(Foto de hace 3 años)
No veo en internet muchas reseñas sobre la cocina de SUDESTADA y sin embrago, Estanis Carenzo, en la cocina, y Pablo Giudice , desde la sala llevan ya casi 10 años al frente de su “casa de comida ” de “Fina Cocina Asiática”. Nadie quiere poner etiquetas , pero en este caso, son ellos mismos quienes se la ponen. La de “casa de comida”, la pongo yo. Las banquetas corridas con sus mesas cercanas, la sobriedad de la sala (no sé si han mejorado su iluminación) pero el alto nivel de cocina que se encuentra en el plato, casi me obligaría a hablar de “bistronomía asiática”. Como Sacha, este restaurante se puede considerar como uno de los preferidos de los cocineros madrileños. Es sinónimo de cocina sabrosa, estimulante, golosa y sin tontería. Comer con las manos, sin formalismos y “guarrear” un poco en la mesa, es lo que nos apetece hacer a todos , cada vez más. En este aspecto, SUDESTADA mantiene el nivel y no defraude nunca.
A parte de la carta, hay 3 menús. El Express a 35 €, que viene a ser como el menú del día y dos “degustación” : Carta Blanca a 45€, de 7 platos y carta blanca a 9 pasos a 55€. Este último a 55E es una fiesta.
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Después de un agradable aperitivo de sopa coreana, pepino, vinagre y sésamo y de una ensalada de oreja y coliflor tostada en mantequilla, rica pero un poco apagada, empiezan a arrancar los platos importantes.
Muy rica la sopa ácida de cangrejos, almejas pochas y setas de temporada.
Llegan luego momentos particularmente golosos, como el dumpling de masa de trigo BIO, manitas de cerdo, gambita, aceite de chiles mexicanos.
O sobretodo como el nem, uno de los mejores que haya comido (y degusto cocina vietnamita desde mi adolescencia ya que ha habido siempre una importante colonia del sudeste asiático en Francia ), (Muy buena salsa a partir de chiles mexicanos y lima)
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Riquísima la codorniz tandoori rodeada con el arroz de anguila a la brasa, verduras de verano y setas y los fideos de arroz frescos con chipirones, tortilla de sesos y acelga. Se sirven los tres platos a la vez, acompañados de un pan tostado abriochado para mojar. ¿Barroquismo gustativo? Tal vez pero el paladar, en lugar de perderse en ello, simplemente se divierte. A Sudestada no se va a entender si tal ingrediente combina con tal otro. Se va a disfrutar de una manera más ingenua.
Y para terminar los curries. El de chicharro no me convenció ya que el pescado adolece de una cocción demasiado prolongada. En cambio, el de vaca madurada (a la izquierda), que ya había probado en otra ocasión, me parece delicioso. Justo de picante, untuoso por la leche de coco, y con los pertinentes toques aromáticos de las hierbas. Es uno de estos platos tradicionales que Estanis ha sabido interpretar perfectamente para nuestros paladares occidentales.
En el caso del curry de jurel, tal vez convendría operar de la misma manera. “Traducir” el plato para darle una dimensión más gastronómica. En este caso, podría significar hacer el curry con espinas y retales del pescado y luego mezclarlo con filetes de jurel prácticamente crudos. Un poco como si se tratara de un marmitako moderno.
Terminé con un postre a base de ciruela asada, granizado de pomelo y yogur de cabra.
(Invitación a un mojito).
SUDESTADA
c/ Ponzano nº 85
91 533 41 54