Equipo reducido para una cocina que busca lo esencial . A la derecha de Ricard, su jefe de cocina Pedro Aguilera
Aun no se entiende como la cocina de Ricard Camarena no tiene más reconocimiento. No se trata de ir llorando permanentemente con el tema de las estrellas, pero si comparamos el nivel de cocina real de muchos “dos estrellas” en este país y la cocina personal, inteligente y sabrosa de Camarena, nos quedamos estupefactos. Ciertamente no encontramos en ella efectos especiales (tan apreciados por cierta prensa gastronómica ávida de “novedades”, a veces absurdas), ni escenografías estético-lúdicas (como paisajes, trampantojos y otros discursitos “artísticos”, que se estilan, me temo por mucho tiempo aun, en la alta cocina), tampoco encontramos interminables snacks y agónicos petits-fours o bombones para que nuestros apreciados amigos inspectores de La Guía puedan rellenar las casillas de sus concienzudos informes.
Estamos, al contrario, ante una cocina que va a lo esencial. ¿Y qué es lo esencial en cocina? Es probar una cucharada de un plato y pensar : “No hace falque que se me explique nada más” . Esto es lo realmente difícil en cocina: conseguir sabor y armonías entre productos y sabores . Lo otro, por ejemplo hacer que una cosa aparenta otra, tapizar platos con arenas y otras tierras, montar teatrillos, susurrar al oído del comensal cuentos que narran las intenciones profundísimas del cocinero …etc, es mucho más fácil en el fondo . Creo que las energías del cocinero no se pueden dispersar y tienen que concentrarse en lo que realmente importa. Pero parece que a muchos cocineros, cocinar bien, con lo difícil que esto implica, no les basta. Se les ve un deseo de sobreactuación “artística” (o “filosófica”, o “científica”…) que tendría la obligación de envolver en un hermoso y fatuo packaging lo que cocinan. Para mí, todo esto no es necesario y cuando voy a “Ricard Camarena”, agradezco esa gran sobriedad en las formas, aunque, eso sí, acompañada de mucha complejidad en el fondo, por no decir el “los fondos”…
No quiero decir, como lo veremos, que sea una cocina sin defectos, simplemente aplaudo esta línea de cocina y esta visión de la gastronomía, por otra parte coherente con el espacio en el que se sirve (perfecto el interiorismo sobrio y elegante de Francesc Rifé) y el “cómo se sirve” con el estilo profesional y cercano de la sala, dirigida por el gran y humilde David Rabasa (en medio en la foto).
Como lo dije en post anteriores (ya van cuatro o cinco al menos) RC es una nueva visión del confort en un “alto restaurante” . Un detalle importantísimo: cocina –vista pero sin el mínimo olor de cocina en la sala. En más de un dos estrellas he tenido que padecer esta insoportable deficiencia de la extracción.
Estamos en invierno y se empieza el menú con un caldo caliente , pero que mezcla las notas profundas de la esencia de pollo de corral y trufa negra con matices aperitivos de la acidez del jerez y del limón. La acidez será uno de los hilos conductores de esta cocina. El que invita a seguir comiendo.
Piel de calabacín rellena de steak tartar, requesón y alcaparra. Crema de alcaparras. Fresitas del bosque como discreto agridulce.
Ostra valenciana, horchata de galanga , aguacate, puré de kimchi, sésamo negro. Un plato que había probado el año pasado y que voté como plato del año para la revista Vino+ Gastronomía (a ver lo que sale en su próximo nº de enero).
Zanahoria marinada/asada, yogur, crema de caviar de salmón, coco-comino. La zanahoria tiene ya un sabor brutal pero la salsa es superlativa. Sólo aconsejaría reducir su cantidad. Por su potencia y la función que desempeña en el plato es justamente una “salsa” y no una “sopa”.
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Berenjena asada de una textura increíble: cocida pero tersa a la vez. Sirve de soporte al atún en tres texturas y sabores diferenciados : láminas de toro, daditos de mojama y “rilletes” confitadas de parpatana. Puntos de amable acidez con el yogur Un platazo.
