Si no fuera por el humo de los fumadores que invade su comedor, Zorzal sería una casa de comida acogedora y moderna. Falta poco para la nueva ley antitabaco. URGE. Es inconcebible degustar
estas manitas melosas y crujientes con estas deliciosas lentejas en vinagreta ( 12 €) en un ambiente tan cargado en que el 30 % de los comensales ( tuve tiempo de contarlos) fastidió la comida al 70 % restante).No ha sido la única comida de este estilo que hice en la capital… Dentro de unos años, nos preguntaremos como hemos podido aguantar esto durante tanto tiempo.
Acabo de llegar de Italia. La gente ya se ha acostumbrado perfectamente a salir del restaurante unos minutos para fumar el pitillo y nadie lo discute. En España, no podremos hablar con orgullo de nuestra gastronomía mientras pese esta lacra sobre nuestros pulmones. ¿Se imaginan Vds que se pueda fumar en elBulli o en Roca? Pues tampoco nos conviene en los lugares gastronómicamente más humildes. Hubiera sin duda degustado mejor, sin humo,
la excelente raya a la meunière (con un exquisito trinxat de acelgas) que tomé de segundo plato en este Zorzal, el bistrot de Fernando Pérez Arellano, el cocinero de Zaranda.
De propina: un suculento ravioli de capón sobre hojas de espinacas. Cada vez disfruto más con un buen jugo…Este sitio lo tiene todo para convencer. Carta apetitosa, servicio atento, platos bien preparados , hasta el postre me encantó :
un “brioche perdu” (8 €)(originariamente, “pain perdu”, el pan del día anterior que se aprovechaba) con un refrescante helado de tomillo limonero. Un detalle . No estaría mal reequilibrar las cantidades : un poco menos de brioche y algo más de helado.Cocido madrileño en dos vuelcos (18 €), arroz de papada y carabineros (18 €), callos a la madrileña (12 €), crema catalana (5 €). Menú mediodía 15 €.
ZORZAL
Calle de San Bernardino, 13 (una calle repleta de restaurantes “étnicos”)
91 541 20 26
parabéns pelo blog.
me gusta mucho
abrazos desde Rio de janeiro
Alain Gouste
Muchas gracias. Un saludo desde barcelona.
Buenos días Philippe:
Ante todo, agradecerte (nunca lo había hecho y es de justicia) haber despertado el blogger que habitaba en mi.
Entrando ya en el comentario stricto sensu, me gustaría indicarte que como sucedión en mi visita a Zorzal (http://brillat-savarin.blogspot.com/2009/11/zorzal.html) si sólo analizo lo que se sirvió en la mesa el grado de satisfacción era notable, mas creo que resultaría un análisis sesgado si no se pusiese en relación con la factura, a todas luces, excesiva.
Un saludo,
eduard.
Me alegro mucho de lo que me dices, Eduard.
En cuanto a Zorzal, creo que coincidimos bastante . Un detalle se trata de la fonda Gaig y de Freixa Tradició (hablas de «Gaig Tradició»).A mi, me parece que , de los ejemplos que das, Fonda Gaig está perfectamente a la altura de la «casa madre».
En Zorzal puedes salir por 50 € si tomas un par de copas de vino o de cervezas. Pero lo dicho, lo más molesto : el HUMO.
Toda la razón, supongo que me traicionó el subconsciente, pues al tiempo de escribir esa crónica no estaba seguro de si incluir en esa lista a Freixa Tradició.
Tras la visita del pasado viernes(http://brillat-savarin.blogspot.com/2010/02/freixa-tradicio.html), no sólo lo incluiría, sino que lo identificaría como máximo exponente de lo que denuncio (¿No sabrás si ha sucedido algo en casa de los Freixa? Pues no alcanzo a comprender el bajón en la calidad de la materia prima y en el servicio que ha experimentado)
Y sí, el HUMO lo peor.
En mi visita el restaurante estaba sólo medio lleno (soy de los optimistas) y el humo era casi el protagonista.
Hace un año que no voy a Freixa Tradició. En mi visita, me encantó. Sobretodo los macarrones.