LA EXCEPCIONAL COCINA DE PIERRE GAGNAIRE EN UN ESPACIO DE LUJO






En mi último viaje a Londres hace 5 años, había cenado en The Gallery, una especia de brasserie que se sitúa en los bajos de la mansión de Conduit Street a 50 mts de Regent Street. Esta vez almorcé en el restaurante gastronómico del primer piso, The Library.
Abajo en la entrada, funciona todo el día The Parlour. Desayunos, tés y merienda por las tardes y, por las noches, bar musical abierto a toda la juventud dorada que habita el barrio de Mayfair. Bocados y copas a buen precio.
Pierre Gagnaire me explica que han cambiado un poco el concepto. Se trata de animar este espacio permanentemente.
Justamente este lugar tan chic de los primeros años se ha ido popularizando un poco hasta el punto que el menú degustación de 8 platos que se sirve en la cena es de “sólo” 95 libras (unos 100€), mientras al mediodía hay otro menú vegetariano de 7 platos por 70 libras.
Aun así, como lo podrán comprobar en las fotos, el glamour de la “ biblioteca” permanece intacto y la cocina de Pierre Gagnaire de nivel, aunque nunca la de Sketch haya alcanzado hasta ahora la reputación de la del restaurante de la calle Balzac de Paris.
Sabía que el cocinero estaba en Londres durante esos días y aproveché para hacerle una visita, aunque habíamos cenado juntos un mes antes en el Coure de Barcelona, con ocasión de la actuación de José Tomás en la Monumental.(Sí. Gagnaire es un gran aficionado a los toros…).
Estrenaba nuevo chef en Sketch :

En cuanto al menú que hice ese día, hubo algunos platos grandiosos y uno sin mucho interés. Pero esto es el precio que hay que pagar con este hombre. Nunca se mueve en la medianía.



Luego llegó un plato que me había llamado la atención al leer la carta:
Entrante “Aroma de tierra” recordando a “Parfum de terre” de Hermés.
¿Una reconstrucción de los matices de un perfume bajo formas gustativas y culinarias, como en los postres de Jordi Roca? Tal vez. Pero en el caso de este plato de verduras, no creo que el propósito fuera tan preciso ni tan sistemático. Creo que el plato desvelaba sólo una sutil reminiscencia del perfume. Un simple punto de partida creativo para desarrollar un plato que estalla en varios elementos. Una cocina-secuencia que Gagnaire suele practicar en sus platos servidos a la carta. Como une pequeña “historia” gustativa que nos cuenta alrededor de un tema, de un producto o de un hilo conductor que a menudo sólo él conoce.






Les recuerdo que en la carta, todo esto compone un solo plato (50 libras aprox.o 57 €).
Pero de hecho funciona como un menú degustación desordenado y simultáneo.
Aquí no se trata de entrar en detalles. Está todo delicioso, incluso la tartita de queso que se degustó demasiado fría.
Si los platos anteriores eran, cada uno en su estilo, centrífugos, el último de este menú insólito se podría calificar de centrípeto. Gagnaire me lo comentará luego en la sobremesa. Le gustan las rupturas. No quiere formatos culinarios que se repitan. El cliente tiene que quedar descolocado con el fondo, los sabores (en este campo Gagnaire es cada vez más comedido) pero también con las formas, la expresión que adquieren estos sabores en la mesa.
No se si recordaré todos los ingredientes de este plato que el genial cocinero improvisó. Un plato sin duda muy recargado, que entre otras manos, hubiera salido malparado pero que resultó en este caso ser una maravilla de contrastes.


Quesos preparados: ¿Qué sentido tendría proponer un carro de quesos después de una comida de este estilo?


Con los postres justamente volvemos a las formas reducidas (como kaiseki) de la cocina en miniatura. No hay ningún postre realmente construido. Son pequeñas combinaciones gustativas, como las que se puedan ver en su libro “Sucré Salé”, que funcionan con un mínimo de elementos.

-Granizado de limón, tomate, pepino.




-Jasnières . cuvée Calligramme. Domaine de Bellivière (chenin blanco del valle del Loira.

En la sobre mesa, Gagnaire comenta que aun hay sitio para algunos templos (no usa esta palabra) de Alta Gastronomía en el mundo, entre los cuales, sin falsa modestia, se incluye. Pero este espacio se irá reduciendo poco a poco. Los restaurantes de media tinta son llamados a desaparecer. Opinión algo tajante que propaga también Ferran Adriá en sus conferencias. Ya tendremos la oportunidad de hablar en los próximos días de estas nuevas formas de comer que se van adaptando a los nuevos deseos de la clientela. De las clientelas.
SKETCH.
9 Conduit Street. Londres.
00 44 (0) 2076594500
Me ha gustado este restaurante. Mucho. Lo apunto aunque imagino que la factura es de campeonato.
Yo tngo un post pendiente sobre las palbras del “señor de la Michelín”. No sé si lo escribiré.
UN saludo