¿ Cómo se come en el Paseo de Gracia de Barcelona? ¿Qué se encuentran los guiris? La verdad, creo que son poco los oasis gastronómicos en esta avenida. Pero la cosa se irá animando con la llegada este mes de septiembre de Ángel León en el Blanc del Mandarín Oriental. Será el auténtico buque insigne de la zona.
También en el Café de la Pedrera, irán pasando cosas. De hecho, ya se empieza a comer muy bien allí. Tiempo al tiempo.
En cuanto al Nacional, un mega espacio tipo parque gastro-temático, lleno de restaurantes y tiendas, ya veremos el nivel que alcanza cuando se inaugure. Es un proyecto del dueño del Boca Grande del paseo de la Concepción, donde estuve hace unos años cuando se abrió y nunca más he vuelto. A los 30 segundos de estar sentado, me propusieron pan con tomate…
En este mismo pasaje, está el Petit Comité que Nandu Jubany dirige desde hace unos pocos meses. Visita pendiente obligada por mi parte.
Tenemos también al Tapas 24 de Carlos Abellán que lleva ya unos ocho años.
Al degustar el Mc Burguer con foie durante el Tast a la Rambla, me entraron ganas de volver a esta casa.
Pero hoy tocaba una comida de compromiso en la Vinoteca Torres del grupo Sagardi. Este grupo cuenta con la supervisión gastronómica general de Manel Jiménez, quien casualmente se encontraba ayer en la casa del paseo de Gracia.
No había vuelto desde el día de su inauguración hace unos siete años. En los fogones y desde hace un par de años, hay una mujer, lo que no deja de ser inhabitual. Se trata de Marta Cabedo. Una cocinera que lleva ya una buena carrera en la restauración aunque sólo ostente como experiencia de alta cocina, una temporada en el Bulli de la mitad de los años 90. El resto de su curriculum es menos glamuroso pero profesionalmente productivo : hotel Arts y Attic , cocinas en las que se curtió en el dominio de los catering y de las grandes mise-en-place, como en las tareas de dirección de equipo.
Ahora disfruta a los órdenes de Manel, pero elaborando las cartas al alimón.
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Cocina sencilla, de tapas esperadas como la ensaladilla,y las bravas,ambas muy buenas
las bombas éstas son casi unas croquetas de patata y butifarra de perol , de Els Casals y se presentan sobre un alioli de harissa. Deliciosas. Lo mejor.
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O una tortilla de patata y cebolla hecha al momento. Buena cocción jugosa pero un poco sosa.
Pero también he visto en la carta platos de cocina de cuchara muy apetitosos , aunque ayer el calor de Barcelona no acompañaba.
Nos partimos simplemente un arroz meloso de colmenillas y espárragos verdes que resultó en su punto (9 € por persona).
De postre una torrija con helado de canela, con la capa de azúcar demasiado gruesa. Cosa que ocurre por cierto demasiado frecuentemente con las crema catalana o las cremas de arroz con leche.
En cuanto a la carta de vinos, el sommelier Chema Alpuente (ex Libentia) no tiene otra opción que ofrecer que los vinos de la emblemática bodega catalana, ya que así se planteó desde el principio.
Servicio joven y atento a cargo de Miquel Benages.
Panecillos del Raiguer.
VINOTECA TORRES
Passeig de Gràcia nº 78
93 342 54 11
Servicio ininterrumpido
Precio aprox. 30-40€
Seguimos en tuiter : @PhilippeRegol
Aunque la mona se vista de seda mona se queda, Paseig de Grácia siempre será el mal comer de Barcelona o es que a caso ahora me dirás philippe que en Torres, Tapas 24,etc se come bién y barato.
Por cierto, este chico no es el del Libentia?el famoso restaurante revelación que todos los periodistas mitificaron y acavo cayendo por su peso?es lo que tiene la prensa y blogs gastronómicos, no es oro todo lo que reluce.
Recuerdo que se comía muy correctamente en Tapas 24. Ahora se empieza a comer muy bien en el Café de la Pedrera , aunque sea sin instalaciones de cocina. Lo de Ángel León espero que sea espectacular en el Mandarin.
Nandu es un cocinero más que solvente para el Petit Comité y lo que haga en el Majestic (reconozco que no he ido).
Simplemente he intentado encontrar algunos pequeños oasis en este desierto gastro que es el Paseo de Gracia.
En cuanto a Chema. Sí. Lo digo en el post. Es Ex Libentia. Un sitio donde se comía muy bien (y así lo valoré) pero que al nivel empresarial fue planteado desastrosamente.
¿No tenía que haber hablado de aquel restaurante, aunque se comiera bien, porque tenía la obligación, como bloguero, de prever que fracasaría como negocio? Me parece que pides mucho…