Observación Gastronómica 2

 

En estos días en los que Barcelona está repleta de turistas pero vacía de mundillo gastronómico , es justamente el momento que ha elegido Iván Castro el propietario de Mont Bar para abrir su nuevo negocio, adyacente al “bar” original y que completa la entera ocupación de uno de los chaflanas más transitados del Eixample, Diputación-Aribau. Y a  la chita callando,  ya está lleno cada noche.

 MEDIA MANGA se presenta como otro “bar” , según la humilde definición que Iván quiere dar a resaltar, pero, como pasa con Mont Bar , la cosa va un poco más allá que una simple taberna. Ya conocemos este tipo de “engaños” en los que el cliente piensa acudir a simples tabernas (La Cosmopolita, Suculent, Back de Marbella) y se encuentre con excelentes propuestas gastronómicas en cubierta.

Desde hace unos meses Iván (de blanco en la foto) ha  dado más protagonismo a Domenico Ungaro, (de negro) quien lleva ya 3 años en el Mont Bar, y ha “fichado” como chef  de cocina al andaluz Javier Méndez ,(con delantal), ex chef de Enoteca , pero con un largo curriculum en la gastronomía barcelonesa. Después de pasar una temporada en Aponiente, intento frustrado de volver a su tierra, pero no frustrante por el provecho que sacó de esta experiencia, Javier llega con ganas para capitanear, al alimón con Domenico, el Mont Bar de siempre y este nuevo proyecto.

Con su cocina vista y su cuarto frío en el pasillo central, Media Manga confirma que la nueva tendencia (a veces obligada por los imperativos del espacio) está en una interrelación abierta entre las instalaciones de cocina y la clientela (Estimar, 4amb5…).

El interiorismo es bastante indefinible, con los detalles eclécticos de la puerta de entrada que forma unas curvas modernistas, o las lámparas de pared con líneas casi Art Déco. Salón confortable con mesa colectivas y mesa baja, pero también mesas altas (ya inevitables…) en la otra sala. En fin , paradójicamente este nuevo espacio, llamado a albergar una cocina más sencilla, es bastante más “formal” y confortable que el espacio más “Bar à vins” del Mont Bar en el que se sirve una cocina más elaborada.

Me gusta que se recupere el cobre en la cocina…

La carta está aun en plena evolución y los platos sujetos a posibles cambios. Acepté por este motivo hacer de conejito de India dando  mi humilde opinión al respeto.

Lo que he visto es un excelente nivel de cocina en el que el tándem ítalo-gaditano consigue plasmar sus diferentes personalidades en platos que van de una simple ensaladilla con su toque de harissa verde (¡ qué picos caseros!),

hasta un ligeramente más sofisticado canelón de boniato y carrilera  con granada (una fine-dinning que no me convenció del todo, a parte de la poca estacionalidad de los ingredientes)

pasando por una ostra a la meunière con caviar y polvo de cítricos, que podría ser el ejemplo del plato perfecto que se espera en un sitio como este: producto y delicadeza en el acompañamiento culinario. Pero son ya palabras mayores…

Me encantó el salmorejo de textura “puré” y no de sopa, ya que sirve de soporte y dipping para una fritura de pescaditos. Bonita idea. Fusión de Andalucía con Andalucía!

Muy rica la hoja de endivias con una espectacular anchoa de Perelló, queso azul “Blau del Avi”, dados de remolacha, nuez picada. Solo me faltaban (por decir algo) 3 o 4 mini picatostes, como los que Ricard Camarena “cuela” discretamente en algunas de sus preparaciones.

Empanadillas de rabo de vaca (no fritas, sino cocinadas en el horno) y una impresionante salsa de choco con su toques de lima, jengibre, albahaca y salicornia, que nos remite directamente a las mejores salsas de Aponiente. Sí señores: empanadillas, crestas . No puede ser todo dumplings y baos…

Y hablando de ADNs culinarios (en este caso más catalán), otra bonita idea con este trinxat con gambas, panceta curada y emulsión de sus cabezas. Delicioso y elegante pero tal vez le faltaba 4 chips de ajo y unas gotas de aceite de guindilla, para culminar la idea de “trinxat de gambas al ajillo”.

Gamba al natural. Para los amantes del producto desnudo. Cocción impecable.

Espardeñas con garbanzos y tendones. Tal vez aquí la holoturia desaparecía un poco bajo la fuerza gustativa del guiso.

Cataplana de San Pedro, boletus y piñones. Lo bonito en este caso, es sobre todo la intención de recuperar este recipiente de la cocina portuguesa (¡encima de cobre!) para guisar. Jugo delicioso, muy trabajado que reclama un arroz o una patata para difundir/repartir  su sabor.

Menjar Blanc, “arroz con leche” con puntalette (pasta en forma de arroz). Leche merengada helada.

Platos entre 5 y 18€. Todos los primeros a  menos de 10€.

 

Media Manga

c/Aribau nº  13

Abierto cada día 13 a 16 y 19 a 23h30 a partir de 1 de mayo.

Mientras tanto solo noches para rodaje.

Director Jordi Guerrero (a la izquierda en la foto de arriba)

Jefe de sala Daniel Delaurens