Observación Gastronómica 2

Les había perdido la pista a Lara Zabala y a Fernando Martínez-Conde desde hace por lo menos un par de años. En aquella época aun estaban trabajando como redactores en la revista Apicius y no parábamos de mandarnos e-mails a propósito de un artículo mío sobre la “insondabilidad” (esta palabra no la saca ni García Santos…) de los caminos de la vanguardia culinaria (es uno de mis temas recurrentes…).
Ayer recibí el mail de Lara y hoy ya me pasaba a comer por este NORTE del chaflán Diputación/Bruc. María Gonzalez, la sonrisa de la sala, ex historiadora del arte, es de Bilbao. Lara, gallega ( a pesar de su nombre) y filósofa de formación y Fernando, ex periodista, de Burgos. Los dos últimos en la (minúscula) cocina.
Tres socios para una casa de comida de hoy. Sin menús a 8 € (con todo mi respeto), sin barra grasienta y sin olores a fritanga . Un pequeño espacio , pulcro y sobrio que te invita a entrar, a sentarte un ratillo para desayunar con el croissant del Forn de la Trininad, para el “esmorzar” de cuchara de la media mañana o la baguette de tortilla de patata (que ya tiene adictos).
En las comidas, se ofrece algunos platos del día a 8,50 € como la inhabitual llampuga de la lonja de Vilanona i la Geltrú o una pequeña carta para elegir. Una cocina para comer los ojos cerrados. Verduras ecológicas (cuando se puede), huevos camperos, pescado frescos, secreto de Ibérico etc.. Todo bien cocinado con gusto y honradez.
Aquí estamos lejos de las delicatessen del Moo, donde este “ménage à trois” profesional se conoció hace unos años (“el año en que le dieron la estrella” apunta Fernando. Pero tampoco estamos ante un simple restaurante de lomo a la plancha. (Recordando Alea del cual hablamos la semana pasada).
El proyecto de montar algo en común tardó años en gestarse. Algo modesto pero digno con un horario laboral apto para las “personas”: de 7h30 a las 17h. Cerrado por las noches, menos los viernes (sólo reservas) , y los sábados y domingo.” Queremos durar en este oficio y ser felices trabajando en el”. Sabia resolución.Cremosa croqueta de morcillo. (1,50€)
Pruebo la tortilla de calabaza con piñones y tiena mojama de atún (ya puestos ¿por qué no con pipas? Encima son más baratas) (6,50 €).Cocción jugosa (no me gusta la palabra “baveuse”. Tiene connotaciones desagradables…).
El arroz de Pals en su punto perfecto de cocción (en dos tiempos) con berberechos, justo abiertos. Para terminar unos calamarcitos encebollados 7,50 €). Un sabroso plato de cuchara (la eché de menos en la mesa) con su pan frito untado con allioli.
En los postres, Lara hace un esfuerzo para salirse de habitual. Pruebo dos medias raciones: compota de granny smith con crumble y crema al romero. Y El conguito (crema de choco, ganache y crumble con cacahuetes concassés).
En la carta, hay también 3 quesos “tops”: Baume Carat (Berguedà), zamorano añejo de oveja, el cremoso Saint –Felicien. A 5,5 € la degustación de los tres.
Excelente pan de Daniel Jordà del Forn de la Trinidad (1 €). Una copa de Menganito (verdejo de Rueda) (2 €).
Los fumadores disponen de un par de mesas en la terraza (hoy 22º en Barcelona) y de un par de taburetes en la barra de la calle.
Norte es la casa de comida que te gustaría tener al lado de tu casa.
NORTE
c/Diputación nº 321 (Esquina Bruc)
93 528 76 76
Abierto de lunes a viernes, mañanas y mediodías, menos los viernes también a la noche.