GASTÓN ACURIO EN PARÍS
Quería reflejar aquí en algunas líneas mi experiencia en MANKO , el nuevo restaurante que acaba de abrir Gastón Acurio en París . Esa noche solo se trataba de disfrutar de la cena sin estar en cada momento tomando notas y apuntes de los ingredientes. A veces uno se relaja en la mesa… Ver carta
Pero no podía dejar de comentaros lo bien que cené. Abrió hace un poco más de un mes en el otro triángulo de oro de la capital, (me da la impresión que en esta ciudad hay muchos “triángulos de oro”), en la avenida Montaigne, calle de las grandes casas de alta costura . En los techos de este edificio del teatro de los Campos Elíseos está la Maison Blanche y , en el sótano, rodeado de un cabaret y de una coctelería, está Manko.
Cocina vista, techos bajos, la justa luz para poder ver los platos correctamente y el publico pijísimo de la noche parisina. Pero los precios son bastante razonables.
Sólo conocía la cocina de Acurio por una visita al Astrid y Gastón de la Castellana, el Tanta de Barcelona y un menú a cuatro manos de hace dos años con los Roca.
Esta vez me llevé una sorpresa muy agradable a la cual no es ajena la personalidad de la cocina de Rubén Escudero, un murciano que trabaja con Acurio en la apertura de algunos de sus restaurantes.
Ceviche clásico (muy bueno pero me sigue sin gustar los granos de maíz que se les suele poner…),
Impresionante el ceviche de espárragos blancos.
Tiradito,
Causa ilustrada con carne de cangrejo, aguacate y mahonesa de tomate confitado. Deliciosa!
Un plato extra de bogavante que no he visto en la carta. Excelente también.
Muy rica la mini hamburguesa Quinoa Burguer Vegetarian con steak de quinoa, chutney de mango y mahonesa de rocoto. Con lo difícil que es hacer algo sabroso vegetariano…
Muy buen pulpo con puré de patata, salsa anticuchera, aceitunas y chips de ajo..
En cada plato el aliño justo, elegante y punzante a la vez.
Excelente carne de res (me sobraba la patata morada)
y un muy conseguido arroz de pato que, ya sin hambre, degustamos irrefrenablemente, gracias en parte a su deliciosa salsa criolla, llena de matices ácidos. Tal vez el plato más caro de la carta (45€) pero ideal para compartir entre cuatro.
Una sola nota discordante las gambas con shiitakes. Evidentemente congeladas pero sobre todo con un aliño dulzón empalagoso.
Hasta los postres tenían gracia. Mousse de chocolate, quinoa crujiente, sorbete de lúcuma.
O manzana asada al pisco, dulce de leche, nuez de pecan, sorbete casera de manzana verde. De alta cocina total, hasta en su construcción.
Hay un menú degustación a 65€.
Los franceses son bastante desconocedores de este tipo de cocina. Con Manko, no la conocerán en su forma rústica sino en fase gastronómicamente evolucionada como es la cocina de Rubén Escudero.
La cocina peruana moderna no podía introducirse de mejor manera en una plaza fuerte gastronómica tan potente como lo es aun París.
¡ En fin, una clara recomendación !
También me ha encantado éste. Gracias Sr Regole!
Gracias a ti ,Cinta!