Hace unos días degusté algunos platos en forma de pruebas en la cevichería Tanta. Hoy no me quería perder la comida de prensa organizada por GSR (de paso les recuerdo que se acerca la fecha de Gastronomika con Francia país invitado) en presencia del mismo Gastón Acurio, quien nos iba explicando, plato por plato el significado de cada cocina.
En el Perú del sigo XIX, con la abolición de la esclavitud, llegó desde China, a través de Cantón y Macao, una inmigración importante destinada a sustituir la mano de obra africana. Esta población empezó a introducir en la cocina peruana ingredientes de su tierra (jengibre, soja, etc…) , técnicas de cocción como el wok o el pan al vapor, o elaboraciones como la salsa hoisin. Así apareció la cocina Chifa.
La cocina Nikkei se hizo famosa gracias a Nobu, pero fuero los hijos y nietos de los inmigrantes japoneses quienes, rompiendo la tradición culinaria de la tierra de sus padres y abuelos, empezaron a mezclar ingredientes de Perú con aliños y preparaciones nipones. En los años 50, el buque insignia de esta cocina fue el restaurante de la Buena Muerte, luego vino El Costanero 700, quien refinó un poco más esta culinaria.
En Tanta se encontrará también representada la cocina andina de las poblaciones autóctonas del Perú, que, mezclada con la cocina española, formaría la cocina criolla.
Hasta hubo una inmigración genovesa importante. Todas estas influencias culturales unidas a la diversidad de los paisajes y de sus despensas, configuraron en Perú un melting-pot gastronómico prácticamente único en América Latina.
La carta de Tanta intenta reflejar algunas de estas expresiones culinarias, aun bastante desconocidas en Cataluña.
El largo menú empezó con unas croquetas de ají de gallina realmente ricas con un excelente crujiente y una fluidez interior notable. Se sirven con una crema de rocoto (ligeramente picante). 4 € las dos unidades.
Volví a probar los ceviches de hace unos días. Todo el mundo coincidió en preferir el cebiche clásico con limón, ají, cebolla roja y sal. Pero los tres estaban ricos. Cilantro, yuca, maíz etc son ingredientes optativos.(Ver post anterior).
El tiradito de dos ajíes parecía algo soso después de los sabrosos ceviches.
Causa Nikkei con tártar de atún, salsa “spicy” y alioli de aguacate (8 €) sería , según Acurio, la causa “moderna”, mientras que la causa con escabeche de boquerón sería la “tradicional” (7,5 €). En todos los casos, la causa ( papa, kausey en quetchua) puré de patata, limón y ají, es una base para recoger varios ingredientes o sabores distintos (pescados, carne y mahonesas).
Riquísimo el “saltado Nikkei”: pez mantequilla, setas, tomate, cebolla roja etc (15 €).
Excelente el Chaufa Tapao. Un arroz con pollo y verduras “tapado” con una tortilla de langostino y salsa de ajo picante (14 €).
En cambio no sé si recomendaría para un paladar de aquí, la panceta con papitas al sol (17 €) a pesar de la curiosidad de estas patatas secadas y rehidratadas. Técnica popular para conservar los alimentos, la patata en este caso, para los meses de penuria.
Tampoco me convenció el anticucho (pincho) de corazón de res con salsa de ocapa (14 €). Son platos más toscos que los livianos y sabrosos entrantes.
Ni me entusiasmó el postre Suspiro a la limeña (6 €). Un postre tradicional peruano.
Pero tan interesante como la comida, fue la sobremesa con Gastón Acurio hablando de la importancia de la cocina en el desarrollo social de su país, de Mistura, el encuentro gastronómico más importante de toda Sudamérica, que se creó para acercar los productores peruanos al mundo de la cocina y darles mejor visibilidad. Se habló también del cambio político que se produjo en este país hace un par de años. Un cambio a mejor que recibe las críticas de los que abogan por reformas más radicales y evidentemente por los adversarios del otro bando. Pero Perú progresa, los empresarios invierten y creen en su país. Los emprendedores miran, según las palabras de Acurio, el futuro con optimismo. (Como aquí, vamos…).
