19 comentarios el “TEN´S dic.2016 .(Barcelona)

  1. Felicidades !!! sois unicos !!! grandes !!!!! Ruben Iniesta Un autentico CRACK !!!!!

  2. Yo creo que tardarás cinco años más en volver.
    Estubimos en el Ten’s ayer con mi mujer.Alentados por tu post,(aunque debo decir que no lo
    quise leer hasta acabar la comida para que no me condicionase la degustación)
    Pedimos también el menú completo. Lógicamente siempre con variaciones de los platos que a ti te sirven pero bueno,esto ya lo hemos comentado muchas veces de la habilidad de algunos restaurantes por cuidar más a los críticos que van ( a veces, ya sé que no és tu caso) por obligación y en cambio no cuidar tanto a los clientes que van voluntariamente al restaurante y pagan religiosamente.
    En fin.
    En el ten’s se como correctamente, servicio atento y espacio agradable. Nada que objetar.

    Hay pintores realistas, y hay pintores hiper-realistas y hay pintores que tienen mucha técnica, y hay que tienen un gran trazo, … Pero lo que verdaderamente marca la diferencia en las obras de arte, y cualquier entendido te lo reconocerà . Lo que realmente NO todos los cuadros tienen por mucha tècnica que haya és : ATMOSFERA.
    Una especie de cosa que està en el cuadro, que parece que no estè,que no se ve, y està ahí y hace que aquella obra, sea realmente una obra de arte.

    Asi de senzillo y así de complicado.En España lo consiguen pintores como Antonio Lopez García en el que cuando contemplas una de sus pinturas se descubre una atmosfera que no se ve a simple vista, pero que está.

    Nosotros somos de Olot, y nos gusta de vez en cuando bajar a Barcelona a comer en algun sitio diferente.

    Seguimos algunas recomendaciones tuyas porque tienes un criterio excepcional, pocas veces visto en el mundo de la gastronomía de España.

    Por culpa de gente como Alberto adrià (por ejemplo), y tiro directamente con flecha a uno de los cracks del momento, al que admiro. Estamos asistiendo a la pérdida de atmosfera de la restauración de tu querida Barcelona.

    Mucho diseño, muchos grandes servcios, mucha técnica, mucha innovación, mucha fusión, muchísimo talento, però:

    Locales que pierden rápidamente en ilusión, sin atmosfera, despersonalizados, sin chispa, sin algo que los haría realmente grande. Se nota: falta algo.

    Al fin y al cabo no dejan de ser fàbricas de comida más o menos estructuradas y con más o menos gràcia de las que al mísmisimo gagniere exarían en dos servicios por improvisador y mal organizado.

    Tú quizás no tienes esa percepción porque seguramente ( y no és una crítica) cuando tu vas, paradójicamente siempre aparacen las primera espadas del local y todos sus ispiradores. En definitiva, toda la farándula está a tope aquel día.

    Pero yo sí tengo esa percepción.

    És muy divertido y relativamente fàcil para un cocinero de nivel, confeccionar una carta de un restaurante con buen criterio, buenos ingredientes, técnica depurada y buena gestión del servicio, estarme un par de semanas enseñando a una gran brigada y ala, si hay alguna cosa ya me llamais.

    És más complicado encender cada mañana los fogones de tu restaurante, defender los servicios, canviar los menús amenudo porque por ejemplo has visto aquellos clientes que – han venido tres veces esta semana y hay que introducir alguna novedad.

    Personalmente prefiero mil veces el segundo de los cocineros, aunque a veces menos espectaular y mediático, sus cocinas transmiten mucha más ilusión, una atmosfera totalmente diferente a la de los otros cocineros que no cocinan, «solo diseñan».

    Hemos de romper una lanza por estos restaurantes y apostar más por ellos. Los otros ya saldrán el la tele y en todos los medios de comunicación…

    Hay que apostar por cocineros de oficio. No de Malabarismos.

