No les cuento todas las veces que visito el restaurante Suculent, (ver post) en la Rambla del Raval de Barcelona. Fui el primero en celebrar la apertura de esta neotaberna a precios populares si se tiene en cuenta la excelencia de los productos y el nivel de cocina de su joven chef castellonense Antonio Romero. Este chico tiene mucha mano. Su cocina es delicada pero muy sabrosa. En la sala y actuando como director del negocio está Armando Anta, antiguo cocinero y pastelero (curso Espaisucre, Alkimia, Mugaritz) que sabe lo que se trae entre manos. Los dos hacen un tándem perfecto.
Hoy tuve la suerte de estrenar las primeras croquetas del Suculent. Siempre he pensado que la croqueta perfecta es la que recoge la cremosidad de una buena bechamel con el sabor intenso a pollo o a jamón (no hace falta que la fibra esté presente).
Tal vez pueda decir que los de Suculent han encontrado la fórmula que satisface a todo el mundo. Hoy ha sido una prueba pero el resultado ya es muy convincente. Diría que es una croqueta de bechamel/veluté de pollo con algunos tropezones. De una ligereza increíble, casi imposible de coger con las manos. Antonio me comenta que le falta el panko (y algún detalle más…) para reforzar su tan quebradiza corteza. ¡Merece la visita! (2,5 €).
Volví aprobar los mejillones con alioli de hierbas. Justo abiertos, toque de plancha y ligeramente gratinados (5,5 €).
Me encantó la tempura de cebolla y berenjenas (del huerto Kalima de Carles Abellán) con un excelente romesco ahumado (5 €).
Pero hoy iba a probar la raya a la mantequilla negra que me recomendó un lector del blog en uno de sus comentarios. En realidad una especie de “meunière” con patata chafada cítrica, alcaparras y piñones. Espectacular efectivamente. Son piezas pequeñas las que permiten estos resultados.(16 €) Cogí algunas hojas de albahaca de la maceta que estaba en la mesa para acabar de condimentar la raya je je.
Sopa de melón a la menta, gajos de naranja. (4 €). Excelente. Gran detalle: ¡las cazuelas de barro en las que se sirven el gazpacho y la sopa de melón llega helados del congelador! Servir los platos a la temperatura justa es algo importantísimo.
Último detalle. El agua con gas no es ni Vichy ni San Pelegrino. Y lo celebro. Es Veri (como Vilajuïga, mucho menos salada y agresiva que las otras).
Los domingos sólo se sirven arroces y una carta reducida.
Sobremesa con Armando y Antonio, después del servicio
SUCULENT
Rambla del Raval nº 43
93 443 65 79
Cerrado domingo noche y lunes.
pues a mi no me ha gustado, quizá no escogí los platos correctos. Ensalada normal incluso sosa. gambas ok, aunque la cocina no interviene. albondigas con sepia normal y el atún correcto. precios elevados para una cocina normal, nada destacable. Le doy poco de vida. Te aconsejo que pruebes el menú diario de 15 euros de La mar salada, eso es cocina de exito. un saludo.
Ya probé el menú de la Mar Salada y me encantó.Mira aquí: http://observaciongastronomica2.wordpress.com/2010/07/09/la-mar-salada-su-menu-barcelona/
Siento mucho de que no te haya gustado y me sorprende. Todo está impecable: las albondigas, la anguila all i pebre, la papada!!. No es barato ni caro. el precio justo para la calidad. Un saludo!
todo se ve brutal me encanta este tipo de negocios recuperando nuestras casa de comidas, pequeñas pero contundentes, en mi proxima visita a barcelona es un fijo.Felicidades por el blog!!
Gracias Álvaro. A mi también me gusta mucho esta cocina sencilla pero muy bien preparada.
He intentado un par de veces, pero no he podido ya que estaba lleno.
El sitio está bien y los platos tienen todos muy buena pinta, pero si la croqueta (unidad) cuesta 2,5€, me desdigo de todo lo anterior…
Que locura!!!!
´Creo que son 2,50 € la pieza. Pero realmente la calidad es superior. Pollo de corral. Sabor y textura increíbles.
Pués yo estuve ayer a mediodía. La gastroreferencia la tenía por tu primer post y tenía reserva para hoy con unos amigos de Barcelona (yo vivo en Bélgica).
Ayer teníamos pensado ir a La Mar Salada (la frecuentamos cuando venimos a Barcelona), pero esta semana están cerrados por vacaciones (y los martes es día de descanso), y al final optamos por avanzar la visita un día, con familia y un amigo. Como indicador de calidad, además de tus comentarios, reconocí en la sala a alguien de Cañete como cliente.
Ayer éramos cinco y compartimos primeros y segundos. La ensalada de tomate feo (coeur de boeuf, creo), cecina, mojama y almendra frita estupenda; la tempura de berenjena y cebolla tierna espectacular; la croquetas muy ricas, en consonancia con su precio; y una royale de foie gras interesante. De segundos rabo con tuétano perfecto; pollo al ajillo bien rico; atún con un punto de plancha perfecto, meloso, sobre mahonesa de piñones (quizás demasiado tostados); y entrecote de vaca vieja muy bien preparado, con berenjena escabechada como acompañamiento. De postres pedimos una sopa de melón y un yogourth de la casa.
Hoy repito, con otros amigos, a probar lo que queda en la carta.
En mi segunda visita he aclarado el tipo de tomate de la ensalada que he vuelto a tomar. Tomate feo de Tudela, que no conocía, y no coeur de boeuf. La raya, fantástica, sobre un puré de patata que me ha recordado otro que comí en L’Epicuriste como guarnición de pez espada.
Un restaurante muy agradable, con muy buen nivel de cocina, a recomendar.
Me alegro de que te haya gustado! También L’Épicuriste en París , por lo que veo. Sólo lamento una cosa, que Armando Anta, el cocinero-sommelier y artífice de esta deliciosa taberna me haya anunciado que dejaba el puesto, un año después de poner en marcha este bonito proyecto y 4 meses a penas después de abrir. Una gran pena, de verdad.