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BAR CAÑETE.(Barcelona).

ALTO TAPEO CAÑÍ EN EL RAVAL BARCELONÉS.
¡Una revelación!

Caña, cañí, cañete. Otros sabrán con más talento que yo hacer los juegos de palabras inevitables. Yo prefiero hablaros sin perder un minuto de este nuevo bar de tapas en la Ciudad Condal, abierto desde el 10 septiembre. Creo que estamos lejos de una barra más. Existe aquí, por parte de los socios de este Cañete, la voluntad de hacer las cosas bien, muy bien. Encomiable intención cuando se considera que sus artífices no son cocineros sino empresarios. (¿Se acuerdan del Ra, de José María Parrado, detrás del mercado de la Boquería? Era suyo.). Me explican que Cañete, situado a 50 mts de la ya chabacana Rambla, aspira a ser un escaparate gastronómico de la ciudad y no un simple negocio “batallero”. Algo alejado del populacho hortera de los guiris pero al alcance de los turistas con inquietudes mínimamente gourmets.
(Dentro de un par de meses tendrán la dura competencia de Martín Berasateguí en la vecina y renovada “Fonda España”. ¿ O será este restaurante “modernista” firmado Domenech i Muntaner quien la tendrá por parte del Cañete?)

El primer acierto para mi es el espacio. No estoy capacitado para hablar de interiorismo pero puedo opinar sobre lo que me gusta o no. Lugar luminoso, con sus partes bien distribuidas, barra de postres en la entrada, cocina enteramente a la vista, que trasmite una trasparencia y una honestidad indudable, ausencia de decoración falsamente rústica, aunque exista la intención de reflejar todos los estilos regionales de la cocina popular “española”. Desde el bocadillo de calamar hasta el cap i pota pasando por el solomillo al queso gamoneu asturiano.
Hablando ya claramente de la línea de cocina , estamos antes un eclecticismo culinario brillante que se sabe rematar de una manera poca usual en este tipo de sitio,

con un presencia notable de los postres (selva negra, tocinillos, torrijas, sacher, delicioso babá…)

y un surtido sorprendente de quesos de calidad. El mahón llega directamente de una payesa de Menorca.
La otra faceta de este sorprendente proyecto es justamente la calidad del producto. Verduras de proximidad de un payés de las afueras, ternera de raza bruna del Pirineo y huevos ecológicos (¡por una vez no provienen de Calaf!) de Bigues i Riells, etc.

La persona que controla todo esto desde la cocina se llama Guillem Oliva. (En la foto, a la derecha).Este joven cocinero de 35 años me explica su intención de mantener este nivel : el producto ecológico cuando se puede, su temporalidad a la hora de entrar en la carta, la artesanía en la elaboración tanto de los platos salados como de los postres (desde una cocina central y un obrador vecinos) etc.
Guillem me cuenta que desde pequeño ya se atrevía a acercarse a los fogones y que lo ha aprendido casi todo de su madre. Se resiste un poco a desvelar su curriculum, corto pero intenso. Tres años en Can Fabes al lado de Xavier Pellicer y Philippe Serres.
Ahora es cuando se entiende esta fuerza y esta elegancia en los sabores de los platos allí degustados. Sentados en unos taburetes algo incómodos, que facilitarán sin duda una renovación permanente de la clientela (clave en la rentabilidad futura de este sitio), iban desfilando platitos de un nivel culinario mucho más que notable, con algún sobresaliente.

Después de la tapa de patata que se regala con la cerveza (buena sin más), la cosa empieza a encaminarse muy bien.
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De golpe uno se encuentra en un barrio de Sevilla con el delicioso mollete con pringá ,
para dar un salto a Francia (¿?) con los suculentos mejillones a la Provenzal. Curiosa “provenzal”, como se lo señalo a Guillem : cebolla, daditos de cítricos y un toque de mantequilla. Suculentos.

Delicada la pequeña “tostá albaronía” con una impresionante anchoa. Referente culinario andalusí que sería , según Nestor Luján, la madre de todos los pistos (tumbet mallorquín y xanfaina catalana incluidos).

Buenas, buenísimas las croquetas de pollo de payés. Poca bechamel por eso. Igual no le gusten a José Carlos Capel…(broma).

El resto del mismo nivel. Golosas las albondiguillas con sepia.

Riquísimo el rabo deshuesado con puré de patata.
Sublimes las mollejas de ternera bruna del Pirineo. ¡ Cocina de bistrot que roza la alta cocina!
Muchos cocineros ponen escamas de sal en todo, aquí se pone cebollino. Me quedo sin dudar un minuto con el refrescante y estimulante toque liliáceo de la hierba.

Perfecta cocción del cochinillo a las especias, tal vez muy subido de aroma a clavo.

Como tomamos tres carnes, coincidimos con la misma guarnición tres veces…

Para terminar un excelente babá casero, en su punto justo de emborrachado al ron (¡2 €!).

Pan de la panadería Crustó. Guillem me explica que estuvieron dudando entre Crustó y Baluard. Aun se está a tiempo de rectificar y de cambiar de proveedor…(Van Vdes a pensar que Baluard me regala el pan al menos… Pues no. Cada semana voy a hacer mis provisiones de “Pan Barceloneta” y lo pago encantado).

Bar Cañete está abierto cada día del año, domingos incluidos (tal vez cierren el día de Navidad o algún día señalado más, pero pocos). De las 12h a las 24h ( o de la 13h a la 1h de la mañana. Irán tanteando el horario).
Este horario tan laxo es poco frecuente en la restauración Barcelonesa (Set Portes, Botafumeiro, Velódromo…) y debería tener mucho éxito. ¿Cuánta gente del mundo de la hostelería se resistirá a visitar este bar una vez acabado el servicio?
Estoy ya pensando en volver para probar más platos de esta carta. De momento espero vuestras opiniones.
No se aceptan reservas pero es aun posible encontrar fácilmente sitio. ¡Aprovechen! Puede que esta tranquilidad no dure mucho.

La intención de los jefes es que el sitio sea no fumador, como tiene que ser. Comer esta deliciosa cocina en una ambiente de humo sería letal para el paladar. Por desgracias me parece que piensan dejar un pequeño espacio en el fondo para los 30% de la población que pretenden aun fastidiarnos la comida. No sé si es una buena idea. Estamos a tres meses de la nueva ley y no estaría mal empezar a acostumbrarnos. Montar un bar de estas características supone una cierta dosis de valentía. ¿Por qué arrugarse y no dar este último paso? Cañete tiene que ser un lugar especial, diferente en todo a los bares de la zona llenos de olores a humo y a fritanga.

BAR CAÑETE
c/ Unió nº 17
tel. 93 270 34 58

Director Joan Herrero

Precio medio 30 €. Calidad/ Precio insuperable.
En la cuenta invitación a los postres y al café.
http://www.antiguobarorgia.com/

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