal se acoge en Barcelona. Como acabo de decirlo, no nos cuesta nada en nuestra ciudad encontrar un buen pan y esta nueva tienda tendrá que estar a la altura.
Ayer pasé un momento para visitar tanto la tienda como el restaurante. Creo que es esta la principal baza de esta marca. Su fundador, el belga Alain Coumont ha sabido crear un concepto que va más allá de un simple “forn” (como lo llamamos en Cataluña). Se trata de un espacio donde se puede desayunar, comer, cenar tostadas ilustradas, quiches y pastelería de excelente nivel. Me regalaron un pan de cereales con frutos secos e higos. Independientemente de que no es el tipo de pan que más me gusta, ya que prefiero el pan más neutro, tengo que decir que su textura estaba demasiado apelmazada. En cambio los financier de vainilla y de té verde estaban perfectos. Igual que el pastel de chocolate, la confitura de “griottes” (cerezas) y la pasta de praliné de avellana.
Próximamente volveré para comprar el pan “normal” y algún otro producto.
La tienda y el restaurante están situados , justo enfrente de la Pedrera de Gaudí, en un espacio que estuvo ocupado por varios negocios, uno de los cuales fue el efímero Tell It. Este local dispone de unos amplios sótanos que cobijarán en el futuro los hornos de producción de los panes. De momento, la mercancía llegar a diario de Madrid.
Abierto cada día.
Le Pain Quotidien
c/ Provenza nº 300