Alcachofa ecológica macerada con mandarina y romero. En el fondo del plato hay un ravioli de alcachofa frita. Aconsejaría hacer unos mini raviolis, casi sin sus alas, casi esféricos (“a lo Cracco”), sugiriendo una mimetización de tamaño y forma con la alcachofita, para facilitar una degustación conjuntada . Pero creo que el plato está en proceso de cambio…
Tal vez el plato del menú que menos me convenció. Como otra versión del concepto gargouillou. Verduras que aplastan por su tamaño a un finísimo caldo de vaca al amontillado que aspira a compartir protagonismo con las verduras pero no lo consigue. Invita a degustarse solo. Se padece particularmente esta construcción del plato con el taco de membrillo y la rodaja de higo seco: dos chutes dulzones que el comensal no sabrá desmenuzar en varios trocitos. Sugiero un minestrone con un corte más delicado de las verduras para poder recoger caldo y verduritas en la misma cuchara. Un poco de trufa y el plato tapado con hojaldre y tenemos a la sopa VGE, el plato-firma de Bocuse. ¿Y por qué no? ¡Esto sí que sería un claro “homenaje”!
Arroz de trompetas, níscalos, emulsión de ajedrea y brotes de pamplinas. Un nombre de hierba impropio para este arroz que es cosa muy seria. Impecable.
Merluza en salmuera, judías boby, tomate seco, caldo gelatinoso de las cabezas, toque de colatura de anchoa. (El brochazo aquí no es decorativo). Una manera diferente de plantear un plato de pescado en la alta cocina. Son unos cuantos cocineros ya que intentan nuevas fórmulas huyendo del trozo de pescado con su guarnición y su cordón de salsa. El cocinero de cocina moderna tiene que competir con imaginación con los cocineros de asadores donde se comen los mejores pescados en forma de pieza grande (Gueyu Mar, Elkano, Ibai etc).
A Ricard no le gusta la caza. En este plato intenta proponer una elaboración con liebre sin que este producto se exprese a través de aquellas salsas oscuras y profundas (tipo “a la Royale). Consomé, râble y dumpling relleno del bicho. Aguacate, apio nabo y trufa.
Postres
Curry de frutas y coco. Este postre me había entusiasmado las dos veces anteriores que lo degusté. Esta vez Ricard ha modificado sus texturas y la fruta casi ha desaparecido.
Le animo a que recupere cuanto antes la versión primigenia. (Aquí en la foto). No hay que tocar nunca lo que está perfecto.
Naranja, sorbete de mandarina, crema de limón y pasta de cacahuetes del Collaret. Cacahuetes caramelizados. Combinación sorprendente y muy agradable.
Galleta rota, manzana, pimienta y clavo
No me convence la vajilla, con estos falsos brochazos incrustados. No van el la línea de sobriedad de la casa.
Calabaza asada, yogur y jengibre. Pipas. Alguna brunoise de calabaza cruda crocante le hubiera ido bien para contrarrestar la textura algo pastosa del conjunto.
Remolacha, leche, fruta roja, hinojo
Los vinos de David Rabasa :
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Menús
Corto 75€
Degustacíón 90
Ricard Camarena 105 €
RICARD CAMARENA Restaurant
De vacaciones hasta el 20 de enero.
Excelente post, Philippe.
Tengo unas ganas enormes de volver a probar la cocina de Ricard (tras años de no hacerlo). En enero iré acompañado de un buen amigo hortelano (versión 2.0, jeje)
Muchísimas gracias por tus textos.
Siempre es un placer leerte
Gracias Juan Luis, Este cocinero representa para mi (a pesar de algunas cosas fallidas que menciono en el post) la nueva gastronomía española. Ni lujos innecesarios, ni alardes culinarios excesivos y fatuos. Lo esencial.
Que aburrido eres Philippe. Estas siempre en lo mismo.
Quieres una gastronomía aburrida, rancia y poco soñadora.
Además te pasas el tiempo criticando movimientos que dan mas de lo que tu les quier s quitar.
La cocina de camarena ni es mas sabrosas que otras, ni menos lujosa que otras ( analiza bien) y la falta de alardes de su cocina son por no saber desarrollarlos.
Vamos que analiza MAD en profundidad y no quieras vender motos , que todos viajamos y conocemos.