    NO PIERDAS TÚ CAMINO PHILIPPE, NI NOS HAGAS PERDER EL CAMINO A NOSOTROS DETRÁS DE TÍ!!!
    NO TE DEJES MARAVILLAR POR LA OPULENCIA SIN ESENCIA.

    Felicidades por todo lo que haces por los demás.

    • Pau, Cuántas cosas dices en tu nota y cuánta responsabilidad siento al leerla.
      No sé por dónde empezar. Es cierto que intentan «cuidarme» más o tener detalles al nivel de platos o cuentas, pero milagros no hacen cuando yo visito el restaurante. No se sacan una cocina de la manga para la ocasión. En este caso ya has visto que al lado de platitos que me gustaron (latita, tartar, cazón…) hay otros que no me entusiasmaron. En cuanto a la parafernalia de la vajilla , dejo entender lo q pienso de ello…
      Has visto mi lista de platos del 2016, lees mis posts y tal vez me sigas en tuiter. Soy transparente.
      a veces reconozco que prefiero no escribir si no he tenido una experiencia muy grata. Es lo que me ha pasado hoy en Monvinic. Y esto me entristece un poco. Ya que iba con expectativas…
      En fin , mil gracias por haberte tomado el tiempo de escribir tus impresiones. Por lectores como tu vale la pena seguir pero te prometo que a veces no es fácil criticar sin herir, pero soy incapaz de caer en alabanzas sin que realmente las siente.
      Saludos!!

      • Admirado Philippe
        Te quedas con la anécdota
        No importa si a tí te tratan mejor o no en el restaurante. No deseo tener tu trato cuando voy a un restaurante . Te decía lo del trato por la perpeción que puedas tener de la realidad cotidiana de
        este tipo de restaurantes.
        Lo que sí importa és que cada vez hay más locales teledirigidos por talleres de cocina o por otras cocinas que, a mi modo de ver pierden rápido la ilusión y nunca consiguen atmosfera. (Eso que con el ejemplo de la pintura intento explicar de la «esencia» de la cosas)
        Y que para mí son otro tipo de restaurantes diferentes a los normales( los de siempre).
        Son de otra división o dimensión ..

  3. Acertada reflexión, Pau, que resume la tendencia actual en gastronomía. Dices «Se nota: falta algo» en determinado tipo de restaurantes. Si: AUTENTICIDAD.

  4. Hola Philippe, me gustaria saber si habra post sobre Enigma y si acudiste a su inaguracion.
    Pot otro lado me gustaria añadir un pequeño matiz a los comentarios que he podido leer arriba, y me gustaria que tu dijeses si estas de acuerdo o no. Recuerdo la primera vez que fui al Bulli al entrar por la puerta y ser recibido por Juli se notaba en el ambiente un ambientr calido, familiar, como si fuese a comer en el bar de debajo de mi casa, tenias la sensacion de que todo era perfecto. En cambio cuando he ido a cenar a otros restaurantes estrellados he tenido y sigo teniendo la sensacion de que todo es muy matematico, te sientas, esperas a que te pongan el plato, comes, pagas, y te vas. En el ambiente se nota como si los trabajadores fuesen maquinas programadas que se tienen que ceñir a un guion que ya esta pactado. Sin poder salirse de ese guion y poder entablar una conversacion con el cliente, como muchas veces tube la ocasion de saborear pequeñas tertulias con algun que otro camarero en el Bulli.
    No se si es que nos hacemos mayores y los tiempos cambian, pero echo de menos, sentarme en una mesa y sentirme como en casa, no como en un laboratorio o como en el colegio cuando no te dejaban levantar la vista mas haya del pupitre.