El restaurante no cierra ningún día y está abierto de las 13 hasta la 1h de la noche.
TANTA
c/ Córsega nº 235
93 667 43 72
Jefe de Cocina Santiago Forero
jefe de Sala Jonathan Manturano
En 2006 viajé a Perú sin saber lo que me encontaría, y volví enamorado de su gastronomía. Lima es un auténtico festín gastronómico, y la cebichería de gastón Acurio (Lamar) es un ejemplo de cómo debe ser un restaurangte moderno. ¡No me lo pierdo! La semana que viene, a Tanta.
TANTA = (PAN) estoy encantado de que por fin hay un restaurante peruvian en barcelona donde podremos apreciar y desgustar platos bien confeccionado y bien cuidado simplemente gracias.
Lo acabo de ver, para comp’lementar tu post.
Un saludo
http://www.finedininglovers.com/blog/news-trends/gaston-acurio-tanta-barcelona/
Qué buena pinta. Mira que tenéis suerte en Barcelona con tantos restaurantes diferentes…
Barcelona es ahora una auténtica capital gastronómica. De lo que más «carece» es de restaurante 3 estrellas pero creo que no es este tipo de restaurante que más hacen falta en este momento.
De la cocina latinoamericana, siempre me quedo con la mexicana y la peruana. Acabo de estar una semana en México: incluso en los lugares más sencillos he comida ricos tacos al pastor, gringas de varias formas y colores y un sinfín de enchiladas realmente sabrosas. Pero siempre, y a pesar de todo, encuentro en la comida latina un rastro de quiero y no puedo, algún plato al que siempre le falta algo o que juega a la simpleza excesiva. Supongo que esto es fruto de un nivel de desarrollo de los países que ha ido paralelo al de la cocina, y lo veo en esas papas al sol o en ese anticucho que muestras: lo tradicional, en este caso, no pega demasiado con la alta cocina, porque hablamos de esferas distintas. Es una pena, porque hay ejemplos perfectos de cómo hacer una síntesis entre lo viejo y lo nuevo, incluso apostando a la radicalidad (caso Pujol en el DF).
Buen analisis. Testimonios de mucha confianza me han hablado muy favorablemente de la cocina de Pujol, como sintesis entre lo tradicional y lo moderno.
Tengo muchas expectativas sobre el futuro restaurante de Albert Adriá en la calle del Carme de Barcelona.
A ver si algún día te dejas caer por México y, si avisas con tiempo, te acompaño en una cena en Pujol. Y ojalá lo de Albert confirme las expectativas creadas, yo también confío en su estilo…
Lo veo un poco difícil, Xavier. Pero muchas gracias.
Pujol sería un restaurante interesante para invitar a las nuevas jornadas gastronómicas de Vitoria y no a cocineros españoles (o franceses) qye están más al alcance…
Buenos días Philippe. Es Alonso Ferraro, gerente de Tanta Barcelona. Solo quería hacer una aclaración en cuanto al horario de apertura del restaurante. Efectivamente el restaurante está abierto de 13:00 a 01:00, sin embargo la cocina cierra a las 16:00 a la comida y a las 00:00 por la noche. Entre las 16:00 y las 20:00 horas trabajamos con una carta reducida.
Es decir, nuestro horario es el siguiente:
Toda la carta:
13:00 a 16:00
20:00 a 00:00
Carta reducida:
16:00 y 20:00 horas.
Muchas gracias,
Saludos,
Alonso Ferraro
Tanta Barcelona
Perdona Alonso. Justo llego del País Vasco y no había visto tu comentario hasta ahora. Creo que es un error del dossier de prensa. a mi también me sorprendió este horario. Rectifico enseguida. saludos!