Gracias
Gracias por tu comentario Luis (tu apellido ?). Seré aburrido pero defiendo mis ideas con nombre y apellido. Y me parece con todo el derecho del mundo. Ya que soy de los muy pocos que defiende esta nueva gastronomía . Hace años que defiendo a Angel León. ¿ Aburrida su cocina? La de los trampantojos con sentido como los embutidos del mar. Lo que no puedo defender son los trampantojos cansinos (que ahora salen en todos los programas de tv) que no van más allá del típico juego visual.
Rancios Diverxo del que hablo desde hace 6 años en mi blog? rancia la cocina de Paco Morales, Jordi Cruz, Jordi Vilá,Rafa Reña,Javier Olleros( Culler de Pau)?La lista es larga.
Hablas de falta de virtuosismo técnico? Si hacer trampantojitos y paisajitos con tierras es justamente lo más fácil que existe.
Si lo más complicado es justamente conseguir los sabores (textura+gustos+aromas) y la armonía entre ellos.
Otra cosa defender unas ideas es “vender motos”? Intento ser coherente y defender mis ideas desde un humilde blog, simplemente
Esta “nueva gastronomía es una mierda y se van a ir al caracol. Todo es lo mismo, ácido, picante, carne, y pescado. Todo igual, ah y picante, que no falte en todos los puñeteros platos. No gastaré ni un euro más mientras siga así
Quede claro que soy lector suyo. Que le sigo y me aporta. No se lo tome como un ataque. Pero sinceramente como en eso restaurantes que menciona y consideró que no están al nivel de otros que no defiende igual o que incluso ataca , con elegantes dotes literarias.
Ni técnicamente ni en la unión de textura +gusto+Aromas para conseguir sabores son de un grandísimo nivel. Sinceramente señor Philippe. No lo son.
O una de dos. Usted come a un nivel en esas casas que no como yo por ser anónimo , ya que son sus amigos y le conocen . O dos, estos sitios son flojos y en general.
Pura burbuja apoyada por 10 críticos amigos de este país que quieren agua fresca solo por intereses o por que no quieren el sistema establecido ( como puede ser su caso)., por que con estos cocineros hacen y deshacen y con los otros no.
Puede ser?
Saludos.
DiverXo, Camarena, Aponiente, Alkimia, Dos Cielos,Rodero,Dani García, Culler de Pau, L’Escaleta, Nerua, Tickets… añadiría otros más “humildes” .Corral del Indianu, Gresca, Lluerna,Espai Kru, Sacha, Sudestada. Hasta Mugaritz (del cual olvido algunos juegos que no aportan nada a la grandeza de esta cocina).
Fuera de España, mis preferidos: Alain Passard y la pureza de su cocina vegetal en su menú del mediodía, Redzepi (sin sus hormigas), In De Wulf.
Nadie cocina para mi. En todo caso se añade un par de platos al menú, o se cambia un plato por otros y muchas veces para mal…
Usted me tiene que decir quienes son los cocineros que se merecen ser encumbrados?
Hay estilo de cocina que me gustan más o menos. Las respeto todas pero no me pida que diga lo que no quiera decir. La libertad de expresión en este país , donde somos cuatro gatos del mundillo, tiene un límite.
De entrada le digo que el virtuosismo técnico ya no me impresiona. Ni la complicación por la complicación.
Curiosos los anonimos y pseudoanonimos que nunca aportan nada… Esperaba que en la segunda aparición del tal Luis Sinapellido 🙂 que además viaja, nos aportara su lista… pero no… 🙁
Por cierto… com me ha gustado la frase “el virtuosismo técnico ya no me impresiona. Ni la complicación por la complicación”.
Salut!
Acepto las críticas, siempre que se hagan con respeto como ha sido el caso. Pero reivindico mi derecho a hablar bien (o menos bien, también con respeto) de las diferentes cocinas.
Y agradezco también evidentemente los apoyos, como ahora el tuyo.
Nooo, tu eres el único que aporta algo…
Hostia, gracias!
Veo que mis textos de ofenden. Que le vamos hacer, no es mi intención.
Pero ya que estamos y así se pone, me podría explicar que es lo que le impresiona en cocina, dado que hay cosas que no ya no lo hacen o han cambiado sus estadios para la impresión gastronomica?
Gracias
Gracias a todos por el debate.