    • Hola Juan.Aun no tengo fecha para Enigma.Y cuando lo haya no podrá ser con fotos de cada platos y pelos y señales ya q Albert quiere q se mantenga la sorpresa.
      En cuanto a lo otro.Sí.Las cosas han cambiado tal vez y nos hacemos mayores.Sigo recibiendo buenas atenciones en los restaurantes.No me puedo quejar.Pero a veces no sirve de nada q me conozcan.Ir al Bulli entonces era una fiesta total…

      • Buenos dias Philippe, parece que ha Albert le han estropeado la sorpresa, porque si indagas un poco en el enorme mundo de las redes sociales puedes ver gran cantidad de fotos de platos que sirven en Enigma. No se si seran todos pero hay muchas fotos de los platos que se sirven.

    • Hola Juan,

      Creo que aciertas en el diagnóstico, yo también tengo cada vez más esa sensación de formulismo en determinados tipos de restaurantes, pero hay muchos otros que mantienen el aire espontáneo y cercano, ese que se presta a la conversación y a que las cosas fluyan de forma natural y no mecánica. Para encontrarlos hay que salir de la jaula mediática.

      El Bulli, «antes de ser el mejor restaurante del mundo», era cálido y cercano, todo un ejemplo de cordialidad y eficiencia al máximo nivel, tal como cuentas. Después ya no lo sé porque solo tenían acceso los enchufados :-(.

      • Cuando la burbuja Bulli creció desmesuradamente, solo podía aceptar el 1% (lo digo aprox.) de las reservas y también claro a algunos privilegiados en las que me cuento del 2006 al 2011, ya que formaba parte de los clientes antiguos (mi primera visita en 89). Pero también estuve persona non grata durante unos años (2000-2006), años en los que ni solicitaba reserva.
        Y esto me parece bien. Ya no era un restaurante «normal» y se podía permitir aceptar a quien quisieran…
        Muchos de los que no conseguían sitio a partir del 2000, nunca se habían preocupado antes de acudir a este restaurante,(no es tu caso por lo que veo) aunque vivieran en Cataluña. Sólo se decidieron cuando el NY Times consagró el Bulli como mejor restaurante del mundo. Ya era un poco tarde…

        • Yo estuve en el 1998 y en el 2001, cuando podías reservar con un par de semanas de antelación. Luego lo intenté un par de veces en las que me dieron sonoras calabazas y pasé definitivamente de ellos. Después fui viendo como, mientras la mayoría de kortales fracasaba estrepitosamente, otros amigos y conocidos, algunos de ellos recién incorporados a la casa, disponían de línea directa con reserva fija año tras año. Vamos, que aquello parecía más un club privado para enchufados que otra cosa. Un claro ejemplo de favoritismo (que también se da, aunque en otro nivel, en otro afamado restaurante de la familia). Pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras por eso; son sus negocios y pueden hacer con ellos lo que quieran. Por fortuna, siempre ha habido a nuestro alrededor muchos otros sitios donde disfrutar comiendo.

  5. A eso me refiero, el Bulli era el sitio perfecto, era como si hubieran diseñado todo al milimetro para que te sintieras como en casa, las mesas, las sillas, los camareros, todo era perfecto. Es mas siempre lo he dicho el Bulli era como ir a comer a un restaurante familiar pero con 3 estrellas, sin la necesidad de que nadie te tratase diferente por si eras un trabajador de una obra, como si fueses de la familia real. En cambio hoy en dia parece que si tienes un nombre estas por encima de todos los demas, los cuales trabajamos para darnos ese pequeño capricho.

    • Estoy de acuerdo al 100% contigo. Pero te digo, a veces por mucho que te (me) conozcan las cosas a veces no salen muy bien…como me ha pasado hace poco.

      • Como siga así la fiebre de abrir este tipo de locales en
        Barcelona, en diez años esto va a parecer
        «Las Vegas» de la gastronomia, lleno de restaurantes
        sin alma ( esperemos que menos orteras)
        Que pena diremos entonces no haber aprovechado
        bien y de verdad todo el talento que había entomces en la
        Ciudad para crear un auténtico referente gastronico

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